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La ausencia de interdisciplina educacional provoca desconexión entre conceptos, tanto en los candidatos a diputados como en los maestros y profesores, excusando de la generalización a los que sí actúan a conciencia. Casos como los candidatos a diputados y sus propuestas electorales, y la profesora de La Matanza, Laura Virginia Radetich, se cruzan intrínsecamente, aunque parezcan diferentes.
En el caso de las propuestas electorales se continúa haciendo referencia a promesas de lucha por los derechos de Salta ante un Buenos Aires con un federalismo ficticio, proponiendo la derivación de recursos participativos a obras en la provincia que siempre fueron delegadas por convenios entre los mismos representantes de partidos que hoy se vuelven a postular. Si antes no lo hicieron ¿Cuál es la garantía de que lo harán? Como ejemplo de solución ante esta falta se llega a proponer la creación cooperativas de viviendas, para que con el aporte de sus afiliados se distribuya, sin fines de lucro, viviendas entre todos sus participantes, siendo que un programa provincial o nacional debería promover lo mismo.
¿Qué nos hace mantenernos pasivos ante esta enunciación o el mismo hecho de hacerlo?
En el caso de la profesora, cuando esgrime la comparación de una entidad educativa privada a la estatal, nunca cuestiona en su argumento la inversión educativa del presupuesto nacional, ¿cuánto cuesta un maestro, profesor o institución a cada habitante del suelo argentino?
Las escuelas fueron cambiando su valoración ciudadana: cuánto más se alejaron de la idea-objetivo original, menos identificación generan.
¿Por qué sucede esto?
Muchos factores pueden hacer que una persona pierda el sentido de lo que hace, entre ellos una política económica que deteriore el poder adquisitivo del salario, haciendo que la misma se aboque todo el tiempo a su situación personal, perdiendo de vista el objetivo general de su trabajo.
Igualmente, las cooperativas o instituciones del Estado no escapan a la oferta y demanda social. Si la calidad educativa baja, la educación privada sube; lo mismo a la inversa.
Algo parecido sucede cuando, en nuestro analfabetismo interdisciplinario comparamos los grandes mercados electrónicos o informatizados que surgieron en la última década con los viejos almacenes que dependían de distribuidores especializados, por la falta de comunicación o demoras en la misma.
¿Deberíamos demandar a las fuentes de música online porque las disquerías dejaron de vender vinilos, casetes y CD? Queremos y exigimos una mayor calidad de vida, buscando los mejores accesorios tecnológicos, y al mismo tiempo protestamos su avance atropellado, porque no nos permite acomodarnos socialmente en lo que nuestro parecer pretende, o sea la falta de interdisciplina no nos permite la visión del concepto amplio del progreso.
El caso específico de Uber o Cabify, dos sistemas que vienen emparejados con el avance tecnológico de internet, telefonía celular, aplicaciones en la nube, asistentes de programación, robots, que hoy afecta a un grupo de prestadores de servicio que quedó en desventaja, por falta de previsibilidad, por falta de interdisciplina educativa, que no supo adaptarse a tiempo para poder competir. En comparación con este problema, ¿deberían salir a protestar las disqueras contra Spotify? ¿Las librerías contra Amazon Kindle?
Deberíamos comenzar a pensar en un futuro sustentable y robotizado, cuando las personas no necesiten viajar kilómetros para obtener recursos, cuando los transportes sean autónomos y con energía libre, para que el intercambio de conocimiento entre diferentes áreas de especialización, que hoy trabajan sin conexión, paralelas, empujando un progreso tecnológico dependiente, se aúnen para que la tecnología sirva al ser humano y no terminemos prisioneros de ella.
Una sociedad que no tiene logística, interdisciplina educativa, es un barco sin timón a merced de las olas, con tripulantes arrogantes y soberbios gritando que la deriva es culpa del otro grupo que está en babor o popa, o del viento o del mismo mar, donde ninguno cede para juntarse y resolver el problema del timón.