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En el extremo noroeste del Valle de Lerma se extiende un cordón orográfico conocido como la sierra de Vaqueros. Toma el nombre del pueblo y del río homónimo. Dueña de una hermosa fisiografía, es a su vez un activo para los estudios estratigráficos y tectónicos.
El bloque montañoso tiene unos 30 km de longitud, unos 5 km de ancho promedio y una orientación general norte a sur. Las capas geológicas que la constituyen están dobladas como un domo alargado que conforman una estructura llamada anticlinal. Más interesante es que esa estructura se hunde al norte y al sur con lo cual se correspondería con un braquianticlinal. Los puntos más altos del relieve alcanzan los 1.900 m sobre el nivel del mar con una prominencia de unos 800 m sobre el piso del Valle de Lerma.
La sierra de Vaqueros se recuesta sobre el alto bloque tectónico occidental de la sierra de Lesser y los Nevados de Castillo que superan los 5.000 m de altitud y está separada de la sierra de Mojotoro, al este, por el Valle de Lerma. Al norte la sierra de Vaqueros se estrangula hasta quedar clausurada entre esos bloques tectónicos. Al sur se pierde lentamente debajo de las terrazas de las lomas de Medeiros.
Ríos y hieleros
Tres ríos principales, que drenan desde el oeste, la atraviesan con una orientación noroeste-sureste y son Santa Rufina al norte, el Yacones al centro y el Vaqueros en su extremo austral. Esos ríos son de carácter permanente y traen aguas limpias, dulces y frescas, que desaguan desde los altos cordones occidentales. Cordones montañosos que estuvieron generosamente glaciados durante el Pleistoceno y cuyos hielos perduraron hasta mediados del siglo XX. Cerros desde donde se traían bloques de hielo a los mercados salteños en el siglo XIX, a lomo de animales, cuando no existían las heladeras. Trabajo que realizaban los llamados "collas hieleros" en un tiempo de oficios que ya desaparecieron.
Precisamente uno de los afluentes del río los Yacones es el río de Las Nieves, hidrónimo relacionado con ese fenómeno. La mayoría de los hielos han desaparecido en el último medio siglo y hoy solo quedan remanentes de agua congelada entre las rocas de las altas cumbres. Todos los ríos que cortan la sierra se unen en un colector común, el río Mojotoro, que luego de atravesar el angosto homónimo continúa su curso por el Lavayén y el San Francisco hasta dar en el río Bermejo. O sea que los ríos y afluentes que cortan transversalmente o bordean la sierra de Vaqueros por el este y por el oeste forman parte de la Alta Cuenca del Río Bermejo (ACRB). A ellos se suman cientos de afluentes y arroyos, manantiales y vertientes, permanentes o temporarios, que conforman el cuadro hidrológico de la región.
Las lluvias que los alimentan forman parte de la descarga de humedad que se origina en el este y que es arrastrada hacia el oeste por los vientos que soplan desde el Atlántico. Esa humedad se descarga progresivamente en la cara oriental de los Andes alcanzando sus máximos en la región tropical de Orán y bajando sucesivamente a medida que se encuentra con los distintos cordones orográficos.
La selva tucumano oranense
La sierra de Vaqueros actúa como una pantalla a esos vientos húmedos y recibe precipitaciones variables entre 800 y 1.400 milímetros. Algunos ríos actúan como corredores y llevan la humedad hasta la cara occidental de los altos cordones de Lesser y así se registran allí precipitaciones altas. Formando una franja húmeda desde Los Yacones, Lesser, Castellanos y San Lorenzo, donde se desarrolla una vegetación de selva Tucumano-Oranense-Boliviana llamada generalizadamente Yungas.
Esa vegetación intensa, de grandes árboles, plantas carnosas y epífitas, es la que viste muchos de los paisajes. Aun cuando hay toda una variedad de pisos vegetales en función de la altura y de las precipitaciones donde alternan desde parches de bosque chaqueño hasta pastizales de altura.
Uno de los graves problemas es la presencia del ganado cerril que ataca la débil vegetación que cubre suelos pobres y va generando un fenómeno erosivo que incrementa la destrucción del relieve y el aporte de sedimentos extras a los cursos de agua.
Desgarres erosivos disparados por el sobrepastoreo son comunes a lo largo de la sierra, así como la presencia de "romboides de pie de ganado" en los suelos afectados.
Agua y vegetación dan lugar también a una rica y variada avifauna con decenas de especies de rapaces, loros, pavas de monte, urracas, bandurrias, guaipos ala colorada, palomas y todo tipo de pequeños pájaros de vistosos plumajes. Los observadores de aves tienen a esa región como uno de sus paraísos ornitológicos.
