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Martín Miguel Juan de Mata Güemes nació en Salta el 8 de febrero de 1785. Fueron sus padres don Gabriel de Güemes Montero y doña María Magdalena Goyechea. Gabriel de Güemes Montero era oriundo de Abionzo, en el real valle de Carriedo, perteneciente al arzobispado de Burgos en la provincia de Santander, región geográficamente intermedia entre el País Vasco y Asturias, en el Reino de España.
Cuando la monarquía de los Borbones decidió centralizar el gobierno de las Américas, Carlos III crea el Virreinato del Río de la Plata. Surgieron así las Intendencias, entre ellas, la Gobernación Intendencia de Salta del Tucumán, que comprendía las actuales provincias de Jujuy, Salta, Santiago del Estero, Tucumán y Catamarca con capital en Salta. El cambio no era solo político y administrativo, sino que también implicaba el económico: es por esto que el 3 de marzo de 1777, el rey Carlos III designaba Tesorero Oficial Real de las Cajas de la ciudad de Jujuy a don Gabriel de Güemes Montero quien hasta ese momento se desempeñaba en Madrid en la Tesorería General del Rei no.
Esta resolución real puso al funcionario frente a una realidad completamente distinta a la que podía ofrecerle la península. Se inauguraba un nuevo panorama para lo que debía afrontar el peligro de una larga navegación por el océano, y un dilatado camino por tierras extrañas. No dudó acerca de su porvenir, aceptó el nombramiento y se dispuso a viajar de inmediato.
El primer paso fue obtener el dinero para el viaje, trescientos pesos proporcionados por su amigo José Gutiérrez. Fue acompañado por un criado de nombre José Gómez. Asegurados de este modo el dinero y la compañía, enseguida se ocupó del equipaje y de guardar las certificaciones de rigor por las que justificaba hallarse “libre y soltero”, según las declaraciones de tres testigos tomadas en Madrid en febrero de 1777.
Así, a poco más de dos semanas de su designación, el futuro padre de nuestro prócer, estaba listo para abandonar Madrid y pasar a la ciudad y puerto de Cádiz, por lo que solicitó a Carlos III le concediese la autorización necesaria de embarque rumbo al Reino de Indias. El 23 de marzo de 1777, obtuvo el permiso real. Embarcó en Cádiz en el navío Príncipe Carlos de Borbón.
Arribó a Buenos Aires y el 6 de noviembre se tomó razón de su nombramiento. El 17 de enero llegó a Salta, y ante el escribano don Antonio Gil Infante obtuvo la fianza exigida por las Leyes de Indias para ejercer el cargo.
Don Gabriel fijó su residencia en San Salvador de Jujuy, sede de las Reales Cajas. Tenía veintinueve años. En esta ciudad conoce a la que luego sería su esposa, doña María Magdalena Goyechea.
Avalado por las mejores referencias llegó el joven Gabriel a la pequeña ciudad de la Intendencia. No le debe haber sido difícil conocer a los Goyechea y así departir con la joven María Magdalena de dieciséis años. Él era trece años mayor. El Concilio de Trento fijaba en 12 años la edad mínima de la mujer para el matrimonio. En aquellos remotos días, María Magdalena se encontraba en edad ideal para el matrimonio.
Magdalena era hija del Maestre de Campo don Martín Miguel de Goyechea y de doña Ignacia de la Corte y Rosas. Todos criollos nacidos en Jujuy. El padre, descendía por parte de madre del fundador Francisco de Argañaraz y Murguía.
El historiador Bernardo Frías y también la tradición están de acuerdo en que doña Magdalena Goyechea poseía dotes de singular hermosura e inteligencia. Sabemos de ella que era de presencia bizarra y esbelta, y que llevaba el cuerpo con arrogancia y tendido altivamente hacia atrás, y aunque su cara era redonda y más bien pequeña, no desmerecía su belleza que alcanzó a conservarla hasta la vejez. En la edad madura, su físico se hizo pesado haciendo de ella una mujer corpulenta.
Destaca Frías las nobles condiciones morales y el ascendiente político de doña María Magdalena Goyechea, y agrega que tenía la elegante costumbre de aquel tiempo de cabalgar con estilo y dominio, que fue lujo y distinción de la mujer en aquellos días del mundo tardo colonial.
Los Goyechea eran familia acaudalada, por consiguiente, los bienes de María Magdalena fueron cuantiosos: las estancias de El Paraíso y El Bordo, una estancia al poniente de la ciudad de Salta, otra en Jujuy, además de esclavos, platería y joyas.
Gabriel y Magdalena se casaron en Jujuy el 31 de mayo de 1778.
En 1779, la Tesorería es trasladada a Salta y a esta ciudad llegó el Tesorero con su esposa y su hijo primogénito, Juan de Dios Tomás Manuel. El matrimonio se vio bendecido con nueve hijos, siendo el segundo Martín Miguel Juan de Mata.
Gabriel de Güemes Montero fue el genearca de una estirpe criolla que sobresalió en la Argentina por su heroísmo en la guerra y por su talento en la política y en las ciencias médicas. Junto a Magdalena Goyechea conformaron una familia que alumbró al prócer que nos honra evocar a través de este espacio.
* Presidente de la Academia Güemesiana y titular de la Cátedra Abierta Martín Miguel de Güemes.