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Entre lágrimas y tensión, la jueza Julieta Makintach declaró ayer durante la primera audiencia del jury que evalúa su conducta en el juicio por la muerte de Diego Maradona.
La magistrada está acusada de haber grabado sin autorización el documental "Justicia Divina" mientras presidía el tribunal que debía juzgar a los ocho imputados por el fallecimiento del astro.
"Viví un escarnio mediático de cosas que no son reales", dijo al comenzar, y enseguida reconoció: "Entiendo que el daño que ocasioné es tremendo". Makintach explicó que nunca creyó estar haciendo algo irregular: "Me vieron entrando un domingo a grabar y ¿nadie sabía nada? Si me decían o me advertían que estaba haciendo algo malo, lo hubiera frenado antes".
Makintach podría ser destituida de manera definitiva. Se le atribuye haber promovido y participado en la filmación de un documental sobre el juicio de Maradona sin autorización judicial y con la promesa de obtener beneficios económicos.
Durante la audiencia, el fiscal Patricio Ferrari, quien llevó adelante la acusación en el juicio de Maradona, declaró como testigo en este jury y relató cómo se desarrollaron las audiencias que fueron anuladas tras el escándalo.
"Hasta que el juicio se declaró nulo se hicieron veinte audiencias", sostuvo. Ferrari también puso en duda la designación de Makintach como presidenta del tribunal. "Antes del 15 de mayo, estaba el doctor Sabarino, pero después pasó a Makintach y no sabemos por qué, y sobre la filmación fue contundente: "no había autorización para filmar un documental.
Tras la declaración del fiscal, fue el turno de Malen Itatí Romero, policía que trabajaba como custodia, dijo que la jueza la había intimidado con un mensaje de Wp luego de declarar: "Me sorprendió, porque me puso 'no creas en nadie, porque después te traicionan'". Contó además que Makintach le pidió dejar pasar a "unos amigos" durante la primera audiencia. Entraron por la puerta de magistrados", relató.
Otra custodia, Daniela Barrionuevo, confirmó que la jueza permitió la presencia de cámaras dentro de la sala, algo prohibido. Makintach le hizo saber: 'no se metan con mi gente'".
El camarógrafo Jorge Ignacio Huarte, quien participó en la filmación, reveló que cobró 550 mil pesos por el proyecto, contratado por la productora Ladoble. "María Lía Vidal era la guionista", aseguró, contradiciendo así la versión de Makintach, que había presentado a Vidal como "una simple ama de casa.