Antes de las 12 de este martes, a través de un comunicado conjunto de la UTA (Unión Tranviarios Automotor) y la CGT (Confederación General del Trabajo), se anunciaba que los servicios de corta y media distancia comenzarían a normalizarse durante el mediodía. El día anterior, en forma desafiante, el gremio de los choferes de colectivo había decidido "no acatar la conciliación obligatoria" dictada por el Ministerio de Trabajo de la Nación y comenzó un contundente paro a partir de la cero del martes. Miles de salteños se vieron afectados por la medida de fuerza, que duró casi 12 horas.
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Antes de las 12 de este martes, a través de un comunicado conjunto de la UTA (Unión Tranviarios Automotor) y la CGT (Confederación General del Trabajo), se anunciaba que los servicios de corta y media distancia comenzarían a normalizarse durante el mediodía. El día anterior, en forma desafiante, el gremio de los choferes de colectivo había decidido "no acatar la conciliación obligatoria" dictada por el Ministerio de Trabajo de la Nación y comenzó un contundente paro a partir de la cero del martes. Miles de salteños se vieron afectados por la medida de fuerza, que duró casi 12 horas.
El paro se hizo sentir durante toda la mañana. Por el macro y microcentro salteño hubo un intenso tránsito, pero sin colectivos de línea. Mucha gente que suele movilizarse en colectivo tuvo que compartir el auto, sacar la bicicleta o tomar un taxi para trasladarse a los lugares de trabajo o para otras actividades cotidianas.
Las escuelas también sintieron el impacto. Una docente del nivel inicial contó que muchos maestros que utilizan el servicio de transporte público no pudieron asistir a dar clases, por lo que las aulas estuvieron vacías. A los padres de los alumnos se les comunicó el día anterior qué docentes no iban a concurrir.
La actividad comercial fue una de las más afectadas por la medida de fuerza, ya que las ventas dependen mucho de la cantidad de gente que circula en las calles. Los propietarios de negocios expresaron su malestar por el hecho de que el paro se sostuvo pese a que la Nación dictó una conciliación obligatoria. Aseguraron que la protesta los perjudicó notablemente.
"Lógicamente estamos muy molestos y nos sentimos perjudicados por los sindicatos. A ellos no les importa, total cobran igual. Esto nos afecta económicamente y nadie nos reconoce nada", dijo Carol Ramos, vocera de Comerciantes Autoconvocados a El Tribuno.
La referente señaló que las pérdidas por el paro fueron importantes. Estimó que los negocios vendieron un 80% menos durante la mañana. "Espero que se levante el paro porque nos perjudica en todos los aspectos. Un día de trabajo es mucho", afirmó.
Varados
La mañana del martes comenzó con una imagen atípica. Las paradas de la avenida San Martín, que habitualmente están llenas de gente, se encontraban totalmente vacías.
En un primer momento, desde la UTA a nivel nacional se había señalado que el paro sería por 48 horas, desde la 0 del martes y hasta la misma hora del jueves. La decisión generó el enojo de los salteños, que repudiaron la medida de fuerza de un sector que pide una equiparación salarial con la ciudad de Buenos Aires: aspiran a cobrar $150.000.
En una recorrida de El Tribuno por el centro capitalino se reflejaron las consecuencias de la medida de fuerza. Miles de salteños quedan varados al no poder utilizar el transporte público de pasajeros.
"Tuve que movilizarme en la moto de un amigo para venir a hacer mis changas. A las 9 en punto llegué a la San Martín. Vengo de Villa Los Sauces y a las 8.30 pasaron a buscarme", comentó Cristian.
Una vendedora de una galería ubicada en la peatonal contó que bajó mucho la cantidad de gente. "Yo me muevo en moto. Hoy me están salvando un poco los turistas", señaló.
Luis, un docente jujeño que se encuentra de visita en Salta, señaló que en esa provincia los choferes tienen un sueldo de 100.000 pesos. "Yo soy docente y no llego ni a una tercera parte de ese monto".
Una vecina de la zona sur tomó un remise para llegar al centro y cumplir con un turno médico. El viaje le costó 800 pesos. "Es una protesta que puede estar justificada, pero los usuarios tenemos que pagar las consecuencias", lamentó.