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Un escándalo sacude al norte de la provincia tras el descubrimiento de un presunto fraude en un procedimiento de incineración de drogas.
Durante la quema de aproximadamente dos toneladas de estupefaciente, una perito de Gendarmería Nacional encontró que un ladrillo de cocaína había sido reemplazado por una sustancia similar a plastilina. Este hallazgo, que se produce en el marco de un evento oficial en las instalaciones de Altos Hornos Zapla, en Jujuy, abre un nuevo frente de investigación.
El incidente, que se dio a conocer a través de varios medios de Orán, tiene su origen hace unos meses durante un procedimiento.
Una mujer de nacionalidad boliviana, que se encontraba en Orán, alertó al 911 tras abrir por error un vehículo de idéntico modelo y color al suyo. Al llegar al lugar, efectivos policiales encontraron tres ladrillos con más de tres kilos de cocaína dentro del automóvil. La mujer fue detenida y luego deportada, y la droga habría quedado bajo la custodia de la Dirección de Drogas Complejas de la Policía de Salta, y luego en los depósitos judiciales, según indicaron fuentes del norte provincial.
Una masa amarillenta
La inconsistencia se detectó hace unos 15 días, durante la incineración de dos toneladas de droga. Según los medios locales, una perito de Gendarmería notó una diferencia en uno de los paquetes. Al inspeccionar el ladrillo, que no coincidía con el que había analizado previamente, descubrió que en lugar de cocaína, el paquete contenía una masa amarillenta de aspecto gomoso.
Hasta el momento no se conocieron declaraciones oficiales sobre cómo ese paquete fue a parar allí, por lo que se abrió un nuevo frente de invetigación.
Un supuesto cambio de droga
La Dirección de Investigaciones Complejas contra la Narcocriminalidad busca establecer quiénes estuvieron involucrados en el supuesto cambio de la droga. Y se deberá aclarar no solo el paradero de la cocaína, sino también la cadena de custodia desde el momento de su incautación.
En los próximos días, se espera información oficial sobre el contenido de los ladrillos adulterados, lo que podría dar un giro a las implicaciones legales de este y otros casos.
Este caso recuerda a un incidente similar de hace unos años, donde ochenta kilos de cocaína destinados a la incineración resultaron ser otro producto.