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Durante la madrugada de ayer, tras un patrullaje preventivo, efectivos del Distrito de Prevención 4 detectaron que en una finca se desarrollaba una fiesta. Se acercaron a la misma y constataron que no tenía la autorización correspondiente, la misma se llevaba a cabo con venta de entradas y bebidas alcohólicas.
El procedimiento tuvo lugar en la madrugada de ayer durante un patrullaje preventivo en una finca ubicada al norte de la ciudad. Se infraccionó al responsable. Además, se secuestró una motocicleta con pedido vigente. Intervino la Fiscalía Penal 2.
En ese marco, el evento fue clausurado, con una concurrencia estimada en 300 personas. El responsable del lugar fue infraccionado por infringir el artículo 124, inciso A, de la Ley N.º 7135/01.
Además, durante los controles en el lugar, se detectó una motocicleta con pedido de secuestro, la cual quedó a disposición de la Justicia junto con su poseedor. Intervino la Fiscalía Penal 2, desde donde ordenaron diversas diligencias tendientes a seguir con la investigación y llegar a la verdad de lo ocurrido.
Las fiestas clandestinas tuvieron su mayor exposición en épocas de pandemia, con el Coronavirus, sin embargo hasta el día de hoy se siguen llevando a claro de forma deliberada y audaz.
Bajo una órbita de clandestinidad, muchas veces las fiestas son difundidas por las redes sociales y hasta de manera particular, por Whatsapp, sin una difusión trascendental de las mismas para evitar hacer "mucho ruido", según apuntan es la jerga del ambiente de quienes se disponen a llevar a cabo las "clande" y quedar expuestos ante la ley.