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La ministra de Educación, Cristina Fiore Viñuales, presentó el viernes último el Programa Provincial de Prevención de Violencia en las Escuelas. Los ejes del programa son: creación de la Unidad Provincial de Apoyo a la Comunidad Educativa (UPACE) para una respuesta inmediata, creación de un Observatorio para la medición y evaluación; duplicación de la cantidad de recursos humanos afectados a esta tarea y una inversión superior a los $4100 millones.
El subsecretario de Políticas Socioeducativas Alejandro, Williams Becker indicó, por su parte que "hay un eje que es la corresponsabilidad familia-escuela qué tiene que ver con restablecer vínculos y prevenir riesgos en donde también estará focalizado este trabajo".
¿Ya tienen los especialistas con los que trabajarán?
Ya tenemos nombrados los 153 agentes del Programa de Orientación Escolar. Hay alguna baja que se está cubriendo ahora porque nos tenemos que aportar a cubrirla antes del fin de año, porque estamos con la ley de emergencia administrativa. Así que puede haber dos o tres perfiles que están pendientes, pero en términos generales ese personal está. Lo que nosotros estamos poniendo ahora como recurso humano para integrar los equipos de orientación son los perfiles de escuelas abiertas, de deporte escolar y de los programas nacionales. Estos programas tienen mayor flexibilidad. Por ejemplo, los perfiles de Escuelas Abiertas se designan a principio de año, y a mitad de año se baraja y se da de nuevo, y eso nos permite, y ya lo venimos haciendo, reubicar sedes en función de la demanda específica que surge de una escuela. Entonces, la idea es a eso darle ahora un sentido, una mirada más estratégica a la hora de asignar los recursos que estén específicamente asociados con la conflictividad escolar. Entonces, los perfiles los vamos a ir seleccionando, ya pensando en el año que viene, porque ya los perfiles que fueron seleccionados a mitad de año están trabajando ahora en esta etapa final. Se hace una convocatoria de perfiles y entonces eso nos permite a nosotros también tener la flexibilidad de buscarlos en función de las zonas en las que necesitemos. Dentro también de un marco distinto y más flexible en lo que refiere al tipo de perfiles que es lo que nos impone el Programa de Orientación Escolar. El POE nos permite contratar psicólogos, psicopedagogos, técnicos de psicomotricidad, fonaudiólogos, etc.
Tienen que ser profesiones afines....
Eso obviamente te limita en términos de la disponibilidad de recursos. Hay escuelas, como ejemplo, la de Alto de la Sierra, no te sobran perfiles con esas profesiones, pero sí pueden encontrar docentes de educación especial que en los casos de inclusión son necesarios. Estos programas nos van a permitir suplementar los equipos de orientación dando presencia donde no tienen y donde están quizá complementándolos con perspectivas distintas y con tipos de intervención distintas. Entonces lo que puede hacer es un tipo de seguimiento de casos con fines institucionales y pedagógicos que puede incluir eventualmente una derivación sí o un profesional que ya sería propiamente la competencia del ámbito de la salud. Esto nos permite a nosotros articular intervenciones distintas y más variadas que tengan que ver con lo que se puede hacer para reconstruir la convivencia escolar y que es a lo que ya estos programas, directa o indirectamente, se vienen dedicando. Los programas de coro y orquesta, el programa de debate escolar, el programa de escuelas solidarias, el programa de medios escolares, directa o indirectamente vienen trabajando y infieren sobre la convivencia escolar. La idea es a eso hacerlo más intencionado, más orientado, más estratégico y trabajando en conjunto dentro de este programa con los equipos de orientación.
Pasando en claro ¿va a haber gente específica en cada institución o será un equipo que recorra?
El tema va a ser así. Tengo estos 153 profesionales del POE que están distribuidos más o menos en 70 establecimientos. Y hoy garantizamos nosotros una cierta itinerancia; de un semestre a otro los vamos moviendo y obviamente armamos dispositivos ad hoc cuando surge una problemática en una escuela que no tenga equipo. Lo que vamos a poder hacer, al tener casi 500 profesionales abocados a esto, es no solo tener más cobertura, sino tener más variedad en el tipo de intervenciones que hacemos. Porque hoy lo del POE te limita mucho, porque está muy normada la actividad del POE y está más normada todavía la actividad de los psicólogos del POE. En cambio, yo puedo tomar perfiles distintos que puedan abordar los problemas con estrategias más variadas. Y eso a mí me da más flexibilidad para atender a las situaciones y para trabajar la prevención. Por eso incorporamos también temas de mediación y resolución de conflictos que todavía no están incluidos ni en el POE ni en la dinámica de la formación permanente de los docentes. Y que nosotros ya habíamos empezado a trabajar este año en eso, porque entendemos que ese es un déficit, no en el sentido de una crítica, porque realmente era problemática que antes no se preveía que la tuviese que resolver el docente. Hay mucha demanda al docente, a la escuela, para que las resuelvan. Entonces tenemos que ir desarrollando esas capacidades.
Y la escuela no tiene por qué resolver problemas complejos, de droga, de violencia....
Nosotros compartimos este diagnóstico. Se te pide a vos, como escuela, que resuelvas un montón de cuestiones que en teoría son función de la familia, en todo caso, de la comunidad al atenderlas. Hasta de la justicia. Ahora bien, nosotros tenemos dos opciones: nos cruzamos brazos y decimos, esto propiamente es función de la escuela no es. Yo no lo puedo resolver. O decir: yo voy a empezar, voy a convertirme en un agente de cambio en este sentido. Voy a empezar a fomentar el tipo de cambio que necesitamos que todos hagan para que esto se resuelva. En lugar de esquivarle el bulto al problema, yo voy a tomar lo que me compete, quizá más todavía, en esto de tratar de poner en marcha estas derivaciones y estas redes que hay que reconstruir. Por eso uno de los ejes del programa LGD, de conciliación familia-escuela, es un lazo que tenemos que reconstruir, un lazo de corresponsabilidad. No tengo las herramientas para hacerme cargo de cubrir todo el déficit que tiene un niño en términos de haberse criado en un ambiente sano, en no ser expuesto a episodios de violencia, que sean respetados su derecho en todas las etapas de su desarrollo. Entonces necesito trabajar fuertemente en ese lazo, en ese sentido que se prevé este eje para trabajar con la metodología de escuela para padres o escuela para familias, que tiene que ver con tratar de generar una conciencia de esa corresponsabilidad que en algún punto se quebró y que está en el origen de muchas de las dificultades que hoy enfrentamos en la escuela.
Pero no solamente es el malestar de los estudiantes, sino de los trabajadores de educación....
La idea es eso, darles herramientas que pueden contribuir a resolver lo que está dentro del ámbito del docente.