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“En algún momento hay que pensar no solo en recaudar más”, concluye la nota Jorge Paganetti, presidente del Consejo de Ciencias Económicas de Salta. En la Semana de la Industria, el contador asegura que los ejes de debate deben resumirse en dos: la alta presión tributaria hacia las empresas y la seguridad jurídica para la inversión. Si bien asegura que las ayudas económicas que otorgó el Estado durante la pandemia estuvieron “a tono”, advierte que en un futuro la forma de ayudar a las empresas y pymes es flexibilizar la presión tributaria. Aseguró que entre el 35 y el 40% de los diferentes rubros de la actividad no paga impuestos, acorralados por la presión tributaria.
¿Cómo evalúa la actividad económica en el último año?
Hay dos criterios fundamentales: la alta presión tributaria y la seguridad jurídica para distintos negocios. Tenemos un sistema regresivo e inequitativo que afecta a los que menos tienen. El esquema tributario afecta a la actividad económica y eso afecta el desenvolvimiento de las empresas, a las que la pandemia, además, golpeó duro aquí y en el mundo.
¿Con qué relaciona la falta de seguridad jurídica?
Cuando hablamos de seguridad jurídica nos referimos a tener las pautas claras sobre determinadas actividades, y no cambiarlas a 3 o 4 meses. Si un sector decide invertir bajo determinadas pautas, y al tiempo cambian, provocan en los inversores una afectación económica importante y desconfianza. La decisión, por ahora, es no ir hacia un sistema tributario que sea más equitativo y más progresivo: que el que más gane más pague. Ahora hay un sistema que afecta a varias actividades. Estoy convencido de que con menos presión tributaria el gobierno, tanto provincial, municipal y nacional, podrían recaudar porque hay una importante actividad económica que está fuera de la legalidad. Podríamos decir que entre un 35 y 40% está por fuera de la ley en todos los rubros. El propio estado te lleva a estar en la ilegalidad, no es que haya intención del contribuyente de estar fuera de la ley.
Las que advirtieron estar más golpeadas en pandemia fueron las pymes que pidieron mayor financiamiento y normas más flexibles para poder acceder a las ayudas estatales de emergencia...
Hay dos cosas, una es el financiamiento y la otra las distintas ayudas que dio el gobierno nacional durante la pandemia. En cierto modo, las ayudas que hicieron desde el Gobierno nacional a las empresas con el ATP, el Repro, estuvieron realmente a tono con la crisis. Esto ayudó a que muchas de estas empresas no hayan caído en quiebra porque el costo fijo laboral tenía un aporte del Estado nacional en el 2020 y parte del 2021. Pero hay que mirar a futuro porque hay que ver en qué condiciones se encuentran las empresas para hacer frente a la presión tributaria. En pandemia los cobradores no salieron a cobrar los impuestos, pero una vez que comience a reactivarse la actividad de fiscalización de deudas del empresariado, el efecto será significativo.
Si la ayuda fue buena pero no suficiente, ¿cómo habría que contribuir eficientemente con el sector?
La ayuda fue muy buena pero tiene un punto de quiebre. Todo lo que se perdió en este tiempo tiene que tener una fuente de financiamiento. Hoy las empresas tienen un costo financiero muy alto y la baja rentabilidad de las actividades hace que sea casi imposible pagar las altas tasas de interés. Las grandes firmas tienen cortado el financiamiento externo, fundamentalmente porque el país no termina de arreglar su deuda externa. Eso infiere en las empresas que no pueden tomar créditos para invertir en las empresas nacionales. Es un círculo vicioso, ya que si pudieran tener ese crédito, de todos modos se toparían con dos realidades: la seguridad jurídica y la alta presión tributaria. Esto hace que grandes capitales no quieran invertir en el país o bien que se vayan del país, tal como está sucediendo.
¿Cómo es la situación de las empresas que siguen en pie ?
Las pequeñas y grandes empresas son las que ocupan entre un 70 y 80% mano de obra, esos sectores están muy afectados. Hoy casi todas las empresas están con bastantes complicaciones a raíz del último tiempo de la pandemia. Hay sectores cuya actividad en 2020 y 2021 fue casi nula. Era muy difícil que empresas que ya venían con situaciones de crisis pudieran mantener costos fijos durante tanto tiempo. Esto provocó que muchos sectores estén atravesando crisis terminales, como lo todo relacionado con el turismo, eventos y otros rubros casi sin actividad.
¿Cuál es la postura que tienen para el control de la hacienda pública que se discutirá próximamente con la reforma de la Constitución provincial?
En cuanto a nuestras incumbencias, venimos expresando hace tiempo que uno de los factores fundamentales es el sistema de control. Si los sistemas de control no funcionan, esto lleva a que el manejo de los fondos públicos no sea eficaz ni eficiente. Hay que hacer un análisis exhaustivo de los esquemas de control. Hay que mejorar el sistema de designación de las autoridades que encabezan los sistemas de control. La designación, a nuestro criterio, debe ser un cuerpo técnico designado por concurso, en el cual se demuestre capacidad para estar en ese cargo y separado del esquema político. Eso ayudará muchísimo a que los sistemas de control sean más eficientes en la utilización de los recursos nacionales y provinciales.