inicia sesión o regístrate.
En el marco de la Semana de la Industria, Daniel Funes de Rioja, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), analiza en El Tribuno el panorama sobre el sector en un momento en que se necesita consolidar un crecimiento tras la caída por las restricciones impuestas por la pandemia.
Funes de Rioja comenzó su análisis con la celebración central por la Semana de la Industria, que se realizará este jueves en José C Paz, en Buenos Aires, al que asistiran empresario y hasta el presidente Alberto Fernández. Pero más allá del acto, el presidente de la UIA consideró que “el Día de la Industria tiene que ser de festejo, reflexión y propuestas”.
Sobre las expectativas ante posibles anunicios del Presidente, Funes de Rioja expresó: “creemos en el diálogo, durante todo el año pasado hemos trabajado desde la Unión con un Comité de Crisis y con permanente contacto con los funcionarios”.
Con respecto a la crisis que desató la pandemia, sostuvo que la UIA trabajó y trabaja para proteger a los trabajadores y para que la actividad económica se vaya regularizando, “estamos conformes con lo que pudimos hacer, con el diálogo que tuvimos, hemos recibido el apoyo y además hemos empezado a pensar desde entonces en la pospandemia, nadie lo puede asegurar, pero no cabe la menor duda que se están creciendo la actividad luego de una contracción muy fuerte, las tasas de creación de empleo son positivas”.
El dirigente industrial se sumó a las críticas sobre las políticas tributarias del Gobierno nacional. “La Argentina tiene que mirar no solo el momento de coyuntura, la cantidad de impuestos implica presión sobre la economía formal, ¿qué pyme puede sobrevivir?. Hoy el tema de la informalidad es muy serio, lo que hace es la presión tributaria es generar asimetrías muy fuertes y desalienta la inversión en el sector productivo formal”.
Sobre la situación laboral, Funes de Rioja admitió que el empleo creció en los últimos meses, “pero le diría que ha crecido más la hora extra que el empleo, porque la gente prefiere no contratar, porque hay miedo. Primero porque hay una carga fiscal muy elevada, muy desproporcionada, iniciativas legislativas que agravan esta situación particularmente a las pymes, y el triple cepo: prohibición de suspensiones y la duplicación indemnizatoria. Si usted suma estos elementos hace que uno piensa, y aunque la norma diga que después de diciembre de 2019 no rige para los nuevos contratados, nadie sabe si finalmente se lo va a aplicar”.
“Y por otro lado -continuó- lo que creemos es aquellas medidas, que no compartimos pero entendemos que el Gobierno dictó en el marco de la crisis de marzo 2020, bueno ya estamos con otras perspectivas, estamos pensando en el día después de la pandemia, entonces hay que buscar caminos para que tengamos un entorno favorable para crear empresas y empleo. Y tiene que tomar tres áreas: fiscal, laboral y de comercio exterior”.