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Europa sufre una enorme ola de contagios de la COVID-19 a un mes de las celebraciones navideñas. A pesar de que la campaña de vacunación contra el virus comenzó hace casi un año, en muchos países la baja tasa de inmunidad amenaza con endurecer el invierno. Mientras las UCI están al borde del colapso en Finlandia, Alemania superó cifras récord de fallecidos desde el inicio de la pandemia e Italia lucha contra las corona-fiestas: así avanza la gran ola de COVID-19 por el viejo continente.
Finlandia, colapsado
El Gobierno de Finlandia anunció ayer que retomará las restricciones en la hostelería este fin de semana y ampliará su estrategia de vacunación ante el fuerte aumento de contagios e ingresos hospitalarios por el virus en las últimas semanas. La cifra de ingresados en cuidados intensivos casi se ha triplicado en las últimas tres semanas y las UCI están al borde del colapso en el país. A un ritmo de 7.000 contagios diarios y con una incidencia de 214,4 casos a 14 días por cada 100.000 habitantes, ha hecho que las restricciones se vuelvan necesarias.
En Austria, el aumento de contagios que ha desembocado en la peor ola que vivió el país ha obligado a las autoridades a confinar a toda la población durante 20 días y a establecer la obligatoriedad de la vacunación a partir de febrero.
El país solo ha podido inmunizar al 65% de la población, y a un ritmo muy lento: solo un 10% en los últimos dos meses.
A pesar de que el país vecino cuenta con un 87% de su población vacunada, ha decidido establecer el estado de calamidad, con una incidencia de 262,29 casos a 14 días, para exigir a partir de diciembre un test negativo a quien quiera entrar en el país, aunque tengan el certificado de vacunación.
Reino Unido no registra menos de 20.000 casos desde comienzos del verano. El país está sumido en una ola de COVID-19 constante, notificando 42.000 casos en las últimas 24 horas y 100 fallecidos cada día.