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15 de Agosto,  Salta, Centro, Argentina
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Hallaron muerta a joven desaparecida hace un año: su cuerpo estaba oculto en el placard de un ex policía

El caso estremeció a Córdoba: Milagros Micaela Basto, de 22 años, fue hallada sin vida dentro de un placard tapiado en la vivienda de Horacio Grasso, un ex policía condenado por homicidio. La joven había desaparecido en agosto de 2024.
Viernes, 15 de agosto de 2025 10:38
Milagros Micaela Basto es la joven que fue hallada muerta en el placard de la casa del ex policía Horacio Grasso
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La provincia de Córdoba quedó sacudida por la confirmación de la identidad de los restos hallados en la vivienda de un ex efectivo policial. Se trata de Milagros Micaela Basto, conocida como Pitu, una joven de 22 años que era buscada desde agosto de 2024 y que fue encontrada sin vida dentro de un placard sellado con cemento en el departamento de Horacio Grasso, un expolicía condenado a 27 años por un crimen cometido en 2007.

Según informó el Ministerio Público Fiscal provincial, el hallazgo se produjo el 5 de julio de 2025, cuando personal policial ingresó al inmueble ubicado en calle Buenos Aires. Durante la inspección, descubrieron una puerta tapiada y, detrás, un armario cerrado de manera hermética. Al demoler la estructura, se toparon con restos óseos en avanzado estado de descomposición.

La víctima era madre de un niño y, en el último tiempo, atravesaba una situación de vulnerabilidad marcada por problemas de consumo y la falta de un hogar estable. Aunque había perdido el contacto cotidiano con su familia, visitaba a su hijo ocasionalmente. Sin embargo, en agosto de 2024 dejó de hacerlo. Fue recién en noviembre que allegados advirtieron su ausencia en redes sociales y, en diciembre, el MPF emitió el pedido de paradero.

El ex policía Grasso se encontraba cumpliendo prisión domiciliaria con tobillera electrónica por el homicidio de Facundo Novillo Cancinos. Tras el hallazgo, tanto él como su hermano Javier fueron imputados en la causa que investiga la muerte de Basto.

La identificación se logró mediante un cotejo de ADN entre los restos y un familiar directo de la joven, cerrando así casi un año de incógnita sobre su paradero. El caso, que conjuga violencia, impunidad y la sombra del pasado criminal del principal sospechoso, reaviva el debate sobre el control de condenados con arresto domiciliario.

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