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La fiscalía penal 4 inició una investigación de que El Tribuno diera a conocer el violento enfrentamiento entre dos reclusos en la Unidad Carcelaria N°1 de Villa Las Rosas. El hecho ocurrió el domingo 2 de febrero y tuvo como resultado a un interno gravemente herido, quien debió ser trasladado en ambulancia tras recibir seis puñaladas.
Ante la gravedad del caso, el fiscal Facundo Ruiz de los Llanos dispuso una serie de medidas para esclarecer lo sucedido y determinar las circunstancias en las que resultó herido el recluso. Entre las diligencias ordenadas, se instruyó el examen médico legal de ambos internos para evaluar el riesgo de vida y la gravedad de las lesiones.
Además, se ordenó el relevamiento de las cámaras de seguridad del penal, la toma de declaraciones a los efectivos penitenciarios que intervinieron en el hecho y el secuestro de los elementos utilizados en la agresión. También se solicitó la remisión de toda la documentación pertinente, incluyendo la historia clínica del herido y el informe del médico legal, a fin de determinar los próximos pasos en la causa.
Quiénes son los presos involucrados
El domingo pasado, en el pabellón A2 de la Unidad Carcelaria N°1, se desató una violenta pelea entre dos internos. Según fuentes cercanas al Servicio Penitenciario de la Provincia, el enfrentamiento tuvo como protagonistas a Roberto "El Gato" Molina, un conocido ladrón, y otro recluso identificado con el apellido Salinas, quien aparentemente compartía celda con él.
De acuerdo con la información recabada, el conflicto se habría originado cuando Molina le prestó su teléfono celular a Salinas para que pudiera comunicarse con su familia. Sin embargo, al revisar el dispositivo tras la llamada, descubrió algo que lo enfureció por completo. Según lo que trascendió, Salinas habría aprovechado la oportunidad para enviarle un mensaje a la pareja de Molina, lo que fue interpretado como una grave falta de códigos dentro del penal.
El hallazgo desató una discusión que rápidamente escaló a un enfrentamiento con armas blancas improvisadas. Testigos señalaron que este tipo de situaciones no son inusuales dentro del pabellón, ya que es común que los internos compartan teléfonos y, cuando se sienten traicionados, resuelvan sus diferencias de manera violenta.
En la pelea, Molina fue el más perjudicado, recibiendo entre cinco y seis puñaladas. Una de ellas, particularmente grave, rozó su corazón, lo que generó gran preocupación entre el personal médico del penal. Debido a la gravedad de la herida, se dispuso su traslado de urgencia al hospital San Bernardo para recibir atención especializada. El incidente ocurrió cerca de las 11 de la mañana y es investigado por las autoridades.