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Una mujer vive con su hija enferma en la Plaza Güemes: “Ni para comer tenemos”

Dice que ella sólo cobra 20 mil pesos y que la última vez que alquiló una “piecita” fue a 30 mil la cual no pudo pagar más y la terminaron echando. Solo pido que me ayuden, mi hija sufre del corazón, hay días que no comemos nada”, le dijo a El Tribuno.
Miércoles, 04 de octubre de 2023 11:29
Fotos Javier Rueda, El Tribuno.
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El árbol es hoy su casa. Las ramas su techo. Las sábanas su pared. Adentro de ese improvisado “refugio” hay un viejo sommier (el cual le regalaron) donde duermen una madre y su hija, quien padece una enfermedad cardíaca. Su esposo falleció hace casi un año y ella se quedó sin hogar. ¿Qué pasó? A pesar de estar legalmente casada con el hombre, los hijos de él la desalojaron de la casa. “Usted no tiene más nada que hacer acá”, le dijeron con suma crueldad. Debió entonces, Silvia Olarte, tomar a su hija, y dejar esa casa que la había albergado por mucho tiempo. 

“Yo alquilaba una piecita junto a mi hija pero no la pude pagar más (muestra un recibo). Me cobraban 30 mil pesos y yo apenas tengo una pensión de 20 mil. Tuvimos que irnos. Viví durante cuatro meses en la Terminal de Ómnibus, al menos ahí tenía un techo, un baño, me acostaba en cartones. Podía hacer unos pecitos como para comer. Hasta que tuvimos que irnos también de ese lugar. Pedí ayuda en todos lados, inclusive fui hasta el Grand Bourg y a la Legislatura. Pero nadie me da una mano”, relató Silvia Olarte a El Tribuno.

Sin la “piecita” de la pensión. Sin el techo de la Terminal. No le quedó otra que improvisar una nueva “vivienda” para estar junto a su hija. Vio un frondoso árbol que la podía acoger. Darle sombra los días de calor, protegerla de una eventual lluvia con sus ramas. Ahí puso un sommier que le regalaron, y cubrió todo tronco con sus sábanas para improvisar las paredes. “El otro día llovió y al menos el árbol nos tapó del agua. A veces con mi hija no tenemos ni para comer. No desayunamos ni hacemos ninguna de las comidas. Yo intento conseguir ayuda en la peatonal pero nadie me da una mano. Yo les pido a los salteños que me ayuden. Mi hija está enferma del corazón, muchas veces la tuve que internar. Yo sólo quiero un lugar para vivir con dignidad. Después trabajar para poder comer”, detalló.

 

En las últimas horas, según ella misma informó la Policía le pidió que debe desalojar el lugar por una denuncia que hicieron los vecinos, no le detallaron de qué se trata. “Yo no les pido nada a ellos, no los molesté desde que estoy en este lugar, no se por qué actúan de esa manera. Si estoy acá es porque no tengo ningún otro lugar dónde ir”.

La mujer contó que su hija muchas veces llora porque no tienen qué comer ni siquiera un pedazo de pan. “Llora porque no podemos conseguir comida. Mi hija llora todos los días. Tampoco tenemos un baño porque los comercios de la zona no nos dejan utilizarlo. Me mezquinan todo. Ya no se que hacer. A mi nena le da vergüenza esta situación. Está ahí adentro (mira hacia la improvisada casa) quiere y no quiere salir de ahí ”. 

Silvia Olarte contó que en todo este periplo que le tocó vivir desde que murió su marido y sus hijos la echaron de la casa que compartían, le robaron el teléfono celular. “Yo tengo miedo por ella no solo sufre del corazón sino que tenemos que estar atentos a que no nos roben las pocas cosas que tenemos como la ropa”. 

Es que hoy, por la situación económica por la que atraviesa el país, hay mucha gente en situación de calle, hay muchos que ante el más mínimo descuido se quedan con lo poco que tiene el otro. “El peligro está latente. Al menos acá me siento protegida porque se mueve mucha gente, hay policías que cuidan por la Legislatura y esto es al menos una preocupación menos para mi cuando salgo a la buscar algo para comer y beber par a mí y mi hija”, cerró el diálogo con El Tribuno Silvia Olarte. 

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