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29 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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“Una universidad más abierta y en diálogo con la sociedad”

Stella Maris Pérez de Bianchi, rectora de la Universidad Nacional de Salta entre 2004 y 2010.
Martes, 10 de mayo de 2022 22:06
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Stella Maris Pérez de Bianchi asumió el rectorado de la UNSa (2004-2010) después de una de la crisis más importantes de la Argentina contemporánea. Le tocó vivir los primeros años de la presidencia de Néstor Kirchner y la recuperación económica de un período excepcional que no volvió a repetirse. Considera que una de las deudas de las casas de estudio es la apertura hacia las necesidades reales de la sociedad.

¿Cómo ve la universidad de este momento en comparación con aquella que le tocó vivir como rectora?
Creo que hay que contextualizar los momentos históricos que tuvo cada uno para evaluar la gestión. Yo estuve a partir del 2004, es decir saliendo de una crisis nacional y había comenzado una recuperación económica en el 2003 cuando comienza el gobierno de Kirchner (Néstor) que reconoce deudas que tenía el Estado nacional con las universidades y tuvimos un oxígeno importante en materia presupuestaria, sin ser una maravilla pero muy distinto del 2001 y el 2002, que fueron años muy dramáticos, por entonces yo me encontraba en el decanato de la facultad de ciencias naturales y no teníamos ni para pagar la luz. Creo que el sistema se reforzó muchísimo con la creación de nuevas universidades, con sedes, extensiones áulicas y con el incremento del número de docentes. A partir de 2004 y 2005, cuando estaba de ministro de Educación Daniel Filmus comenzaron planes y refuerzos, cambios muy importantes todos dirigidos al crecimiento.

La reforma universitaria del 18 ya cumplió 100 años. ¿Usted cree que sus principios aún siguen vigentes o habría cosas que mejorar?
Por suerte a pesar de tanto tiempo se mantuvieron los principios de la libertad de cátedra, del cogobierno, el concurso de las cátedras. La reforma y la declaración de gratuidad del 49 transformaron totalmente la universidad argentina. Por supuesto que siempre se puede hacer más y sigo respetando esos principios sobre todo el cogobierno que garantiza que los estudiantes sean parte del gobierno de la universidad. La única forma de mejorar todo esto es con más democracia en los claustros, con más diálogo, con más participación y rescatando algún principio de la reforma que por allí se nos escapa y es que la universidad no solo esté al servicio de los estudiantes sino de la investigación y la extensión.

¿Cree que la universidad, particularmente la UNSa, cumple con los objetivos planteados cuando se la fundó o hay deudas pendientes?
Cuando nosotros comenzamos la gestión en 2004 hicimos un documento de planificación con la ayuda de la secretaria académica Zulma Palermo que retomó los principios fundacionales de la universidad, esos que hablan de la universidad latinoamericana integrada con los países de la región, de la universidad comprometida con el desarrollo local, regional y nacional. Hubo mucho entre medio... en cincuenta años la dictadura volteó todo eso y hubo que volver a construirlo y hacerlo con parámetros nuevos, con nuevos paradigmas, creo que se podría dar más y es un desafío permanente para la universidad seguir cumpliendo los objetivos fundacionales que son de una redacción impecable y con un enfoque regional muy importante. Creo que cada gestión tendría que repasarlos y profundizarlos. Claro que falta, tal vez hacer una universidad más popular donde los alumnos puedan tener más persistencia en cuanto a su regularidad, al no abandono, y eso muchas veces tiene que ver con condiciones socioeconómicas. Se crece en becas, por ejemplo, pero nunca es suficiente y hasta las cuestiones de comedor universitario pesan. Hay que prestar mucha atención al tema de la deserción.

¿Y qué es lo que cambiaría, si es que cree que habría que hacerlo?

Sí. Mayor apertura de la que ya tiene la universidad, mayor diálogo con la sociedad, mayor pertinencia, mayor llegada, No es que no la tenga, pero digo... estar más abierta hacia su comunidad, más en este momento que la Argentina está pasando por problemas económicos y sociales tan graves. Hay muchas universidades nacionales que participan muy activamente en las capacitaciones, en la formación en oficios, en capacitación para el trabajo, creo que esa es una herramienta que habría que tener presente de participar mucho más con la comunidad en sus problemas reales. Además de los estudios, la enseñanza, las graduaciones. Hay que seguir reforzando las actividades de extensión universitaria porque son las que justamente planteó la reforma y es la que la lleva a estar en contacto con su medio, en donde la universidad no solo vuelca saberes sino que también recoge saberes de las comunidades. Hay un intercambio.

¿Cree que el tema presupuestario está cumplido o hay que aportar más todavía teniendo en cuenta que buena parte del presupuesto es para atender en sueldo docente?
Ojalá se pudiera mejorar y más rápido. Lo que pasa que la distribución presupuestaria es un trabajo realizado a través de todo un sistema donde se trabaja con indicadores y modelos de presupuesto. No son números al azar sino bastante controlados y medidos por el Ministerio de Educación y la UNSa deberá ver qué es lo que tiene que mejorar. En mi época lo que había que mejorar era la cantidad de graduados, estábamos bajos en la fórmula de distribución presupuestaria en el número de graduados. También hay que mirar indicadores de la relación docente - alumno y las dedicaciones docentes.
 

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