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El viernes de la semana pasada se realizó una jornada sobre enfermedad celíaca en niños y adultos en el Hospital Público Materno Infantil, organizada por los servicios de Gastroenterología de este centro sanitario y del hospital San Bernardo.
Esta actividad se desarrolló en el marco del consultorio de transición para adolescentes con patologías gastroenterológicas crónicas, que llevan adelante ambos hospitales. La jornada fue bimodal: presencial y virtual, con profesionales de distintas disciplinas. Llegó a haber 140 personas en total, entre el auditorio y conectadas de distintos lugares del país y hasta del exterior.
Vinieron dos profesionales de Buenos Aires: la doctora Carmen Toca, gastroenteróloga infantil, exautoridad del hospital Posadas, y la doctora Eugenia Oregui, gastroenteróloga de adultos del hospital Dr. Carlos B. Udaondo, el centro de referencia de gastroenterología de Buenos Aires.
Una de las coordinadoras de la jornada, la pediatra gastroenteróloga y hepatóloga infantil Cinthia Bastianelli (MP N° 3.972), se refirió al trabajo que realizan entre ambos hospitales para hablar "el mismo idioma" con los pacientes que están por cumplir la mayoría de edad.
La experta caracterizó la enfermedad celíaca y habló sobre la importancia del diagnóstico por parte de distintas especialidades. Habló de las enfermedades asociadas y de la importancia de estar atentos para detectar a tiempo a un paciente, incluso sin síntomas.
¿Por qué hicieron una jornada sobre celiaquía entre ambos hospitales?
Hace más de un año, empezamos a hacer un consultorio de transición para pacientes adolescentes, entre los 13 y los 18 años de edad, con patologías gastroenterológicas crónicas.
Por ahora, el consultorio lo hacemos en el Materno Infantil. La doctora Erica Valdiviezo, gastroenteróloga del hospital San Bernardo, viene para atender conmigo. Tanto el especialista de adultos como el de niños tienen que saber el manejo en la adolescencia para hablar el mismo idioma.
Hace poco, logramos transferir desde el Materno Infantil al San Bernardo la primera paciente compensada en forma definitiva, que tiene como diagnóstico enfermedad celíaca.
Aprovechamos para hacer la jornada sobre celiaquía porque esta enfermedad abarca todas las edades y tiene interdisciplinas para trabajar. Además, es muy prevalente en Salta y en el mundo. En la Argentina, en pediatría, tenemos una prevalencia de 1 cada 78. En niños, uno siempre debe sospechar la enfermedad celíaca cuando hay diarrea, talla baja, distensión abdominal...
¿Por qué esta enfermedad abarca varias especialidades?
Gastroenterología es la especialidad que va a seguir al paciente una vez que tenga el diagnóstico, pero quien tiene que sospecharlo es el médico clínico. Por eso, estaba invitada clínica médica, para hablar desde sus síntomas. Anatomía patológica, porque necesitamos hacer una biopsia: necesitamos un endoscopista y un patólogo para que analice la biopsia y sepa qué solicitamos. Necesitamos al bioquímico para que haga unos anticuerpos adecuados y que sepamos cuál es el valor de corte, cómo se realiza. Por eso, todo el mundo tiene que estar enterado de qué estamos hablando.
La enfermedad celíaca requiere un diagnóstico adecuado porque, una vez que el gastroenterólogo le hace un diagnóstico al paciente, este le queda para el resto de su vida. Nosotros, que atendemos chicos, tenemos 70 años con esa patología. Entonces, es muy importante que todos hablemos el mismo idioma.
Los ginecólogos, que fueron invitados y dieron una disertación, también deberían sospechar enfermedad celíaca ante trastornos en la menstruación, infertilidad o en embarazadas que tienen mal progreso de peso en sus fetos, intraútero, para evitar las complicaciones en el recién nacido.
¿En qué consiste la enfermedad celíaca?
Esta enfermedad es una intolerancia permanente al gluten. No es una alergia.
Tiene una manifestación que es hereditaria, con predisposición genética, y puede aparecer en cualquier momento de la vida. Entonces, es importante estudiar a los familiares del paciente diagnosticado. Uno puede tener la genética predisponente pero algunos no lo manifiestan y otros, sí. Se cree que hay varias teorías, como algunas infecciones u otras enfermedades que pueden activar estos genes y desarrollar la enfermedad.
Si yo soy celíaca, es probable que a mis hijos los tenga que estudiar el resto de la vida cada tanto para hacerles los anticuerpos y ver si en algún momento aparece la enfermedad. Cuando son familiares de primer grado o hasta de segundo grado, necesitamos hacerle un análisis de sangre al que no tiene síntomas, para ver si hay anticuerpos.
Una vez que tiene el diagnóstico, ¿qué necesita la persona?
Para tener una vida lo más normal posible, la persona necesita hacer una dieta libre de gluten por el resto de su vida, tener control gastroenterológico, control con su médico de cabecera y seguimiento con anticuerpos. Son los mismos análisis que en su momento le dieron positivo: se siguen haciendo controles para ver que vuelvan a negativizarse. Si eso que fue positivo a lo largo de la vida sigue negativo, quiere decir no que se curó, sino que el paciente está haciendo bien la dieta. La enfermedad no se cura, solo se trata con dieta.
¿Cuáles son las enfermedades asociadas?
Hipotiroidismo, enfermedades hepáticas, hepatitis autoinmune, trastornos en la piel, alopecia, síndrome de Down, diabetes tipo 1, entre otras. Si tengo un paciente con una enfermedad tiroidea, tengo que pedirle los anticuerpos. Los diabéticos que son insulinodependientes pueden también ser celíacos. Entonces tengo que pedirles a lo largo de su historia anticuerpos para ver si en algún momento se manifiestan. A los pacientes con síndrome de Down, también, porque pueden tener la misma predisposición genética.
¿Cómo ve las posibilidades reales de que un celíaco haga la dieta?
Cada vez es más frecuente, más probable y mucho más sencillo, porque hoy los alimentos se encuentran en casi todos los supermercados y almacenes grandes. Hay cada vez más productos disponibles en góndola.
"Cualquier persona que tenga la genética y consuma harina puede ser celíaco en algún momento".
Sí, pero son más caros...
En realidad, hoy no sé si son tan caros. El problema es que una persona que no es celíaca puede comprar lo más barato... En cambio, el celíaco tiene que buscar solo los productos que estén permitidos y que esté confirmado que no tengan gluten. Ahí se encarecen, porque eligen una marca.
¿Los hábitos alimentarios de la población inciden en la celiaquía?
Sí, nuestra alimentación se basa en las harinas. Cualquier persona que tenga esta predisposición y tenga el hábito de incorporar harina, puede ser celíaco en algún momento. Hay países donde el consumo de trigo no es tan frecuente y por ahí la prevalencia es menor, pero porque también la genética es diferente.
Para tener celiaquía, necesitamos la genética siempre y el hábito de consumo de harina. Eso sí, no hay que sacar las harinas de la dieta ante la sospecha, sino solo con la confirmación de la enfermedad. Si no, no se puede diagnosticar.