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5 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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El ingeniero agrónomo, clave para la seguridad alimentaria

Desde COPAIPA se impulsa el trabajo mancomunado de los profesionales, a través de comisiones y del vínculo con las asociaciones.
Sabado, 19 de octubre de 2024 21:04

El Consejo Profesional de Agrimensores, Ingenieros y Profesiones Afines (COPAIPA) aborda las distintas temáticas inherentes a la vida en sociedad o comunidad; entendiendo que gran parte o casi todo el desarrollo y crecimiento está ligado a las profesiones técnicas. "Pienso que la agronomía es vital y fundamental, sobre todo en materia de alimentación y también en la sostenibilidad ambiental, porque engloba al ecosistema donde todos estamos insertos y crecemos; debemos hacerlo responsablemente, con salud y calidad", sostiene el presidente de la entidad , Marianela Ibarra (ingeniería en construcciones). Ella junto a los ingenieros agrónomos Guadalupe Mercado y Emanuel Piquard, miembros del Consejo Directivo del COPAIPA y referentes de la Asociación Salteña de Ingenieros Agrónomos, analizaron las claves para mirar a la profesión y el futuro.

Según las Naciones Unidas está previsto que la población mundial alcance los 9.700 millones de personas en 2050. Teniendo en cuenta este valor, y que en el mundo la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental son temas cada vez más urgentes a tratar; el papel del ingeniero agrónomo se vuelve fundamental. Estos profesionales están llamados a jugar un rol clave en la búsqueda de soluciones innovadoras y sostenibles para garantizar la producción de alimentos saludables y otros productos agrícolas respetuosos con el medio ambiente. Según la FAO (Organización para la Alimentación y Agricultura de Naciones Unidas), se destina a la agricultura aproximadamente cerca del 38% de la superficie terrestre. De esto un tercio se cultiva y los dos tercios restantes se dedican a praderas y pastizales para ganadería. Si llevamos estos números a per cápita, el crecimiento de la población y las restricciones para el uso de las tierras hacen que sea el momento de la historia de la humanidad, donde el mayor desafío es aumentar la productividad por ha. cuidando al mismo tiempo los recursos naturales y las personas que trabajan en el campo.

Como nunca antes, además de los medios de comunicación, las redes sociales ponen al alcance de la sociedad un espacio para abrir diversos debates por ejemplo como se manejan los recursos naturales, como se gestionan los residuos de la producción, como se cuida la seguridad y salud de la gente que trabaja en el ámbito rural, etc. Las regulaciones de los estados van siendo actualizadas constantemente, y normalmente aumentando las restricciones y controles para producir.

Habiendo explicado lo anterior, los ingenieros agrónomos tienen el rol de prepararse y continuar capacitándose para abordar los desafíos complejos que enfrenta la agricultura actual. Donde el trabajo que se viene realizando en la implementación de las Buenas Prácticas Agrícolas, de las Buenas Prácticas Laborales Agrícolas, de Buenas Practicas Ambientales, aúnan el listado de como se esperan realizar las tareas desde cada arista. Una manera que ayuda a entrelazar estas tres miradas son los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) elaborados por las Naciones Unidas, donde 17 objetivos y 169 metas, son tomados por los países y traducidos a prácticas, acciones e indicadores en la búsqueda de avanzar hacia su cumplimiento. Donde tenemos objetivos como Hambre Cero, donde la agricultura es la principal respuesta o Fin a la Pobreza, donde nuevamente la agricultura con todo lo que conlleva mejorando productividad debería contribuir a mejorar los ingresos de los productores.

Otro ODS es Alianza para lograr los objetivos y es ahí donde los ingenieros agrónomos deben trabajar en estrecha colaboración con profesionales de las mas diversas disciplinas, buscando las mejores formas de concientización, capacitación e implementación de mejoras y cambios hacia la sustentabilidad.

La diversidad de oferta de herramientas existentes hoy lleva a que convivan técnicas tradicionales como sembrar a mano con aplicación de fitosanitarios con drones; o los aprendizajes de la agricultura orgánica que fue nutriendo de herramientas como bioproductos que hoy se usan en el paquete tecnológico de la agricultura tradicional minimizando la utilización de productos de síntesis química. En este camino, además, la agricultura de precisión, trata de usar tecnología para conocer e interpretar las variables y factores de producción al mayor nivel de detalle posible para poder eficientizar su uso. Podemos mencionar mapeo de suelo, gestión (fertilización y aplicación de fitosanitarios) por ambientes dentro del lote, utilizar de manera mas eficiente el agua a través de riegos por aspersión y goteo.

Y crease o no la innovación viene cada vez mas rápida, superando muchas veces la velocidad que los productores pueden llegar a interpretar, entender y aplicar sus beneficios, colocando nuevamente el ingeniero agrónomo en el desafío de actualizarse y ser el principal aliado y soporte.

A todo esto, hay que sumarle que la producción agrícola es un negocio en el que emprendedores toman el significativo riesgo que significa trabajar a cielo abierto, en este punto la ayuda del estado va a ser fundamental creando políticas productivas claras a largo plazo y además en la búsqueda de la reducción de impuestos a la producción para que el uso de la tecnología y biotecnología esté al alcance de todos, una de las patas claves para poder llegar a cubrir la demanda alimentaria

En resumen, los ingenieros agrónomos son piezas clave en la construcción de un futuro más sostenible y seguro en términos alimentarios. Su dedicación y expertise son fundamentales para abordar los desafíos ambientales y alimentarios que enfrentamos hoy y mañana.

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