¡El home office llegó para quedarse! Hoy en día son cada vez más las personas que trabajan desde su casa, pero lo que para muchos es una dinámica cómoda de trabajo, para otros puede traer distintos tipos de problemas.
Lo que sucede es que quienes pasaron del trabajo presencial al home office sin preparación previa quizá no contaban con el equipo necesario. La mayoría de las sillas de oficina están pensadas para dar tanta comodidad y soporte a la espalda como para que los empleados puedan estar sentados largas horas.
Por otra parte, algunos hogares no cuentan con sillas de la misma calidad, utilizando en muchos casos algunas que no están igualmente preparadas para el uso intensivo.
Pero además de las sillas, el escritorio tiene una parte importante en un ambiente de trabajo cómodo, siendo la segunda cara de esta moneda. Es por eso que hoy vamos a hablar de todo lo necesario para crear el espacio de home office perfecto.
El escritorio
Vamos a empezar con la parte esencial del home office, el escritorio. Este aparece como nuestra zona de trabajo, por lo que contar con un escritorio ideal y ordenado puede hacer toda la diferencia en nuestra eficiencia.
Aunque podría parecer obvio, es importante remarcar que el “escritorio ideal” va a depender enormemente del tipo de trabajo que realicemos. Aunque la enorme mayoría de los trabajadores virtuales realiza sus tareas en un procesador de texto, existen excepciones.
Por ejemplo, quienes trabajen en diseño de sonido, con video o imágenes probablemente necesitarán contar con suficiente espacio para una segunda (o tercera) pantalla. Esto es lo mismo con aquellos diseñadores o arquitectos que trabajen con tabletas gráficas o instrumentos similares.
En estos últimos casos, el espacio amplio que ofrece, por ejemplo, un escritorio en L aparece como una opción que utiliza el espacio de forma muy efectiva. Los escritorios en L además de ser espaciosos, permiten sacarle el máximo provecho posible a las esquinas de cualquier habitación.
También tenemos a aquellas personas más chapadas a la antigua cuyo trabajo requiere el uso de documentos físicos o papeles. Este puede ser el caso de profesores que deban realizar correcciones, o abogados que deban evaluar y redactar documentos.
Sea cual sea el caso, aquí es fundamental que el escritorio cuente con un amplio número de cajones en los cuales poner todos estos documentos y otros elementos de trabajo. Existen varios tipos de escritorios de madera, tanto clásicos como más actuales especialmente
diseñados con este objetivo en mente.
De hecho, el trabajo manual con documentos y varios otros archivos físicos fue la necesidad en la cual se diseñaron la mayoría de los escritorios antiguos. Por lo que estos modelos están literalmente hechos para esto.
Por otro lado, también está el caso de los trabajadores digitales que solo necesitan escritorios de oficina que cuenten con el espacio justo y suficiente para un monitor y un teclado.
Estos muchas veces buscan ser lo más económicos posible en el tamaño de los muebles, por lo que las enormes zonas de trabajo que antes mencionamos pueden parecerles un gasto innecesario de espacio.
Para ellos, recomendamos los escritorios modernos. Estos suelen tener un diseño minimalista y discreto que pone énfasis en la funcionalidad. Estos generalmente consisten en una tabla de madera laqueada con uno o dos cajones para guardar lo necesario.
La silla
Pero además del escritorio, la segunda pieza esencial de cualquier zona de trabajo es la silla. Una silla adecuada es más que una cuestión estética, es una cuestión fundamental de salud. Quienes pasan largas horas al día frente a una pantalla exponen su espalda a tensiones que pueden causar daños permanentes a largo plazo si no se cuenta con un soporte adecuado. Todos sabemos lo importante de una buena postura, y es aquí donde la silla cumple un rol tan importante como el hábito. Si bien sentarse derecho es algo que se aprende, no es lo mismo hacerlo en una silla regular que en las sillas ergonómicas.
Estamos seguros que ya ha oído hablar de la palabra “ergonómica”, esta hacía referencia a la ergonomía, el estudio del diseño de muebles y vestimenta que se adapte a la postura natural del cuerpo.
Los objetos diseñados con la ergonomía como punto clave consideran una amplia variedad de factores como la distribución del peso, la comodidad, la resistencia de los materiales, entre otros. El tener en cuenta todo esto hace que los objetos ergonómicos estén preparados para ser usados cómodamente durante largos periodos de tiempo.
En el caso de las sillas de escritorio, esto significa que esta cuenta con características importantes como soporte lumbar (para mantener la curvatura natural de la espalda), acolchonamiento para la espalda baja para reducir el esfuerzo esqueleto-muscular y una base que garantice mantener una posición neutral que disminuya al mínimo el desbalance de peso. Esto último es clave. Una mala postura hace que el peso de nuestro cuerpo se distribuya de manera irregular, lo que pone demasiada presión en algunos puntos y muy poca en otros. A la larga, estos puntos hacen un esfuerzo disparejo, lo que a su vez puede causar daños.
Consejos adicionales
Más allá de las sillas de escritorio , un aspecto importante es la elevación. Lo ideal es que las pantallas en las que escribamos estén a la altura de nuestros ojos o un poco más abajo. Esto evitará que doblemos nuestro cuello de forma innecesaria.
Aunque la silla aquí cumple un rol importante, ya que conseguir un modelo con elevación ajustable vuelve más fácil esta tarea, existen diferentes objetos que pueden ayudarnos en esto.
Quienes utilicen una computadora de escritorio podrían simplemente ajustar la altura del monitor, pero para aquellos que usen laptops un soporte para computadoras sería más que efectivo como complemento de una silla ergonómica.
Estos suelen ser armazones de madera, plástico o metal que elevan la laptop y la ponen en una posición más cómoda para periodos largos de tiempo. En general para su uso tenemos que complementar con un mouse y teclado inalámbrico.
Por último, además de las sillas para escritorio y el escritorio en sí, contar con una habitación ordenada puede hacer toda la diferencia en el clima de trabajo. Mantener un espacio limpio y ventilado crea un ambiente más sano.
Con este consejo cerramos nuestra guía de hoy. Esperamos que hayan podido encontrar alguno que otro tip para poner en práctica en su propio hogar o oficina.