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Hoy se cumplen 128 años del nacimiento de José Vicente Solá, un escritor exquisito, un periodista que supo transmitir cultura, un político comprometido con su pueblo y con la enseñanza, pero por sobre todas las cosas fue un maestro, su principal condición que no abandonó jamás.
Consideraba que la base del crecimiento y progreso de la provincia estaba en la educación popular a la cual dedicó gran parte de su vida. Su pasión fue la enseñanza, prodigando todo su amor a una juventud a la que apoyó, alentó y estimuló, no sólo como autoridad y docente, sino sobre todo como amigo, padre y confidente. Dio todo lo que de sí podía brindar a los jóvenes estudiantes: transmitir sus inquietudes en busca de alcanzar la excelencia.
Fue su anhelo permanente forjar las conciencias de las generaciones que pasaron ante él en la nobleza y en la dignidad, insuflándoles además un marcado fervor patrio, gestando la idea de concretar ello en la manifestación patriótica juvenil conocida como "La Procesión de Antorchas" que se realizaba todos los años la noche del 24 de Mayo, víspera de la fecha patria, entonando las estrofas del Himno Nacional, poniéndose al frente de la marcha, que culminaba en la plaza central, dirigiendo su mensaje desde los balcones del Cabildo.
Su deseo que las generaciones futuras puedan aprehender en forma sencilla la gramática fue hecho realidad en tres libros "Castellano" (Primero, Segundo y Tercer Año).
En la obra" Castellano" para Primer Año, quedó plasmado este anhelo, preocupándose que la enseñanza de la gramática castellana llegara a los estudiantes en forma amena. En su prólogo señalaba que el aprendizaje nemotécnico, además de resultar cansador, se diluiría en el olvido una vez concluida las pruebas finales, se preguntaba entonces ¿cómo aplicará el alumno las reglas que no recuerda?
Animado de este propósito volcó todo su empeño para que el aprendizaje de la gramática le resultara placentero al educando, instrumentando así una ingeniosa metodología de estudio para que la enseñanza quede retratada en la memoria. Su labor fue valorada por el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública de la Nación que mediante Resolución del año 1943 suplantó los anteriores textos para la enseñanza secundaria por el Libro "Castellano" del Dr. J.V. Solá que comenzó a utilizarse en los colegios nacionales y escuelas normales del país. Fue autor de "Gramática Castellana" libro compenetrado de las verdaderas exigencias de la enseñanza, realizando una variada y extensa antología de poetas y prosistas argentinos, en su mayoría salteños, difundiendo de esta manera los valores de la literatura regional.
Su aporte
Rescató y revalorizó la cultura popular, haciendo posible la pervivencia de más de 7.000 vocablos regionales que fueron cuidadosamente recopilados en el "Diccionario de Regionalismos de Salta". En esta tarea puso toda su alma y su saber, dedicándole 15 años de su existencia. La Comisión Nacional de Cultura gratificó su esfuerzo al otorgarle el "Primer Premio de la Producción Literaria" a esta obra, que ya va por su octava edición, traducida a otros idiomas, que hizo trascender a nuestra provincia en el ámbito de Hispanoamérica y España, siendo en la actualidad un libro de consulta.
Debo detenerme por un segundo en este trabajo para expresar lo que este texto escrito representa, porque al ser reproducido permite su difusión, dispersión en el campo de la diferencia infinita, ya que lo escrito es un presente perpetuo sobre el cual no puede plantearse ninguna palabra consecuente que lo transformaría fatalmente en pasado, alcanzado su inmortalización. Esta obra tiene así el signo de vigencia imperecedera y de "prolija maravilla" como tan bien fue llamada, porque en ella se preserva la personalidad provinciana del NOA, lo que nos permite hoy conectarnos y comunicarnos con nuestro pasado, logrando colocar el pabellón cultural salteño en su sitial más alto, fruto de su privilegiado talento y de su laboriosidad extraordinaria. En ella se entremezclan voces y modismos que dan un sello propio y peculiar a la evolución del idioma en nuestro suelo. No sólo cabe hablar del puro tecnicismo del Diccionario, sino que en su contenido se evidencia un amor, un apego tan concreto y real a su tierra como la vida misma.
Habla de la región andina
Inmediatamente aflora otro interrogante acerca del tipo de gestiones a realizar para concretar una educación que responda a los requerimientos de las comunidades de esta zona que contrasta con la historia y el presente educativo en estos contextos. Una mirada esperanzadora que, reconociendo las expresiones educativas de la pobreza -el analfabetismo, las oportunidades de estudio, la exclusión educativa en cuanto a acceso, permanencia y eficiencia, las disimilitudes en los propios sistemas educativos, la situación docente- y el impacto del modelo en las desigualdades sociales, contemple la posibilidad cierta de desplegar acciones potencialmente transformadoras, situando a la escuela como ámbito de producción de aprendizajes relevantes para los niños que habitan en los extremos y como espacio de experiencias colectivas de carácter innovador.
Pero todas estas actividades deben tener un común denominador, esto es un enfoque orientado a las particulares necesidades educativas del pueblo originario, resultando imprescindible que el Estado tome muy especialmente en cuenta que se debe atender a una población diversa, por ello se deben confeccionar diferentes propuestas a través de programas compensatorios y focalizados; lo que debe llevar a que las políticas de Estado tengan en cuenta las referencias identitarias de estos grupos vulnerables y las situaciones socioculturales y sociolingüística distintas en el sistema educativo, implementando una política de reconocimiento y revalorización de las lenguas y culturas de los grupos étnicos, lo que contribuirá a generar las condiciones que permitan su inclusión social.
En la actualidad las prácticas educativas en áreas indígenas de la provincia siguen siendo de marcada homogeneización cultural y el rezago educativo, debido a problemas de atraso escolar, deserción, perjudican a la niñez indígena por la presencia de un arquetipo educativo que ignora su lengua materna y su cultura, estableciéndose de este modo una ruptura entre la cultura escolar y los procesos de socialización de los pueblos originarios.
Resulta digno de destacar el esfuerzo realizado por un grupo de maestras de la localidad de Cachi que, advirtiendo estas situaciones lograron adaptar y ensamblar la lengua aimara y quechua de los niños que asistían a los establecimientos educativos de los distintos parajes al idioma castellano con el que impartían las clases sus profesores, tomando como base el "Diccionario de Regionalismos de Salta" del Dr. Solá y ello lo volcaron en un texto de excelente impresión que titularon "El Nañito" que comenzó a usarse en las escuelas de esta extensa área, siendo notable el progreso evidenciado en el aprendizaje de los alumnos, en él se rescatan costumbres y valores de la región y regionalismos de la lengua
Fue diputado y senador en la Legislatura salteña. En su labor parlamentaria logró que se sancionaran más de 30 proyectos de su autoría, demostrando su constante preocupación por incorporar a la legislación de la provincia leyes de positivo valor social y de incalculables beneficios públicos, entre ellas, el Patronato de Menores cuyo propósito fundamental era la protección a la infancia abandonada y la previsión de la recta orientación o reeducación de los menores de la calle, también quedó convertido en ley su proyecto de creación de los comedores escolares gratuitos para los niños pobres; Escuela para ciegos. Fue autor de la ley N°1134 en la que se debía destinar una partida presupuestaria para la instalación de gimnasios en las escuelas y aparatos para ejercicio físico en las plazas tanto de la capital como del interior.
Odontólogo, educador y escritor, en el Colegio Salesiano "Ángel Zerda" impulsó escuelas de artes y oficios, en las que se enseñaba mecánica, electricidad, carpintería, herrería, talabartería, asimismo se establecieron sedes del Colegio en los barrios de la periferia salteña en las que se impartía enseñanza a los jóvenes cuyos padres no contaban con recursos económicos.
El Colegio Nacional "Manuel Antonio de Castro", tuvo el privilegio de tenerlo como su Vicerrector, cargo al que accedió por concurso, siendo querido y respetado tanto por el cuerpo de profesores - cuyo plantel también integraba al frente de la cátedra de "Idioma Nacional" y luego de "Castellano"- como por celadores y alumnos.
La muerte lo sorprende cuando iba a ingresar a la Real Academia Española como miembro de número, conforme las Notas que enviara Manuel Menéndez Pidal, presidente de esa importante Entidad y que obran en poder de la familia de este insigne salteño.
Pero su desaparición física no fue impedimento para que su labor trascendiera y se haga eco de la cita que el Dr. Solá en el introito de su Diccionario de Regionalismos señala: "Cuando ya las piedras quedan mudas, las palabras siguen todavía hablando las lenguas del pasado".