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La denunciada Generación Zoe tenía una sucursal en Salta que era muy concurrida

Se presentaba como una “escuela de Liderazgo y Coaching”. La sucursal salteña se habia inaugurado a principios de este año. “Todos los días se veía que entraba mucha gente al edificio, aunque no se veían colas en la calle porque el lugar es grande", contó un vecino.
Martes, 05 de abril de 2022 18:06
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A principios de este año desembarcó en la provincia una sucursal de Generación Zoe. La organización liderada por el coach ontológico Leonardo Cositorto, quien fue detenido en República Dominicana acusado de estafa, se presentaba como una “escuela de Liderazgo y Coaching”. 

Curiosamente, la delegación salteña se ubicó al lado del anexo de la Universidad Católica de Salta, a tan solo 20 metros de la Comisaría Segunda de la Policía de Salta y al frente de la Planta de Verificación de Automotores que tiene Gendarmería Nacional. 

Hoy, el imponente edificio que está en Pellegrini y Tucumán se encuentra cerrado. Detrás del grandioso ploteo que tapa los grandes ventanales se pueden ver unas pocas sillas en su interior. Un vecino de la zona, que no quiso dar su nombre, contó que el domingo pasado a la tarde, una camioneta 4x4 llegó al edificio y cargó papeles y computadoras.

Según contó a El Tribuno, durante los primeros meses del año, cuando muy pocos conocían la estafa piramidal que llevó adelante Leonardo Cositorto, se observaba que estaban poniendo “a punto” el edificio. Hasta se animó a decir que hicieron una “inversión millonaria” para refaccionar el inmueble. Un empleado que trabaja cerca de ese lugar contó que era común ver muchas motos estacionadas en la vereda.

FOTO: JAN TOUZEAU

“Todos los días se veía que entraba mucha gente al edificio, aunque no se veían colas en la calle porque el lugar es grande. Ahí creo que daban cursos de capacitación. Nosotros nunca sospechamos que podían andar en la ‘fulería’, la verdad que nos enteramos hace poco de lo que era. Los domingos si pasaba más gente”, expresó.

Lo real, es que la sucursal salteña estuvo poco tiempo “operativa” ya que el 11 de febrero, el fiscal federal Eduardo Taiano imputó por supuestas maniobras de estafa al fundador de Generación Zoe, Leonardo Cositorto, a partir de dos denuncias en las que se lo acusa de captación de ahorro público no autorizado y manipulación del mercado.

La relación de Cositorto con la provincia no solo queda en la instalación de una de las sucursales de Generación Zoe. El coach ontológico, en el momento que había estallado por los aires la estafa, anunció que había comprado una mina que estaba en Salta. El empresario deslizó que la ubicación del lugar debía “ser secreto”. 

En el grupo de Telegram de Zoe Cash explicaron, en ese momento, que la ubicación de la mina no se podía informar “hasta que no se complete el último pago y se concluyan todos los trámites legales”.

Estafa

Durante cinco años Generación Zoe se dedicó a atraer clientes a través de la firma de un contrato a cambio de servicios de coaching ontológico, espiritual y educación financiera y se terminó transformando en una de las estafas más grandes de Argentina.

Investigaciones preliminares impulsadas tras la denuncia de ahorristas sostienen que la estafa es millonaria en pesos y dólares, y que hay miles de afectados por las maniobras en la localidad cordobesa de Villa María, además de en otras provincias de la Argentina y en otros países hispanohablantes.
Interpol había emitido un pedido de captura internacional contra Cositorto, acusado de llevar a cabo un esquema Ponzi y haber estafado a miles de inversores, y finalmente fue detenido el lunes en República Dominicana.

El pedido de captura sostenía que Cositorto está señalado por dirigir y promover, junto con otras siete personas, el “haber acordado asociarse para cometer ilícitos indeterminados, simulando ser una empresa de la fachada Zoe y Al Coaches SAS dedicada al dictado de cursos de Coaching, Mentoring, Trading, entre otros, con una solvencia extraordinaria a sabiendas que no contaban con los fondos suficientes”.

La empresa liderada por Cositorto, además ofrecía supuestos activos, como una criptomoneda llamada Zoe Cash que pasó de valer cerca de 30 centavos de dólar a principios de año a 0,04 centavos en la actualidad (-99,85%) y se ufanaba de garantizar un retorno del 7,5% al 10% mensual o de hasta el 120% anual en dólares, además de haber empezado a invertir en múltiples negocios como el fútbol, la gastronomía, “el metaverso” y los NFT.

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