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La recurrencia del fracaso neoliberal

Jueves, 21 de abril de 2022 02:36
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Ante la ausencia de un plan económico para bajar la inflación y de crecimiento, nos preguntamos por qué han fracasado en nuestro país en los últimos años las políticas económicas caracterizadas erróneamente como neoliberales o liberales, pudiendo definir las dos últimas experiencias: la convertibilidad del gobierno del Dr. Carlos Menem y el gradualismo del ingeniero Mauricio Macri, que con los errores cometidos basados en teorías conceptuales no respetadas -donde se mezclaron los intereses económicos y políticos de la época- llevaron al fracaso de las mal llamadas políticas neoliberales o liberales.

El objetivo de este artículo es analizar los errores más significativos en estos dos modelos económicos mal implementados, no justificados académicamente por el manejo de la macroeconomía, para no volver a cometerlos en futuros gobiernos.

Estos tuvieron las siguientes características:

a) Utilización como ancla inflacionaria el tipo de cambio, con las consecuencias conocidas, pérdida de competitividad, invasión de productos extranjeros, empresas nacionales en quiebra y pérdida de fuentes de trabajo entre las más importantes;

b) Liberación de controles del sistema financiero y de movimientos de capitales;

c) Utilización en exceso del endeudamiento externo e interno, y

d) Restarle importancia a los desequilibrios macroeconómicos como el déficit fiscal, de cuenta corriente, tasa de ahorro o inversión generando cambios en los precios relativos, en el salario y el tipo de cambio real, políticas que provocaron problemas financieros y de crecimiento en el mediano y largo plazo.

 

Si sacamos una foto del estado de nuestra economía podemos observar que los intereses corporativos en muchos casos no dejaron implementar un cambio liberal, neoliberal u otro ya que se acentuó la cultura rentística con el crecimiento de la pobreza y la inevitable asistencia del Estado, potenciado por políticas tradicionales de proteccionismo industrial y de legislación laboral, diagnósticos similares se produjeron en las políticas de los 90 de la administración Menem y en el gobierno de Macri.

El gobierno del ingeniero Macri no fracasó porque no se cumplió la proyección inflacionaria, porque se terminó la autonomía del Banco Central, o porque no se fijó un tipo de cambio, o no se dolarizó la economía. Fracasó porque no se siguió con una política de disminución del déficit fiscal que forzó un endeudamiento insostenible.

Con la experiencia e historia de los fracasos de los gobiernos mal implementados como los mencionados (Menem y Macri), vemos que surgieron con más fuerza las ideas que proponen ideas distribucionistas y anti-

mercado provocando la ineficiencia económica con inflación creciente y el aumento de la pobreza, que fue utilizada para incrementar votantes cautivos demandantes de políticas populistas.

Convertibilidad

Desde 1975, fecha en la que se produce el Rodrigazo, nuestro país convivió con altísima inflación.

La "tablita" de los años 1978-80, como un instrumento de devaluación periódica, controlada y constante, no acompañó a la inflación que crecía por encima de esta.

Luego el Plan Austral de estabilización monetaria, posteriormente ante un nuevo rebrote inflacionario durante 1998, forzó a crear un nuevo programa conocido como Plan Primavera que no logró evitar la hiperinflación de 1989 y 1990. Ambos habían fracasado rotundamente, la inflación heredada del gobierno del Dr. Raúl Alfonsín no se podía controlar, era el mal mayor y el único de la economía.

Entonces surgió la idea de un shock para eliminarla ya que habían fracasado las políticas e ideas gradualistas, y es así que el gobierno del Dr. Menem y su ministro de Economía Domingo Cavallo resolvieron que la estructura central del programa era fijar el tipo de cambio en una paridad 1 a 1 con el dólar prohibiendo por ley al Banco Central financiar al sector público. Esta ley fue aprobada el 27 de marzo de 1991 cuando la moneda de cambio era el austral y declaraba que 10.000 australes equivalían a un dólar desde el 01 de abril de ese año.

Observamos que este plan antiinflacionario llamado "La Convertibilidad" tuvo como única ancla el congelamiento cambiario, sin considerar ni asumir compromisos sobre el control del déficit fiscal, la política salarial y el gasto público. Entre los aspectos más importantes, la imposibilidad de emitir dinero para que el Banco Central financie al Gobierno generó que los déficits sean financiados por endeudamientos internos, externos y el producido por las privatizaciones.

Podemos afirmar que las reformas estructurales fueron en su momento bien vistas en los primeros años. Pero el fracaso de la Convertibilidad fue por el conjunto de políticas macroeconómicas mal aplicadas que ocasionaron atraso cambiario, desequilibrios de la cuenta corriente, endeudamiento

externo significativo, recesión, crisis bancaria con fuga de capitales, una política financiera que endeudaba en dólares a sectores y personas que recibían sus ingresos en pesos.

 El programa Macri

Es considerado también como un fracaso ya que ignoró la realidad de recibir un país con desequilibrios macroeconómicos que eran impostergables, aplicando políticas gradualistas con una economía que no funcionaba, una legislación laboral obsoleta, un sector público sobredimensionado y deficitario, y una educación pública mala y decadente. Además, se continuó con muchas políticas económicas ya probadas que no pudieron resolver los desequilibrios heredados de la gestión anterior a pesar de tener un grupo de empresarios que administraban el Estado y con economistas que manejaron los complejos instrumentos monetarios, fiscales, financieros y comerciales. A pesar de todo esto, carecieron de la coherencia suficiente para garantizar el éxito.

Nos preguntamos por qué Argentina no aprendió de sus errores macroeconómicos durante la política de shock llamada convertibilidad, el gradualismo de Macri o en la segunda parte y siguientes de los gobiernos kirchneristas como lo hicieron sin ir más lejos los países limítrofes.

A nuestro país, que posee grandes cimientos en la cultura social y política, le es muy difícil lograr la alternancia entre distintas raíces ideológicas. Esto solo fue posible si se cumplían por lo menos dos condiciones: a) Que el cambio de signo ideológico ocurra después de una experiencia que fracasó en el campo económico, y b) Que la alternativa que se intente implementar sea lo suficientemente creíble y coherente para que tenga un éxito reconocido la nueva gestión.

 Año electoral

El 2023 será un año electoral. La oferta de candidatos con propuestas liberales, neoliberales, conservadoras, de izquierda y hasta populistas debe ser analizada por todos nosotros recordando la historia de nuestra economía. Pero si de algo estoy seguro es que todas las fuerzas políticas deben ponerse de acuerdo para generar políticas de Estado respetando la macroeconomía, que se mantengan en el tiempo y sea cual fuere el sector ganador, que las cumpla variando quizá la sensibilidad al aplicar estas políticas. Vaya pensando...
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