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Salario básico universal

Sabado, 06 de agosto de 2022 02:25
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Desde hace un tiempo sectores pertenecientes al Frente de Todos vienen exigiendo al Gobierno nacional la aplicación de una asistencia monetaria mensual no contributiva a la que han dado en llamar "Salario básico universal" (SBU).

La medida, que cuenta con el apoyo explícito de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y del controvertido dirigente social Juan Grabois, ha sido plasmada en un proyecto de ley que ha tenido inicio en la Cámara de Diputados. El SBU sería "una prestación monetaria mensual no contributiva de alcance nacional destinada a trabajadores y trabajadoras de bajos ingresos" y lo percibirían personas desocupadas que trabajen en la economía informal, que estén inscriptas en la categoría "A" del Régimen Simplificado de Pequeños Contribuyentes o en el Régimen de Inclusión Social y Promoción del Trabajo Independiente.

También podrían percibirlo quienes trabajen en relación de dependencia con registro de aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), en tanto perciban un salario bruto anual igual o inferior al establecido para la categoría "A" del Régimen Simplificado de Pequeños Contribuyentes.

Ni salario ni universal

Ya que los argentinos nos atribuimos el invento del dulce de leche (originario de Indonesia), del colectivo (idea pergeñada por el matemático Blaise Pascal hacia 1650) y de la birome (inventada en Hungría), ahora sí podemos afirmar que somos los inventores del Salario Básico Universal.

Este concepto no figura en la literatura académica ni en la de divulgación (no existe esa entrada en Wikipedia). Comencemos por la noción de salario. La RAE lo define como "Cantidad de dinero con que se retribuye a los trabajadores por cuenta ajena" y es la definición que se acepta en el lenguaje coloquial.

En ese afán de originalidad los promotores de esta idea han sustituido un concepto aceptado en todo el mundo que es el de "Renta Básica Universal" (RBU) o "Ingreso Básico Universal" (IBU) que, aunque tienen sustanciales diferencias con el proyecto de marras, resulta más cercano que la inadmisible denominación de "salario" a lo que claramente no lo es.

Desde que los antiguos romanos retribuían los servicios de sus legionarios con unos cuantos gramos del valioso "oro blanco" (sal), la noción de salario se ha ido consolidando como retribución del trabajo por cuenta ajena. (De la misma forma evolucionó la noción de sueldo: pago que se realiza a un soldado). El SBU de manera alguna puede asimilarse a un salario.

Tampoco es "universal". Tanto en la Renta Básica Universal (RBU) como en el Ingreso Básico Universal (IBU) se entiende que el beneficio debe alcanzar a todos los habitantes.

Existe una discusión académica sobre si estas prestaciones deben ser "incondicionales" con lo que también beneficiaria a los sectores de mayor poder adquisitivo.

De todas maneras, ni la RBU ni el IBU han sido adoptados con todas sus características en ningún país. Solo han existido experiencias piloto que combinan elementos de la propuesta a menor escala para poblaciones específicas o por un tiempo determinado.

El principal antecedente de un ingreso que reciben todos los ciudadanos proviene de Alaska, que desde 1982 le da a cada habitante un cheque anual (entre 1.000 y 2.000 dólares) que proviene de la actividad petrolera.

El doctor en Economía y decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Di Tella, Eduardo Levy Yeyati, considera que el ingreso básico universal no es viable en la Argentina ni en ningún país en desarrollo (insistimos en que tampoco ningún país desarrollado lo ha adoptado).

Teóricamente se considera que el IBU sería útil para nivelar situaciones de desigualdad, pero no para eliminar o disminuir la pobreza.

Proponer estos planes sin que paralelamente se elabore una estrategia para la creación de empleos decentes solo responde a una estrategia de mantener cautiva una clientela electoral, despreocupándose de darle una salida efectiva a millones de compatriotas sumergidos en la indigencia.

 

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