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Los encuentros comunitarios de agosto, con sus vientos blanco y zonda, arremolinaron en Santa Rosa de Tastil la idea comenzar a trabajar en el reconocimiento de Leopoldo "El Chola" Barboza como el "Pastor de Nubes".
Para quien no sepa, "Pastor de Nubes", es una zamba de Manuel Castilla que el poeta escribió cuando quedó varado en Santa Rosa de Tastil. La canción narra la historia de Leopoldo Barbosa, un pastor tastileño. Con música de Fernando Portal, evoca la vida solitaria y melancólica de El Chola, a quien convierte en metáfora del paisaje y de la cultura de la Quebrada del Río Toro.
Este año, en la corpachada de Tastil, periodistas, artistas, familiares y funcionarios públicos se comprometieron a gestionar el reconocimiento al hombre que tiene hoy 86 años y que se volvió en el personaje referencial del pueblo.
"Estamos viendo la importancia de revalorizar los saberes ancestrales. En este caso, estamos hablando de una leyenda viva, y sabemos que no pudo tener la visibilización suficiente. Entonces queremos hacerle un homenajes en vida. El tío se encuentra muy bien de salud, con muchas ganas de seguir haciendo cosas. La semana pasada hemos tenido en Tastil el encuentro de las escuelas que fortalecen su identidad cultural, se llama Tastil Resuena, y él (El Chola) pudo acompañarnos haciendo la ceremonia de la Madre Tierra. Esos fueron momentos que hermosos de poder compartir", dijo Julieta Barboza, sobrina del Pastor de Nubes, bagualera e integrante del equipo de Coordinación de Educación Intercultural Bilingüe del Ministerio de Educación.
Si bien El Chola es un personaje importante de la zona, muy fotografiado por los turistas, buscado por los viajeros que intercambian bromas y consultado por los periodistas que se animan a la Puna, se debe decir que ya está grande. Hace unos años sufrió un ACV, luego se vino la pandemia y hace dos años falleció su hermano Policarpio; fueron tres golpes muy duros que sufrió el hombre del sombrero de la flor amarilla.
"Tras el ACV, Policarpio fue su bastón y sus ojos porque el tío ya no podía ver bien. Se vino abajo cuando falleció su hermano, pero de a poco lo va superando. Ahora está sembrando en el campo. Contrata gente, gestiona, manda y sigue trabajando en el campo trabajando, Es realmente admirable", contó Julieta.
La bagualera recordó que Leopoldo y Policarpio tenían un polirubro en los tiempos en que el poeta se quedó varado por vicisitudes de las condiciones en la montaña. El Barbudo rápidamente entró en confianza con El Chola, quizás porque vendía vino, pero con más seguridad por la forma de ser de ambos, tanto del tastileño como la del salteño. Los pocos días que estuvo en el lugar le bastaron al poeta para pintar al pastor en el paisaje sonoro de Tastil.
"Él tiene varios hijos. El tío está un poco descreído de alguna manera. Hace poco hicimos el encuentro de los niños. Y él ve cómo, con mucha tristeza y nostalgia, que la gente se va del pueblo, que los jóvenes ya no quieren trabajar en el campo, pero hay una esperanza. Entonces revalorizar el trabajo que vino haciendo el tío es también revalorizar de alguna manera a todos los abuelos. Él representa eso: el saber ancestral, el saber heredado, y que debe ser transmitido de generación en generación. Porque el Pastor de Nubes es la persona, pero también es el lugar que lo rodea. Y solo estando en el lugar físico, en Tastil, es cuando uno va a poder quizás interpretar lo que el poeta vivió en el momento de escribir la zamba. Por eso es que queremos hacer el reconocimiento, como homenaje, en su casa, en su Tastil", explicó la sobrina de Barboza.
Deseos de cumpleaños
Se viene el cumpleaños 87 de Leopoldo Barboza y son varios los deseos del hombre. Si bien el principal pasa por el reconocimiento oficial, el otro circula en torno de conocer a Eulogia Tapia. Sin dudas que el Pastor de Nubes y La Pomeña son dos personajes míticos y vivos de nuestra cultura provincial, reconocidos a nivel mundial. Son íconos musicales que caminan por nuestros cerros repartiendo sonoridad al paisaje. Y se debe decir que el Estado debería reconocer sus figuras. Sin dudas que ese encuentro sería épico en la historia de la cultura de Salta. Hasta resulta increíble cómo a nadie, hasta ahora, se le ocurrió la posibilidad. Son muchas las personas que comenzaron a pensar acciones para que se encuentren estas dos leyendas, pero necesitan de la acción oficial.
Por otro lado está el reconocimiento. "Nosotros tenemos el paisaje, a nuestra gente, la comida que nos identifica, tenemos nuestra historia que incluye el Qhapaq Ñan (Camino del Inca), pero lo más valioso para nosotros es la persona, en este caso el tío. Aún no definimos acciones concretas sobre la manera de rendirle su homenaje, pero suponemos que como está tan ligado a la cuestión de la música, seguramente poder conectarnos o contactarnos con gente, con músicos, que valoren al personaje que ha sido inspirador de la zamba del poeta. Entonces queremos entrelazar la cultura del lugar, lo natural, la música y poner en valor lo que es la vida del tío más que nada", concluyó Julieta Barboza.