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Ariel De Boeck trabajaba en el Hospital Publico Materno Infantil como licenciado en Higiene y Seguridad, y también como profesor en el Instituto Ramón Carrillo. Además, tenía un emprendimiento como personal trainer en un gimnasio en el norte de la ciudad. Hace algo más de un año, decidió dejar todo y viajar a Búzios, Brasil, primero, y luego a la Riviera Maya, México. El giro se debió a que quería vivir de la música.
Ariel desarrolla su vida ahora como cantante y DJ. "El arte es una forma de expresión, es lo que siempre quise hacer por lo que generás empáticamente. Siendo de Salta y haciendo bailar a la gente, poniendo música, cantando, expresándome. En el arte no hay barreras lingüísticas. La música habla por mí, es un puente", dice en diálogo con El Tribuno.
Grabó en 2007, con 23 años, su primer disco de rock pop "No contaban con mi astucia" de forma independiente. Y en el 2010 publicó "Las cosas que amas no son lo que pensabas", placa también independiente. Durante la pandemia comenzó a proyectar su tercer disco y a estudiar en la escuela Cybermusica para ser DJ. Estaba tendiendo puentes hacia su presente.
Decidirse
"Fui de vacaciones a Búzios en marzo del 22 para festejar mi cumpleaños y el trato a los artistas era totalmente diferente a como era en Salta", dice, y agrega: "Búzios tiene mucha movida nocturna, mucha vida artística, mucho turismo... y hablando con empresarios y encargados me contaron cómo era la paga. Te doy un ejemplo: por cantar 4 horas te pagaban alrededor de 100 dólares. Cuando en Salta, en los boliches de La Balcarce, yo cantaba dos, tres horas, toda la noche y me pagaban $6.000, $3.000 y a veces hasta $1.500 para toda la banda, y un juego de cuerdas cuesta $2.000. No daban los números".
En Brasil tomó la decisión de vivir de la música. "A pesar de tener mi título, mi gimnasio, de dar clases en el Instituto Carrillo. Siempre quise hacer música, grabé mi primer disco a los 23 años. Y desde que recuerdo estuve con la música pero la vivía como un hobby, como algo alternativo... y hoy en día estoy viviendo exclusivamente de ella", relata.
Rumbo a Playa del Carmen
"Estuve hasta marzo de este año en Búzios. Fui una semana a Salta para festejar mi cumpleaños con mi vieja. Toqué ese fin de semana en la Balcarce -tengo muchos amigos en La Balcarce- y al día siguiente me vine para acá, para México", resume otro giro en su vida.
"Playa del Carmen, en el Caribe mexicano, es casi idéntico a Búzios y a Río de Janeiro, pero mucho más grande. Es una ciudad balnearia y turística donde la Quinta Avenida son alrededor de 5 kilómetros de bulevar, tipo Balcarce, y tenés calles aledañas a los costados y los beachs, las playas, con los camastros, las sombrillas, las piletas, el hidromasaje, y ahí -frente a la playa- podés tocar. Entonces decidí venirme más al norte, y haciendo lo que hacía en Búzios, trabajando con cantante y DJ", describe.
La música
"Los discos están en YouTube y a Spotify los estoy subiendo de a poco, también están en SoundCloud. Si ponés en cualquier buscador Ariel de Boeck, salen los videos y las canciones grabadas", detalla, y recuerda: "Claro, es de la época en la que tocábamos con Perro Ciego, con Oxes, con grupos que estaban en 2007, 2010 en Salta. Y vendía mis discos en Morrison, en Atípiko y en H y R Maluf".
Ariel nació en Orán, su mamá -recién recibida de médica en Tucumán- fue a hacer la residencia a Colonia Santa Rosa. En el norte hizo el Jardín y se vinieron a Salta. En el Santa Isabel de Hungría cursó la primaria y la secundaria, en el Colegio Nacional. "Allí comencé con la música, teníamos a Ana Carrizo como profe de Música, nos hacía tocar la guitarra y yo tenía una criolla que era de mi viejo, él me enseñó un par de notas, y esta profe nos enseñó folclore, rock nacional. Y teníamos la foto del Cuchi Leguizamón en los salones del Colegio Nacional donde ensayábamos. Allí me empezó a gustar la música y empecé a pensar que estaría bueno vivir del arte", se sincera De Boeck.
Ya tiene la residencia mexicana para trabajar. "Estoy en un ambiente muy expuesto, porque llevo mi música a radios, hago shows en la Riviera Maya. Vivo en Playa del Carmen y viajo a Cancún, a Tulum, estoy muy expuesto: soy argentino y trabajo en la noche. Esta residencia te permite trabajar legalmente y no tener problemas", cuenta.
"Se extraña los asados, los domingos, las empanadas fritas, la cerveza negra. Aquí viven muchos cordobeses, santafesinos, porteños, pero poca gente del norte. Se extraña el acento, las costumbres", dice el artista que llevó su música a los bares más convocantes del caribe mexicano, el Bar Loco, la discoteca Provenza, el Gourmet Park PDC, entre otros. Con sello salteño, se presenta frente a playas de arenas blancas y aguas transparentes en la Riviera Maya.