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El circuito de los residuos no finaliza cuando los depositamos en una bolsa y los sacamos al canasto de la vereda de las casas, sino que son transportados hasta el relleno sanitario para su tratamiento y disposición final.
Prácticamente la mitad de los residuos sólidos urbanos generados en la ciudad son húmedos y una parte es reciclable.
Al separar y clasificar los residuos, se pueden generar innumerables oportunidades tendientes a cuidar el medio ambiente, y a que se garantice el disfrute para las actuales y futuras generaciones.
El compostaje permite brindar una solución a la problemática socioambiental asociada a la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos, ya que además de su tratamiento adecuado, se obtiene un producto natural con valor productivo.
Agrotécnica Fueguina, en el marco del programa de sustentabilidad de los servicios del relleno sanitario San Javier, puso en marcha su "Proyecto de Compostaje", destinando un sector del predio para su realización. En este espacio, denominado playa de compostaje, se disponen para su tratamiento los residuos orgánicos generados en las ferias y mercados de frutas y verduras, y los restos de poda urbana, que son triturados con una máquina chipeadora (una de las últimas incorporaciones a la flota de la empresa).
La poda urbana que es recolectada en forma diferenciada se somete a un proceso de trituración de la parte leñosa, obteniendo el chipeado, que al reducirse su tamaño favorece el proceso de compostaje.
El método empleado para la elaboración de compost es la técnica de pilas abiertas, que consiste en el armado de pilas de ciertas dimensiones, que se van conformando con el agregado de capas en forma alternada de restos de frutas y verduras, con el material chipeado. Se realizan volteos periódicos con pala mecánica de carga frontal y se riega en forma diaria las pilas.
Las pilas de compost permiten procesar semanalmente más 10 toneladas de residuos orgánicos aproximadamente.
Los montículos
Los restos orgánicos de estas frutas y verduras se convierten en abono natural a través de la acción de millones de microorganismos como bacterias, hongos y protozoos. Es por ello que se deben brindar las mejores condiciones ambientales para su desarrollo y supervivencia, ya que, al igual que los seres humanos necesitan aire, agua y alimento.
Para obtener un buen compost se debe constar de tres cosas: oxígeno, agua y alimento para los microorganismos. Además, se debe lograr una buena relación de carbono y nitrógeno en la mezcla de los materiales.
Los restos secos de poda tienen un alto contenido de carbono y los residuos húmedos (frutas y verduras), de nitrógeno. Los primeros son más voluminosos y crean espacio para que el oxígeno se mueva por todo el montículo.
El oxígeno es utilizado por los microorganismos para descomponer los desechos orgánicos a través de un proceso de degradación aeróbica. El compost es el producto final que queda después de que termina la actividad microbiana.
Durante el proceso se genera calor dentro de la pila que alcanzar más de 54´ C (etapa termofílica o higiénica), lo que es suficiente para matar organismos patógenos y semillas de malezas. Es un proceso en el que los materiales van descomponiéndose en etapas: lo primero que se degrada son los materiales simples, como las azúcares; por último, se degradan los materiales complejos, como la celulosa.
Usarán el compost para abonar parte del San Javier
“En el sector de compostaje se realiza el acopio de podas urbanas que son procesadas con una chipeadora y el material resultante se utiliza para la elaboración del compost. Este material es valorizado conjuntamente con las frutas y verduras, que se generan como residuos de los mercados y ferias y son recolectados con los servicios de la empresa”, señaló Ariel Aguilar, ingeniero del relleno sanitario San Javier.
El profesional contó que en el proceso de compostaje se mezclan estos materiales y son transformados en un producto de gran valor que puede tener diferentes usos, como por ejemplo fertilizante y enmiendas orgánicas para suelos degradados.
“Lo utilizaremos para la revegetación de los módulos clausurados y como abono en las tareas de forestación en el relleno sanitario San Javier. Para que el compost esté listo para su uso se requiere entre 4 y 6 meses. Actualmente elaboramos las pilas de compost procesando, en cada pila, unos 10 mil kilos de residuos orgánicos, y monitoreamos los principales parámetros, como temperatura, humedad y PH, que sirven de indicadores de la actividad microbiana y se cumplen las diferentes fases del proceso hasta su estabilización”, dijo.
Y concluyó: “En el sector de compostaje, al recibir el material de los mercados, nuestros colaboradores realizan una segregación minuciosa para eliminar material no apto para el compostaje para el armado de las pilas. El compostaje se considera una de las mejores alternativas para el tratamiento de los residuos orgánicos”.
La separación en origen es un factor determinante en la gestión integral de los residuos, ya que permite recuperar del circuito de los residuos una mayor cantidad y calidad de materiales para su reciclaje y los orgánicos pueden ser destinados a la elaboración de compost, garantizando su tratamiento adecuado.
Hoy más que nunca existe una voluntad de la sociedad en participar en acciones que favorezcan el cuidado del medio ambiente, de la mano de una creciente conciencia sobre los graves problemas ambientales que generan una mala gestión de los residuos. Es por ello que la separación de residuos en origen es también una oportunidad para los vecinos.
El nuevo sistema de recolección permite que el programa Salta Separa llegue a toda la ciudad y de esta forma, poder recolectar la totalidad de los residuos secos reciclables que se generen en el municipio.
Todos podemos colaborar, al modificar nuestros hábitos de consumo, reducir la generación de residuos, y con una actitud positiva hacia las políticas de gestión de los residuos.