Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
18°
4 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Luces y sombras de un año de gobierno

Miércoles, 11 de diciembre de 2024 01:53
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El 10 de diciembre se cumplió el primer año gobierno del presidente Javier Miley, en una gestión caracterizada por la imagen positiva del gobierno y la falta de presupuesto para el próximo año.

La gestión tuvo logros y desafíos, pero sobre todo generó expectativas por la sensibilidad de reconocer las demandas de la sociedad y poner manos a la obra, es decir, representarla. Ejemplo de esto fue el déficit cero y la crítica a los dirigentes políticos.

Recordando que representar es "presentar de nuevo", nos preguntamos ¿que presenta de nuevo el gobierno del presidente Milei a un año de gestión?

Lo que nos presenta hoy el gobierno es la baja de la inflación, y la ejecución de medidas draconianas para eliminar organismos gubernamentales ineficientes y erradicar mitos como la "justicia social", la "gratuidad de la enseñanza" o "la defensa de las personas vulnerables, las mujeres y las minorías sexuales". A semejanza de un segador bíblico, el presidente Miley pretende pasar la "zaranda" ideológica separando la mala hierba, para quemarla en el altar de sus convicciones libertarias.

El presupuesto

En un ambiente exultante, por el círculo virtuoso creado para el sector financiero, resultante de la disminución de la inflación, mínima diferencia en la brecha cambiaria y reducción del déficit fiscal. El gobierno nos muestra la pretensión de gobernar sin presupuesto aprobado por el parlamento.

En este contexto, el poder ejecutivo llama a sesiones extraordinarias del Congreso y no incluye en el temario el tratamiento del presupuesto para el próximo año. Esta omisión neutraliza la posibilidad de abordar temas vitales, como el financiamiento de los presupuestos provinciales y discutir sobre el trabajo, los ingresos para financiar el gasto y los impuestos; además resolver un plan para aumentar las menguadas reservas y una política cambiaria en la que no se pierda competitividad en el comercio exterior.

El presupuesto, la "ley de leyes" es el gran ausente – por segundo año consecutivo – de la gestión pública en Argentina. Un instrumento de política económica y planificación gubernamental, que lo envía el poder ejecutivo y lo recibe el congreso nacional para discutir sobre los gastos y recursos asignados al Estado.

Esta ley financia el funcionamiento de los tres poderes del estado, también las transferencias provinciales y municipales, es decir, nos permitirá conocer los ingresos que recibirán – en un año – el gobierno en educación, salud, justicia y seguridad y las arcas provinciales y municipales.

No obstante, las relaciones institucionales anómalas que tubo Argentina, cuyo resultado fue que en los últimos años se gobernó con presupuestos desajustados con la realidad económica por la alta inflación o por la falta de acuerdo político; se debe sancionar el presupuesto, porque allí se prefigura quienes serán los ganadores y los perdedores del año por venir.

Entonces, los desafíos para el próximo año son varios, uno de ellos – el principal – es la aprobación de un presupuesto, ya que, de lo contrario, la discusión democrática en el parlamento será reemplazada por la voluntad del poder ejecutivo, dando paso a las arbitrariedades de la asignación de las partidas, según la cercanía o lejanía a los intereses del gobierno. Este mismo accionar – las arbitrariedades del poder ejecutivo – es el que fue criticado a la expresidenta Cristina Kirchner, la "dueña del látigo", a decir de algunos; luego, no sólo no necesitamos otro látigo, sino que es temerario intentar imitar una práctica antojadiza e ineficiente que nos condujo a una crisis política de consecuencias insondables.

Otro desafío, es hacer el esfuerzo de prestar atención y asentir no sólo con lo que hay un acuerdo generalizado, como el de cobrar los servicios sanitarios y educativos a los inmigrantes de países vecinos o en pagar menos la nafta por el autoservicio para cargar nafta de los surtidores; sino también con lo que no estamos de acuerdo, como la especulación financiera, y preguntarse ¿quién pagará este juego de pocos?, en referencia a la trillada bicicleta financiera o "carry trade", a partir de la cual, en los últimos once meses se obtuvieron ganancias de 45% en dólares; sólo por pasarse de dólar a peso, hacer un plazo fijo a tasas altas en pesos y, luego volver a dólares.

Otro desafío es reivindicar la política, abjurando de quienes tienen pensado gobernar reemplazando la representación política por las asociaciones empresarias urbanas, asociaciones empresarias rurales, sindicatos, medios de comunicación o el capital financiero; todos defendiendo sus intereses. Promoviendo un corporativismo anárquico que neutraliza el ecosistema democrático y la formación de una sociedad en la que el diálogo, la negociación y el acuerdo, por medio de las instituciones – como el parlamento – actúe de mediadora tutelando los intereses generales.

En este sentido, los asalariados del sector público y privado, los jubilados y la mitad de la población que trabaja en el sector informal de la economía, fueron los perdedores del ajuste. En cambio, los sectores de la minería, la producción de gas y petróleo, el sector agropecuario o las plataformas de comercio online, son los que ganaron.

Ambos sectores conforman un país dual, que es el resultado de los sacrificios y comprensión de los que ganan y los que pierden, y aceptando los que les toca en este reparto desigual de premios y castigos esperan que la racionalidad política del gobierno y la oposición puedan empinarse sobre los desafíos por venir.

Empinarse por sobre los desafíos es: que voten un presupuesto, controlen la especulación financiera, reivindiquen la política y se alejen de los extremos ideológicos. Se lo merece una sociedad que es mayoritariamente comprensiva y generosa, y que espera un pacto de convivencia en la práctica de relaciones democráticas para decidir y progresar.

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD