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Dique Las Lomitas en Campo Quijano fue construido en 1978 con el objetivo de regular las aguas de los ríos Toro y Blanco, facilitando el riego de las fincas cercanas y evitando crecidas peligrosas en época de lluvias. Sin embargo, lo que debería ser un atractivo turístico y un punto de encuentro familiar se ha convertido en un espacio de descontrol, abandono e inseguridad por estos años.
Rodeado de cerros y con aguas apacibles, el dique solía ser un lugar de esparcimiento, ideal para la pesca en temporadas permitidas. Hoy, su paisaje se encuentra deteriorado por la basura y la falta de mantenimiento. Las familias que intentan disfrutar de un día al aire libre deben enfrentarse a un ambiente hostil, dominado por el consumo excesivo de alcohol, la ausencia de control y la inseguridad.
Los sectores sin pavimentar, que representan aproximadamente el 70% del perímetro del embalse, han quedado fuera de cualquier tipo de patrullaje o vigilancia. Esta situación permite que grupos de personas se reúnan sin restricciones, generando disturbios y convirtiendo el lugar en un foco de peligrosidad. Mientras tanto, la Policía solo patrulla la zona pavimentada, dejando grandes sectores a merced del desorden y la ilegalidad.
La falta de control ha cobrado vidas año tras año. En febrero de 2023, un hombre y una mujer fueron hallados sin vida dentro de un automóvil en el dique. En octubre del año pasado un turista, ebrio se arrojó al agua y murió. En este verano, otro caso de ahogamiento se suma a la trágica lista de víctimas. Es una historia repetida: con la llegada del calor, las muertes por imprudencia y el consumo de alcohol se vuelven una constante, sin que las autoridades tomen medidas efectivas para evitarlo.
Este problema no es nuevo. En 2014, el Gobierno provincial acordó con el exintendente Manuel Cornejo, ceder las tierras del perímetro del dique al Municipio de Campo Quijano con el objetivo de desarrollar un proyecto turístico y mejorar la seguridad. Sin embargo, la iniciativa quedó en el olvido. Años más tarde, durante la gestión de Carlos Folloni, se anunció un plan para pavimentar la zona, instalar iluminación y construir un parque recreativo. Dos veces la Provincia envió los fondos para la ejecución del proyecto, pero nunca se concretó. Hoy, el dique sigue en total estado de abandono.
Abandono estatal
En diversas oportunidades se planteó la necesidad de transformar el dique en un espacio seguro y atractivo para el turismo. La propuesta de instalar un cámping con servicios de primer nivel y reforzar la presencia de seguridad en la zona sigue sin materializarse. Mientras tanto, el descontrol y la desidia avanzan, afectando no solo el turismo, sino también la seguridad de los habitantes y visitantes.
La falta de acción de las autoridades, han convertido al Dique Las Lomitas en un reflejo del abandono estatal.