Sin protocolos contra el coronavirus, entre ellos el cumplimiento del distanciamiento social, docentes marcharon ayer por las calles de la ciudad en reclamo de mejoras salariales y laborales en plena pandemia y con el agravante de la amenaza de la variante Delta.
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Sin protocolos contra el coronavirus, entre ellos el cumplimiento del distanciamiento social, docentes marcharon ayer por las calles de la ciudad en reclamo de mejoras salariales y laborales en plena pandemia y con el agravante de la amenaza de la variante Delta.
Contingentes de distintos puntos de la provincia se sumaron a la marcha provincial docente convocada por el Sindicato de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Salta (Sitepsa) que inició su segunda semana de paro, ahora por tiempo indeterminado. Adhirieron los autoconvocados y agrupaciones de izquierda, como Alternativa Docente.
Lo cierto es que miles de chicas y chicos siguen perdiendo clases tras un año entero sin presencialidad y un primer semestre a medias o ni eso, que no logró recuperar los contenidos de la unidad pedagógica planteada por Educación.
Los docentes recibirán con el sueldo de agosto la última cuota (5%) del aumento que completa el 36% acordado. El 5 de agosto cobraron un 15% del incremento salarial. Según consultoras, se acumuló 28% en los primeros siete meses del año.
La protesta generó un verdadero caos en el tránsito vehicular durante la mañana por el micro y macrocentro, trastocando la rutina de los salteños que sufrieron demoras por los desvíos y embotellamientos.
El sector docente reclama reivindicaciones salariales reales y no acortamientos de plazos, piden negociar salarios hasta diciembre que alcance o supere la proyección inflacionaria del 50% estimada por los analistas. El pliego apela a condiciones de trabajo adecuadas, que en todas las escuelas de la provincia se solucione el problema de la falta de agua, también a la designación de personal de maestranza y administrativo para todas las unidades educativas, que se remitan los fondos COVID para garantizar la higiene y condiciones de bioseguridad, que la Copa de Leche alcance a todos los niveles y localidades de la provincia, que los comedores reciban sus partidas en tiempo y forma y conectividad, entre otros.