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"A 30 años de la desaparición del tren y el progreso"

Viernes, 10 de marzo de 2023 02:25
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Las últimas horas transcurrieron sin ninguna novedad en el ámbito nacional respecto de un tema que, indagando un poco más en nuestra historia, nos da la pauta de por qué el sistema logístico y de transporte de pasajeros terrestre está en la situación en la que se encuentra. Un día como hoy pero de hace 30 años vencía la última prórroga del decreto 2388/92 del Gobierno nacional a la suspensión general de los servicios de pasajeros de larga distancia que se había dispuesto para aquellos cuya explotación no fuera afrontada por el gobierno de las provincias en donde hasta ese día, aún se servían de trenes desde y hacia Buenos Aires. Un sistema unitario pero que nos conectaba como nunca jamás volvimos a ver.

Numerosos servicios que hoy vemos como imposibles, aún estaban circulando hacia capitales como Corrientes, Posadas, San Juan, San Luis, Resistencia o Jujuy. A 30 años, jamás volvieron a ver un tren de pasajeros rodar por sus viejos andenes. Y en casos paradigmáticos como los de San Luis o San Juan, levantaron las vías de los accesos a sus capitales provinciales.

Otras provincias como Salta, Buenos Aires, Río Negro, Tucumán y Chaco decidieron mantener provincialmente el sostenimiento del servicio de trenes pero sin invertir con la estructura ni con la espalda financiera que significaba Ferrocarriles Argentinos, una de las mayores empresas del mundo en aquellos años por capital y por trabajadores.

Pero en estos 30 años no todas fueron malas noticias. En numerosos lugares se gestaron ONG y Juntas Promotoras de la recuperación de los servicios ferroviarios que en buena medida tuvieron éxito. Desde 2014 se vive un verdadero cambio de tendencia en la caída del uso de este excelente medio de transporte. Pero sigue siendo insuficiente, hoy menos del 5% de las cargas nacionales y el 8% del movimiento de pasajeros se mueve por tren.

Debemos exigir que en nuestras áreas de influencia se retomen estos servicios y en especial, se consigan servicios urbanos. Salta es un excelente caso de éxito producto de una lucha de muchos años para recuperar el tren desde Salta a Campo Quijano, que se sumo al trayecto hacia Guemes.

Una materia pendiente que hoy se nos debe en las escuelas y universidades de lo que esto significó para el desarrollo de nuestro país. Pero la falta de información y enseñanza respecto de la historia de los ferrocarriles argentinos, nos da la noción de porqué en su momento no tuvo el apoyo ni la lucha necesaria para evitar que está política, devenida del Decreto Nacional 666/89 de Supresión de Trenes de Pasajeros Interurbanos, tuviera lugar. Cuesta encontrar material fílmico que nos muestre alguna manifestación contra esta situación.

La denominada frase "ramal que para, ramal que cierra", tuvo un sostén muy fuerte en un amplio número de Diputados y Senadores nacionales, sindicalistas, empresarios del transporte y también de muchos medios de comunicación del país. Claramente Menem no estuvo solo en la toma de decisiones, por si hay alguien que quiere olvidar esta parte de la historia.

De tener 47.500 kilómetros de líneas férreas divididas en seis ferrocarriles, nombrados en honor a grandes próceres y de ser la sexta red en extensión del mundo, luego de su estatización en 1948, comienza un innegable declive por falta de inversiones necesarias para su mantenimiento y de falta de visión de Estado, encolumnadas primero con el Plan Larkin en 1959, la Dictadura en los 70 y el Menemismo en los 90.

Hoy con 36.900 kilómetros en funcionamiento a través de una empresa estatal y tres empresas concesionarias que no invirtieron casi nada en estos 30 años, hace unos meses el gobierno de Alberto Fernández les extendió su concesión por un año más en lo que es ir por fuera de lo que dicta la ley 27.132 aprobada en 2015 con amplio apoyo de todo el espectro político.

Hoy solamente 4.500 kilómetros han quedado para trenes de pasajeros y sin ninguna novedad de recuperar nuevos servicios con las prestaciones y velocidades que tuvimos hasta ese fatídico año 1993: Lo que en 2006 Pino Solanas denominó un "Ferrocidio" o lo que hoy vemos como un innegable camino hacia el subdesarrollo.

Sin embargo y afortunadamente, como ya dijimos, en numerosos lugares se gestaron ONG y Juntas Promotoras para la recuperación de los servicios ferroviarios que en buena medida tuvieron éxito.

Resta que los gobiernos velen por una verdadera política de Estado para recuperar de acá hacia los próximos 30 años lo que se perdió y podamos pensar que podemos torcer de una buena vez la tendencia bajista en el uso del tren, y nos miremos en un proyecto nacional como sucedió en muchos países de Europa o Estados Unidos. Pero con una impronta criolla que nos haga mejores.

 

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