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1 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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Crónica de una Traición

Lunes, 14 de abril de 2025 01:47
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Lo que estamos presenciando en Salta no es un simple traspié electoral, ni una coyuntura desafortunada: es el resultado meticulosamente orquestado de la liquidación del peronismo como fuerza política autónoma y transformadora. El PJ de Salta ha sido reducido a una cáscara vacía, un sello disponible para ser usufructuado por otros, un espectro que vaga sin conducción, sin militancia real, sin vocación de poder. La intervención impuesta por Cristina Fernández de Kirchner no fue un acto de reorganización, sino de demolición. Lo que antes era una maquinaria de construcción se ha convertido en una estructura subordinada a los intereses de partidos menores y de operadores sin arraigo ni escrúpulos.

Prueba irrefutable de esta rendición es la claudicación total en el departamento Capital. En la zona que más legisladores aporta, el PJ Salta no presenta con sello propio candidatos a diputados, concejales ni convencionales. Nada. Apenas un nombre para la senaduría, como un vestigio residual de lo que alguna vez fue un partido con vocación de mayoría.

Esta estrategia de autoaniquilación responde a un guión claro. Y lo más indignante es que todo esto se hace con la complicidad de una dirigencia complaciente, incapaz de levantar la voz para defender lo que generaciones de militantes construyeron con sangre, sudor y lucha. El futuro del PJ Salta no está en manos de los peronistas, sino de quienes han decidido convertirlo en una estructura de servicio para fines ajenos.

El resultado de esta intervención, a pocas semanas de asumir, es la desarticulación total del justicialismo en Salta. No es una crisis más: es el punto de quiebre definitivo, el asalto final contra un movimiento que alguna vez encarnó la esperanza de los postergados y descamisados y la dignidad de los humildes y los trabajadores. Pero el peronismo no muere. Puede ser traicionado, fragmentado, dispersado. Pero mientras haya un solo militante de pie, dispuesto a recuperar su esencia, habrá resistencia. Porque la historia del peronismo no es la de los que lo entregan, sino la de los que lo reconstruyen desde las cenizas de los traidores.

 

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