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La calma matutina se vio quebrada en el ingreso al barrio Parque Las Vegas, cuando un siniestro vial protagonizado por un colectivo del Corredor 1A y una Toyota Hilux, transformó la zona en un verdadero caos vehicular.
Dos de los pasajeros del colectivo quedaron heridos: un niño cuyo llanto se mezcló con el murmullo de los curiosos, y un agente de tránsito que se trasladaba en la unidad rumbo a su trabajo. Federico Barrientos, inspector de tránsito municipal que acudió al lugar, describió una postal de ocupación casi completa en el colectivo, con cerca del 70% de su capacidad al momento del choque.
Las luces de una ambulancia del SAMEC iluminaron las caras preocupadas de transeúntes y testigos. Los heridos fueron trasladados con rapidez, mientras la calma intentaba retornar a los presentes que se mostraban nerviosos por el impacto sufrido por el Corredor 1A minutos antes. Tanto el niño como el oficial de tránsito solo sufrieron algunos golpes menores.
Federico Barrientes confirmó que ninguno de los conductores había consumido alcohol: ambos test de alcoholemia arrojaron cero. “El test de alcoholemia a ambos conductores dio negativo. El colectivo venía lleno en un 70 por ciento y dos personas resultaron heridas, un menor y un agente de tránsito que viajaba en la unidad hacia el trabajo. Nada de gravedad, y ya fueron atendidos por los médicos del Samec”, señaló el oficial Barrientos a El Tribuno.
Mientras los vehículos hacían sentir sus bocinas en un intento por abrirse paso, en medio del caos vehicular por el siniestro vial, Barrienteos indicó con mucho atino que “hay que redoblar el compromiso con las normas de tránsito. Un momento de descuido puede ocasionar un siniestro como el que ocurrió”, declaró Barrientos al diario El Tribuno.