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1 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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Talento y humildad

Miércoles, 12 de junio de 2024 01:26
Antonio Formaro.
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El pasado viernes 7, en el marco del Ciclo de Música de Cámara de la Fundación Salta que se desarrolla en la sala Dr. Federico Saravia Toledo de esa institución, el pianista de extraordinario talento Antonio Formaro ofreció un concierto cuyo programa incluía obras de Mozart, Mendelssohn, Grieg y Chopin. Hace poco menos de dos meses, el artista había presentado este mismo programa inaugurando el ciclo de conciertos en el Salón Dorado del Teatro Colón, donde las localidades se agotaron con varios días de antelación. Sin embargo, el martes 4 de junio a últimas horas de la tarde, las entradas para verlo en la Fundación Salta aún no se habían puesto a la venta. Esto resultó en que, a pesar de tratarse de un artista de su calibre, las 64 sillas dispuestas en la sala no llegaran a ocuparse en su totalidad. Tampoco hubo programas de mano, con lo sencillo que es hoy día hacerlos y compartirlos a través de un código QR.

Pero las desventuras no concluyeron allí. El piano Steinway de la sala Saravia Toledo se encontraba en un estado de mantenimiento mecánico y afinación que podría ser descrito, sin exageración alguna, como deplorable. El instrumento mostraba una evidente falta de atención técnica, lo cual comprometió gravemente la calidad de la interpretación. Tal vez sea pertinente recomendar encarecidamente a la Fundación que considere la contratación de personal verdaderamente especializado en afinación, regulación y armonización del instrumento. Solo así se podrá garantizar que la sala esté en condiciones óptimas para recibir a artistas de tal envergadura y brindarles un escenario digno de sus talentos.

A pesar de tanta adversidad y en un ejercicio de humildad igual de extraordinario que su talento, Formaro consiguió sumergir a la audiencia en un programa cuyos nexos centrales eran la espiritualidad y la introspección, a través de la estructura formal y armónica que cada obra posee, la experimentación y la innovación, a través de la continua exploración de esas formas con los matices y recursos dinámicos que le permitían ese deplorable instrumento, y finalmente la emoción y la comunicación, a través de un meticuloso trabajo con el tempo, los acentos y la ornamentación.

El "Rondó en la menor, K511", de W. A. Mozart (1756–1791), a pesar de su estructura formal clásica, que incluye un tema principal actuando como estribillo y tres temas adyacentes de naturaleza emocionalmente diferenciada, sorprende por su ornamentación y la inclusión de elementos cromáticos en los desarrollos y puentes temáticos, prefigurando de manera casi profética el advenimiento del Romanticismo, que surgiría bastantes años después de su composición. Formaro, con un enfoque pianístico más afín a los románticos en cuanto al peso de la muñeca y la resonancia del toque, nos ofreció una lectura noble y serena de esta obra, aunque quizás menos adelantada en términos expresivos, respetando en gran medida el canon establecido, a pesar de las dificultades inherentes a la hostilidad del instrumento utilizado.

Antonio Formaro es poseedor de un doctorado en Música y ha erigido su erudición en el análisis integral de la obra pianística de Felix Mendelssohn-Bartholdy (1809-1847), lo que nos sitúa frente a un verdadero experto en la materia. La "Fantasía en fa sostenido menor, Op.28", del renombrado compositor alemán, destaca como una de sus composiciones más trascendentales, no solo por su complejidad técnica, sino también por su desafiante interpretación al fusionar elementos de la tradición clásica con el lirismo característico de la época, generando así un resultado original y distintivo. En esta ocasión, la perspectiva única de Formaro hacia esta magnífica obra no solo superó las adversidades derivadas de la desafortunada condición del piano, sino que además logró cautivar al público mediante una exhibición de virtuosismo técnico, al tiempo que brindaba un discurso emocionalmente conmovedor. Estas cualidades, que solo están al alcance de unos pocos artistas, se tornan aún más excepcionales cuando se considera el desafío adicional de enfrentarse a un instrumento en tan lamentable estado.

La Suite "Estados de ánimo Op.73", del compositor noruego Edvard Grieg (1843-1907) se distingue por su empleo magistral de diversas técnicas compositivas, que le permiten transmitir una amplia gama de emociones y crear un ecosistema sonoro de enorme dinamismo. Grieg utiliza el contraste entre los diferentes estados de ánimo para tejer una narrativa emocional de gran complejidad, reflejando así la rica variedad de experiencias emocionales de la vida real. Su profunda conexión con la naturaleza noruega se manifiesta en la música a través de temas y motivos que evocan los paisajes y climas de su tierra natal. A pesar de enfrentarse a las limitaciones de un piano en mal estado, Antonio Formaro demostró su maestría al utilizar con habilidad el tempo y otros recursos disponibles para sugerir la riqueza técnica y la sutileza expresiva de la obra de Grieg, aunque algunos matices y recursos quedaran ocultos por las condiciones tan adversas del instrumento.

Lamentablemente, la adversidad persistió hasta el final del concierto cuando interpretó el "Scherzo en si bemol menor, Op. 31" de Frédéric Chopin (1810-1849). En esta pieza tan emblemática del compositor polaco, el pianista queda expuesto en su totalidad, pues su técnica, expresividad y discurso dependen en gran medida de la calidad del instrumento disponible. A pesar de ser un pianista excepcional, Formaro se vio afectado por esta limitación y se esforzó por construir un discurso musical al menos coherente. Los aplausos del público al final del concierto fueron más un reconocimiento a su arduo trabajo, exquisita sensibilidad y humildad, que una celebración del instrumento utilizado y de la resultante sonora. Al saludarlo al término del concierto, expresé mis disculpas por la vergüenza ajena que me provocó la penosa situación de la Fundación al proporcionar un piano de una calidad tan por debajo de su talento.

(Flavio Gerez es miembro de la Asociación de Críticos Musicales de la Argentina).

 

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