En las playas barrosas de los ríos que cruzan la sierra es común observar huellas de diversos felinos, zorros y otros mamíferos que viven en esos espacios. El cuadro faunístico se completa con algunos reptiles (serpientes, culebras, lagartijas) y peces pequeños (mojarras, yuscas, viejas de agua).
Tesoros paleontológicos
La sierra de Vaqueros es el resultado del empuje hacia el este del gran bloque tectónico de Lesser. Fallas geológicas grandes y profundas ponen en contacto rocas marinas viejas (cámbrico-ordovícicas) con edades que se remontan a unos 470 a 500 millones de años atrás, con otras rocas muy jóvenes del período Terciario. Los rodados que arrastran los ríos de las montañas del oeste permiten ver cuán profundamente dichos cauces han penetrado erosivamente hacia occidente.
Los ríos arrastran rodados de una gran diversidad de tamaños y composiciones entre ellos los grises del Precámbrico, los rosados del Cámbrico y los verdes y negros del Ordovícico. Estos últimos están repletos de fósiles marinos, principalmente trilobites y braquiópodos. Especialmente los braquiópodos que son acumulaciones de conchillas en viejas playas marinas y que dan lugar a coquinas o lumaquelas, éstas últimas cuando conservan el brillo del nácar original.
Tesoros paleontológicos se hallan por doquier en los cursos de los ríos salteños, especialmente aquellos que cruzan o abrazan la sierra de Vaqueros. Ahora bien, queda por explicar cuál es la anatomía interna de la sierra. Para ello se puede hacer una travesía a lo largo del río Yacones, en parte en huella para vehículos en la época no lluviosa del año.
El resto del trayecto es a puro excursionismo con las debidas precauciones del caso, como es excursionar bajo la conducción de guías profesionales especialistas en senderismo y en medidas de seguridad.
Lo interesante es que los ríos Yacones y de las Nieves cortan la sierra y dejan ver las capas geológicas blandas que componen su interior. Dichas capas pertenecen al Terciario superior (Neógeno). Están formadas por arenas, limos, arcillas y conglomerados del Grupo Orán, tanto de los subgrupos Metán y Jujuy. Corresponden a estratos rocosos de origen fluvial formados en los últimos 15 millones de años durante los períodos Mioceno, Plioceno y Pleistoceno. Son capas dobladas en pliegues anticlinales y sinclinales y afectadas por fallas inversas que corren con rumbo meridiano.
Pliegues y fallas son la consecuencia del empuje que deformó la sierra de Vaqueros. El núcleo de la sierra tiene capas de areniscas rojas de la llamada Formación Jesús María. A ella se le sobreponen capas de areniscas grises con intercalaciones de conglomerados y cenizas volcánicas de la Formación Guanaco.
Esos conglomerados son muy característicos porque contienen rodados pulidos y lustrosos, así como "huevos" de cuarzo y abundantes rodados de rocas volcánicas. Una toba blanca intercalada recuerda un extraordinario evento explosivo en la Puna de unos ocho millones de años atrás que cubrió de cenizas volcánicas el norte argentino. Se caracterizan por contener diminutos granates rojos que se asemejan a pequeños rubíes. Dicha formación está cubierta por conglomerados y arcillas sucias con niveles de cenizas grises, que reciben el nombre regional de Formación Piquete.
La edad de las rocas
En esta formación descubrimos en la década de 1980 restos fósiles de dasipódidos (quirquinchos), abrocómidos (chichillas) y nidos de bolas de escarabeidos (escarabajos) junto a los colegas Hugo Alejandro Pelayes (1953-2016) y César E. Gonzalez-Barry. Publicamos los resultados en un trabajo en la Revista del Instituto de Ciencias Geológicas de Jujuy (Número 5, p. 67-69, 1982). Bruce Malamud, de Cornell University, dató una toba en esta formación que arrojó una edad de 1.2 millones de años.
En base a eso se reconoce que dicha formación se depositó entre el Plioceno y el Pleistoceno. En la sierra de Vaqueros se la encuentra fuertemente inclinada y a su vez erosionada y cubierta por depósitos de terrazas cuaternarias. Ello nos habla de la extrema juventud de la sierra y de los procesos tectónicos y erosivos que la afectaron en las últimas decenas de miles de años. Procesos erosivos que se están acelerando por el sobrepastoreo, incendios, cambios en los regímenes de precipitaciones, entre otros. Ello da lugar a ríos ahogados por colmatación de sedimentos y a la formación de lagunas temporarias caso de Laguna Esmeralda.
La sierra de Vaqueros es hoy un paraíso turístico y urbanístico, dueña de una singular historia geológica, que atrae la atención de los científicos por su tectónica, estratigrafía, flora, fauna y abundantes recursos hídricos.