Se escuchan gritos desgarradores, llantos y el ambiente es de mucha tristeza, dolor y bronca en una casa del barrio San Rafael. Allí, familiares, amigos y conocidos lloran la partida de Ayelén y Juan Carlos Guantay, padre e hija, asesinados el fin de semana por la pareja de ella, Rodrigo Morales, quien se quitó la vida tras cometer el sangriento crimen.
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Se escuchan gritos desgarradores, llantos y el ambiente es de mucha tristeza, dolor y bronca en una casa del barrio San Rafael. Allí, familiares, amigos y conocidos lloran la partida de Ayelén y Juan Carlos Guantay, padre e hija, asesinados el fin de semana por la pareja de ella, Rodrigo Morales, quien se quitó la vida tras cometer el sangriento crimen.
Conmocionada, la madre de Ayelén Guantay, grita una y otra vez: "Visitame todos los días, hija". Sus lágrimas y sus dichos lo dicen todo. Le arrebataron a su hija de la manera más atroz.
Ayelén, de 25 años, y su padre, Juan Carlos, de 62 años, aparecieron muertos en su casa el sábado pasado en el barrio ARA San Juan, pasado el mediodía. El sangriento hecho tenía como principal sospechoso a la pareja de ella, Rodrigo Morales, quien se dio a la fuga tras el doble homicidio. Pasadas las horas, y con el barrio conmocionado por lo que acababa de ocurrir, el domingo hallaron el cuerpo del hombre de 41, a metros de donde había cometido los asesinatos.
Según informes preliminares de la autopsia realizada ayer en el Servicio de Tanatología Forense del CIF, el hombre decidió ahorcarse. "El deceso se produjo por asfixia mecánica por ahorcamiento", reza el informe.
Tras el velorio, cerca del mediodía, retiraron los ataúdes de la vivienda y los cargaron hasta el puente que da ingreso al barrio. Allí esperaban los coches fúnebres para trasladar los cuerpos hasta el cementerio de Atocha, donde fueron enterrados.
René Mamani, amigo de años de Juan Carlos, no pudo contener el llanto al hablar de la gran pérdida: "Una gran persona y gran padre, aún no puedo creer que esto haya terminado así", dijo.
Otro amigo de Juan Carlos, aseguró que el asesino ya tenía denuncias por violencia de género: "el muchacho ya venía con malos tratos hacia ellos, yo lo conocía, venía a verla a Ayelén en el super donde ella trabajaba y cuando nadie veía aprovechaba para violentarla", contó. y agregó: "nunca pensamos que podía llegar a tanto esta situación, él siempre trataba de defenderla. Era una familia excelente", dijo entre lágrimas.
César, primo hermano de Juan Carlos, relató el doloroso momento en el que su sobrino los encontró: "el que los mató fue un cobarde, se escondió y los mató de espaldas, Juan Carlos lo hubiese matado si lo tenía de frente". El familiar también dijo que le había expresado en más de una ocasión a su sobrina que no le agradaba su pareja. "Le decíamos a mi sobrina que él no le convenía, tenía cara de loco", dijo. Agregó que el hijo de 2 años de Ayelén quedará a cargo de su tía. Por otro lado, lamentó que "ya no habrá justicia" y que el asesino será enterrado en el mismo cementerio que sus víctimas.
Rosario, vecina de hace muchos años de la familia, aseguró Ayelén ya había realizado denuncias contra Morales: "no tuvo protección, no tuvo el apoyo de la policía y la mataron y a su papá también por defenderla, esto se pudo haber evitado", dijo. Además, aseguró que luego del feroz ataque a las víctimas, Juan Carlos seguía con vida pero no resistió hasta la llegada de la ambulancia.
Carmen López, conocida de la familia, lamentó el triste desenlace. "No se entiende cómo le pudo hacer eso a la chica, más sabiendo que hay una criatura de por medio, cómo se va a hacer justicia ahora", dijo. Y agregó: "era una chica buena, ella y su familia. Ahora habrá que dejarla descansar en paz, lo único que pedimos es que Dios les de fuerza a su familia y más a su niño, que seguro algún día preguntará por ella". Sobre Juan Carlos dijo: "un buen hombre, quiso enfrentarlo pero lamentablemente no pudo".