¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
14°
26 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Trabajador pastelero

Sabado, 14 de enero de 2023 00:00
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El pasado jueves 12 se celebró el Día del Trabajador Pizzero y Pastelero. La fecha conmemora la fundación del Sindicato de Trabajadores Pasteleros, Confiteros, Heladeros, Pizzeros y Alfajoreros (STPCHyA) en 1946. Hace 77 años la pastelería se independizó de la panadería y la gastronomía y creó su propio sindicato. Con el correr de los años fue ampliando su ámbito de aplicación, constituyendo hoy un poderoso gremio que agrupa diversas actividades tales como: pizzeros, heladeros, confiteros, alfajoreros y servicios rápidos. Desde pequeños comercios y cadenas locales, hasta grandes multinacionales de comidas rápidas como Mcdonald's, Burger King, KFC, Wendy's, Starbucks. Llega a nuclear así a más de 40 mil trabajadores.

En Salta fue fundado en 1967 por el dirigente Carlos Raymundo Reyes, bajo el nombre de "Sindicato de Trabajadores Pasteleros, Confiteros, Pizzeros, Heladeros, Sandwicheros y Alfajoreros (S.T.P.C.P.H.S.yA.)".

La historia del sindicalismo pastelero en Argentina presenta sabrosos ingredientes. Los panaderos y pasteleros pueden señalar, con orgullo, que su sindicato fue el único fundado por uno de los grandes pensadores y revolucionarios del siglo XIX: el italiano Errico Malatesta. El anarquismo ha tenido históricamente una mala prensa que nos ha dejado solamente la imagen de los graves hechos de violencia protagonizados por algunos de sus fanáticos, sin analizar el certero cuestionamiento de la sociedad inspirado por sus ideólogos (Godwin, Proudhon, Kropotkin, Bakunin).

Sin embargo, algunos anarquistas como Malatesta defendían la institución familiar, así en su libro "Ideario" expresa: "Hagamos observar antes que nada, que, a pesar del régimen de opresión y de mentira que ha prevalecido y prevalece aun en la familia, esta ha sido y continúa siendo el más grande factor de desarrollo humano, pues en la familia es donde el hombre normal se sacrifica por el hombre y cumple el bien por el bien, sin desear otra compensación que el amor de la compañera y de los hijos". Y en su breve ensayo "Amor y anarquía" (parece el título de una telenovela) expresa: "Se nos dice que una vez eliminadas las cuestiones de intereses, todos los hombres serán hermanos y se amarán mutuamente. Pero esto no es aún el amor. Amar a todo el mundo se parece mucho a no amar a nadie", y concluye: "Eliminemos la explotación del hombre por el hombre, combatamos la pretensión brutal del macho que se cree dueño de la hembra, combatamos los prejuicios religiosos, sociales y sexuales, aseguremos a todos, hombres, mujeres y niños, el bienestar y la libertad, propaguemos la instrucción y entonces podremos regocijarnos con razón si no quedan más males que los del amor".

Malatesta, siendo perseguido en Europa por sus ideas recaló en Buenos Aires, donde junto a Ettore Mattei fundó, en 1887, el primer sindicato de la actividad: la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos. El origen anarquista del gremio explica los insólitos nombres de nuestras "facturas". Al respecto se cree que el argentinísimo nombre de factura (que etimológicamente se refiere a algo hecho, facturado) fue expresamente utilizado por los obreros pasteleros para que se valorizara su trabajo. El anarquismo se caracterizó por el duro cuestionamiento al Estado, a la Iglesia y a las fuerzas policiales. Se especula que por una conspiración secreta de los panaderos (que en sus primeras décadas siguieron liderados por anarquistas) gradualmente se fueron incorporando a la identificación de las delicadas facturas nombres como "cañones", "bombas", "vigilantes", "bolas de fraile", "suspiros de monja" y "sacramentos", para escarnio del ejército, la policía y la Iglesia, respectivamente. A los fanáticos defensores del "establishment" seguramente se les quedarían atragantadas las exquisitas facturas al conocer este origen etimológico.

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD