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Emilia Orozco destacó el triunfo "arrollador" de La Libertad Avanza. Dijo que fue un quiebre frente "al aparato" y "las mañas de la vieja política". También, la electa senadora nacional cuestionó a la Justicia provincial.
¿Qué sentís después del apoyo del 41% de los salteños?
La verdad que siento una gratificación enorme, porque siento que cosechamos todo lo que venimos sembrando hace mucho tiempo. Somos un gran equipo de trabajo y esto ha sido una caricia al alma, no solamente para los candidatos, que la pasamos muy mal en una campaña durísima, sino para todos los leones que representan a La Libertad Avanza de manera activa, en Salta capital y en todo el interior.
Se pusieron la campaña al hombro, hicieron una de las mejores fiscalizaciones del espacio. Charlando con otros dirigentes, quizás con más años en la política, nos decían que nunca habían visto una organización así. Y eso es producto del trabajo, del esfuerzo de todos, de tomárnoslo con absoluta responsabilidad y seriedad.
En La Libertad Avanza hay muchísimos colaboradores que no cobran un sueldo, que no pidieron una candidatura ni un cargo, y que pasaron muchísimas horas de sus últimos días en la Casa de la Libertad entregando todo para que esto saliera lo más prolijo posible. Entendieron que la fiscalización era fundamental, pero también el trabajo en territorio que se hizo los días previos a la elección.
¿En algún momento dudaste o pensaste que podía complicarse el resultado?
No, nunca pensé cuál iba a ser el resultado. Cada día era una batalla distinta. Cuando llegaba a casa no pensaba si íbamos a ganar o no; era inevitable no pensar en las cosas que nos habían pasado ese día. Cada viaje nos dejaba una enseñanza, y en algunos lugares vimos realidades muy duras.
Hay algo que me marcó muchísimo, tanto a mí como a Gaby : una reunión que tuvimos en La Poma con la mamá del nene que se cayó al pozo. También dos reuniones muy difíciles en Orán: una con la mamá de Thiago y otra con el papá de Gabriela —porque la mamá estaba en Salta y hablamos por Zoom—. Thiago fue el nene asesinado a puñaladas en la plaza de Orán, y escuchar esos testimonios desgarradores fue muy fuerte.
La otra historia fue la de una chica jovencita, que estaba en cuarto año de la secundaria, que entró al hospital con un cuadro que parecía insignificante y terminó muerta por la desidia, porque no daban en la tecla. Escuchar el relato de esa familia destrozada fue tremendo, porque en el medio estaba la política enredada. En el interior, generalmente, los privilegios van para quienes están ligados al poder. Ves cómo a la gente cercana a ciertos sectores la tratan con consideraciones que no tiene cualquier ciudadano. Ese papá me decía con culpa: "Yo tendría que haberme encadenado en las puertas del hospital para que a mi hija no le pasara esto".
¿Y cómo consolás a esa familia? Vos tratás de explicar que nuestra responsabilidad como legisladores —en el caso de llegar, como Gonzalo (Guzmán) y los demás senadores nacionales— es construir este país, trabajar en la macro y la microeconomía, generar políticas que saquen a la Argentina adelante. Pero frente a ese dolor te sentís insignificante, miserable, y entendés que muchas veces la política, lejos de ser una solución, es parte del problema.
Te replanteás todo. Hay problemas que nos superan, hay soluciones que no están a nuestro alcance y otras que nunca van a llegar, porque la vida que esas familias perdieron no se puede restituir. Y te preguntás cuánto trabajo nos falta todavía.
¿Y cómo viviste el rol de los medios durante la campaña?
Con mucha bronca, porque mientras pasaban cosas durísimas, los medios desviaban la atención hacia temas superfluos, insignificantes. En medio de todo eso desapareció el comisario (Vicente) Cordeyro, en las últimas dos semanas de campaña, y los medios hablaban de pavadas. Mientras tanto, una tragedia real estaba ocurriendo y nadie la estaba mirando.
Has sido muy criticada por la postura que tuviste en el caso Cordeyro. Se dijo incluso que le diste un uso político.
Fui criticada por la dirigencia política, pero defendida por la gente. A ver, yo de la política no espero nada, y con mucho respeto lo digo, de algunos colegas tuyos tampoco. Lamentablemente, el periodismo está perdiendo credibilidad, no solamente en la provincia, sino también en otras provincias y a nivel nacional.
Cuando son funcionales al poder de turno, cuando son obsecuentes con un sector o manipulados para defenestrar candidatos o espacios políticos, pasa lo que nos ocurrió a nosotros en La Libertad Avanza.
Hemos sufrido persecución por parte de personas que ni siquiera son periodistas, a quienes les pusieron un micrófono y les dijeron: "Tenés que ir a perseguir a Emilia, hacerla quedar mal, después editamos el video y lo viralizamos".
Pero la crítica puntual, volviendo al caso Cordeyro, fue simplemente por haberme expresado. Inmediatamente, la sociedad salió a repudiar a quien me mandó a callar. Cuando el gobernador fue al velorio del comisario Cordeyro, que se realizó en el Círculo de Policías, qué casualidad: había un medio cubriendo todo. Lo vi llorar, y para mí fue todo un show innecesario. No vi que esa persona que me mandó a callar a mí le dijera: "Che, no, gobernador, no use políticamente esto".
Creo que lamentablemente en Salta la justicia perdió toda credibilidad, y bien merecido lo tiene. Podemos mencionar a Píccolo, a Cordeyro, al doble crimen de las francesas, a Luján y Yanina. Son muchos los casos en los que la justicia no estuvo a la altura de las circunstancias, y donde el poder político entorpeció todo, si no fue directamente cómplice. Existen sospechas fundadas de que el poder político encubrió a familias del poder, y eso es lo que la gente percibe, lo que ya está instalado en la sociedad. Cuando la dirigencia política habla, debería hacerlo pidiendo justicia o al menos evitando el silencio. Mientras el comisario estaba desaparecido, había programas enteros hablando de mi perro Coco, de si viajaba o no en el helicóptero de Olmedo.
Y mientras tanto, teníamos un comisario desaparecido que había dado durísimas declaraciones a los medios de comunicación. Cuando intenté ver esos videos, me aparecía el mensaje de "error". Dije... estaban bajando los videos.
Por suerte, algunos me los pasaron en crudo, ya se habían hecho las descargas. Me desvelé una noche mirando todas las declaraciones que había hecho ese último año, cada vez más atrás en el tiempo. Era muy fuerte. Primero, porque era una persona sumamente instruida; no sé si alguien sabía más sobre narcotráfico en Salta que él.
Las personas a las que mencionaba eran del poder, de la justicia. Y te preguntás: ¿podemos creer que fue una casualidad que se haya suicidado? Fue una situación demasiado confusa, que sembró muchas dudas, y lamentablemente se impuso el silencio casi cómplice de la dirigencia política. Las marchas fueron espontáneas. Nunca quise asistir. Preferí acompañar desde otro lugar para evitar que dijeran que hacía uso político del caso. La campaña ya había terminado. Nosotros ganamos rotundamente en Salta y acompañamos desde el respeto, sin entorpecer esto.
Mencionaste recién el vínculo con la prensa. Una cosa es la operación político pero otra cosa es escuchar la crítica de los periodistas.
Mientras la prensa mantenga el respeto, las distintas lecturas se aceptan. Hay periodistas en Salta que son creíbles, que ejercen su profesión con responsabilidad. Pero hay otros que son verdaderos mercenarios. Así como hay buenos y malos políticos, también hay buenos y malos periodistas. Algunos se autoperciben periodistas, agarran un micrófono y te defenestran sin argumentos, instalando mentiras.
¿Cómo te sentiste en la campaña?
Bastardeada. Por parte del periodismo, bastardeada y denigrada. La verdad es que fue una de las campañas más duras que me tocó atravesar.
¿Qué fue lo que más te dolió?
El tema de la discapacidad. Me dolió muchísimo que hayan instalado que Orozco se fue a Dubái con la plata de las personas con discapacidad. Tantas mentiras... Es como dice el dicho: "miente, miente, que algo quedará". Tuve que ir a muchos lugares a aclarar que no era cierto, salir a desmentir las operetas, sin poder hablar de las propuestas, del plan de gobierno, de todos los logros que está haciendo este gobierno. Constantemente trataban de ensuciarnos, y nosotros teníamos que aclarar dentro de los pocos medios que nos invitaban con buenas intenciones, y no como otros. Tuvimos que soportar la persecución de algunos movileros que te plantaban el micrófono para hacerte decir algo y después editarlo. Me llegaron a seguir hasta Santiago del Estero, donde fui invitada por una fundación totalmente apolítica a un evento. Hicieron tomas a las cuatro de la tarde, cuando el evento era a las seis, diciendo "mirá, nadie vino a la conferencia de Orozco". Uno forcejeó con los organizadores querían hacer una denuncia porque la situación fue desagradable.
En ese momento no le di importancia, pero después entendí que eran funcionales a bajadas de línea de un sector de la política que ya veía el resultado que íbamos a tener el domingo. Muchos tratan de minimizarlo, de pasarlo desapercibido, pero hay que decirlo con todas las letras: La Libertad Avanza arrasó en Salta.
Le ganamos al famoso aparato, ese que te decían "Emilia, tené miedo, porque cuando el aparato se despliega los intendentes, los ministros, los punteros políticos, todos trabajan para los candidatos del oficialismo". Y así fue: presiones, mentiras, amenazas. Todo el mundo lo sabe.
Del otro lado teníamos a pesos pesados: un exgobernador como Juan Manuel Urtubey, con doce años en el poder; y también a "Oso" Leavy, que desde que tengo memoria vive de la política. Entonces vos decís: teníamos enfrente a toda esa runfla, y nosotros estábamos solos, con La Libertad Avanza sin alianzas, con el acompañamiento justo y necesario desde Nación. Porque en Nación entienden que esta necesidad de gobernabilidad está supeditada al diálogo con el gobernador. Y el gobernador pedía constantemente que no nos ayuden, porque para ellos era una traición...
¿Cómo es esa negociación de consenso y gobernabilidad? ¿Cómo se manejan en ese ida y vuelta?
Aun habiendo hecho una gran elección a nivel nacional, no tenemos el número necesario para frenar un veto o para ponerle un límite a las leyes irresponsables que saca el kirchnerismo. Por eso necesitamos aliados. Y entre esos que no son ni blancos ni negros, está Salta, con sus legisladores. Entendemos que en algún momento deberían acompañar si realmente quieren que la Argentina crezca.
A la gente a veces no le queda claro: Sáenz tiene buena relación con el Gobierno nacional, pero con ustedes no...
Es relativo. El Gobierno nacional tiene la madurez política para hacer borrón y cuenta nueva, abrirle las puertas cuantas veces sea necesario a ese gobernador que, de loco, psicópata y psiquiátrico, no bajó a Javier Milei cuando era candidato. Intentan olvidar que trabajó para que Massa fuera presidente, que puso toda la estructura política y económica de los salteños al servicio de una campaña que perdió como en la guerra, como ahora, aunque algunos lo maquillen de otra manera.
En cambio, el Gobierno provincial, cada vez que hay un problema, le echa la culpa a Nación. Y Nación tiene la madurez de decir "bueno, vengan, hablemos". Fue a cantar una serenataa la Casa Rosada y los funcionarios lo recibieron. Pero en los medios nacionales, el propio gobernador fue claro: dijo "Nación me traicionó porque me plantó candidatos". Ese acto de sincericidio lo resume todo.
Somos un partido legalmente constituido, tenemos absoluto derecho a presentarnos en las provinciales y en las nacionales. La competencia es sana. No podés bajar a un contrincante; en todo caso, tratá de superarte para no perder una elección. Él pretendía que La Libertad Avanza no participara, y acá estamos, con un triunfo rotundo.
¿Y esta participación que tuvieron ustedes? ¿Qué tanto empujaste vos para que eso suceda?
Laburé un montón, pero no solamente yo. No fue solo trabajo territorial,
También decir: "Che, tenemos que ir nosotros, porque somos candidatos, somos La Libertad Avanza en Salta"...
Mirá, no podríamos haber soportado una de las campañas más sucias si no tuviéramos la convicción de que este es el camino para que la Argentina salga adelante. Nosotros tenemos candidatos como Gonzalo Guzmán, que con su profesión, su trayectoria, su compromiso y su conocimiento podría estar muy bien donde estaba, en la parte privada, con una cartera de clientes de excelencia. Sin embargo, lo metí al barro de la política, porque entiendo que es una persona honesta, recta y con mucho para aportar.
Nosotros podríamos estar tranquilos con lo nuestro, sin ser expuestos a la denigración propia del juego político, pero la gente nos apoya muchísimo y no se cree todas esas mentiras. No podríamos soportar todo esto si no estuviéramos convencidos de que este es el camino para que Salta y la Argentina crezcan.
Hemos tenido la oportunidad de charlar varias veces con el Presidente, y sigue siendo el mismo Javier que cuando era candidato: una persona recta, transparente, que entiende que hay que tener mano dura y poner las cosas en orden si queremos que esto prospere. No se deja extorsionar ni amedrentar por la presión de muchos sectores que quieren que al Gobierno le vaya mal.
Yo entré a este espacio con ese compromiso. Jamás le soltaría la mano, jamás me vendería, jamás haría lo que han hecho muchos de la vieja política, que según la conveniencia un día están con Massa y al otro quieren estar con Milei.
Y ver tanta corrupción duele. Si no nos involucramos, la gente mala, la gente deshonesta, no tiene problema en seguir haciendo lo suyo. La gente honesta no quiere meterse en política porque dice: "¿Para qué me voy a embarrar?". Pero yo creo que Javier Milei abrió una puerta de la que no hay vuelta atrás.
Necesita refuerzos, los necesita en Salta, en Jujuy, en Tucumán. Se han hecho elecciones tremendas. En Tucumán, sin ir más lejos, el gobernador tuvo que ser candidato explícito para poder hacerle frente. Y acá en Salta, yo siento que no le ganamos a los candidatos del oficialismo, le ganamos al gobernador, que se puso la campaña al hombro.
¿Qué tanto del triunfo pertenece a Milei y qué tanto es tuyo? Ya como figura política, una dirigente.
Yo soy un eslabón dentro de todo esto. Defiendo a capa y espada, con convicción, lo que siento que le hace bien a mi país y a mi provincia. No tengo dudas de que el salteño acompaña un proyecto de país representado por el máximo referente de las ideas de la libertad, no solo a nivel nacional, sino mundial.
Siempre digo que Javier Milei es un faro de las ideas de la libertad. El salteño apostó a eso: a darle el refuerzo que necesitaba en el Congreso. Y cuando le preguntan a la gente quién es el referente de Milei en Salta, muchos responden "Emilia". Quizás porque soy la que tiene más visibilidad, pero tenemos un equipazo. Creo que la gente acompañó eso: el modelo de país.
¿Acompañó a Milei y aportaste lo tuyo?
Te diría que sí. Tendrías que preguntarle a la gente, pero yo siento un enorme cariño. En la calle me saludan, me felicitan, me bocinean. Gente que no conozco me muestra afecto. En la campaña me dieron mucha fuerza, porque veían todas las piñas que tenía que poner la cara para recibir.
La gente es muy afectuosa, en Capital y en el interior, en lugares chiquitos que uno ni se imagina. A través de las redes sociales, que son una gran herramienta, nos siguen, nos ven, comentan. Hemos logrado capitalizar mucho a través de nuestras redes porque en los medios tradicionales teníamos poca presencia en Salta.
Estás muy orgánica, hablás de equipo, de estructura. Como que todavía no asumís del todo lo que vos implicás para La Libertad Avanza.
No, porque la gente que se sumó a nuestro espacio lo hizo con convicción. Los que van a la Casa de la Libertad, en Zuviría 460, ven el despliegue y piensan "deben tener un montón de contratos". Pero no hay nada. Hay gente que trabaja por convicción. No podríamos haber hecho esta elección tremenda si no hubiéramos tenido un equipo convencido, trabajando por ideales, no por un "qué me das a cambio". Te cuento algo: nadie pidió ser candidato en esta lista. Ni siquiera yo. Gabriela Flores, Gonzalo Guzmán, Carlos Zapata, María Banegas, Sergio López, Ale Mielnick, a Santiago… todos fueron elegidos porque se destacaron y estaban preparados. Cuando les dijimos "vas a ser candidato", no lo podían creer. Nadie sabía en qué término ni nada. Todos dijeron que sí.
No fue una jugada especulativa que Olmedo dijo "voy a ser candidato", y guardar tu carta...
En realidad, Alfredo nunca mintió. Él dijo "voy a ser candidato a senador", pero nunca aclaró en qué término.
No fue claro..
Todo estaba muy verde. Hasta pocos días antes no teníamos definidas las listas, porque podía pasar cualquier cosa.
Pero ustedes sabían quiénes medían bien...
Sí, lo sabíamos. Pero el desgaste que uno sufre por ser políticamente expuesto es grande. Lamentablemente, la vieja política, cuando hay competencia, no aplica la lógica correcta, que sería decir "tenemos una buena competencia, esforcémonos para ser mejores". No, no funciona así: si tenés una buena competencia, jugás a destruirla. Y eso fue lo que hicieron en Salta con todas estas campañas de mentiras.
Emilia, si tuvieras que señalar tres hitos de tu carrera política, ¿cuál sería el primero, el segundo y ahora creo que el tercero?
En la carrera política, es que fue todo tan distinto...
Hay momentos que marcan, creo yo, o procesos si querés.
Bueno, el Concejo Deliberante para mí fue un trampolín y una enseñanza, porque también fue un consejo muy duro. Yo entré en un año electoral donde había gente que ya tenía experiencia. Caí así como de sopetón. Todo el mundo conoce la historia: un concejal que iba a ser destituido, lo hicieron renunciar y seguía yo en la lista. Muchos pensaban que iba de vacaciones, que no iba a abrir la boca, como pasa con muchos, y que se iba a ir a su casa. Creo que hicimos un lío importante.
Hubo un momento viral de ese tiempo: tu pelea con José García.
En realidad no hubo pelea. No. Fue él quien salió al cruce. Yo usé mi momento de manifestación para hablar sobre un caso puntual y él salió a responderme sin que yo lo aludiera. Esa confrontación que él genera fue lo que hizo que esto tomara esa relevancia.
En el Congreso de la Nación, tu primera locución fue muy recordada.
Sí, mi primera locución como diputada nacional, en el tratamiento de la Ley Bases, fue haberle contestado a Máximo Kirchner. Yo tenía preparado en ese momento mi defensa de la Ley Bases, que era lo que estábamos aplicando, y me tocó hablar justo después de él, después de tres días de sesión, donde escuché las barbaridades más grandes por parte del kirchnerismo. Yo pensaba: "No seas caradura, hermano; han gobernado, han tenido la chance de aplicar todo lo que están hablando, lo han hecho mal, por eso nosotros somos gobierno y ustedes tratan de romper todo".
Escucharlo hablar al hijo de la máxima corrupción dándonos lecciones de vida, de moral y de cómo trabajar para sacar al país adelante, a un tipo que no laburó en su vida, la verdad que me enfureció, y me salió ese discurso verborrágico, rompiendo algunas reglas del reglamento, tengo que admitirlo. Era mi primera locución, y eso también creo que fue algo que se viralizó y que hizo que nos conocieran un poco más.
Y ahora, el tercer momento.
El tercer momento, si querés, en política, creo que fue la elección del día domingo. Cuando yo fui electa diputada nacional, todos decían que era porque estaba colgada de Milei en la boleta. Bueno, sí, lo admito, puede ser que tengan razón, porque no era conocida, porque el objetivo era que Milei sea presidente, me podrían haber cortado tranquilamente. Pero hicimos una buena elección.
En esta elección no estaba Milei en la boleta. Venimos con un gobierno de un año y diez meses, que la gente podía capitalizar lo bueno o podría haber primado el desgaste propio de un gobierno ejecutivo, que sabemos que han jugado mucho a este lobby de desgastar al gobierno nacional y de desgastarnos a nosotros. Sin embargo, arrasamos en Salta e hicimos una elección sin precedentes, sobre todo en Capital y en Vaqueros, en muchos lugares donde en las provinciales no nos había ido bien. Claramente le erramos a los candidatos, como en el caso del departamento de La Caldera: tuvimos un candidato que le fue pésimo y ahora arrasamos.
Entonces ahí te das cuenta que la gente no solo vota el sello. Si fuera así, en las provinciales tendríamos que haber traído diputados y senadores de todos los departamentos, y sin embargo, en lugares donde nos fue mal, ahora nos fue muy bien.
En las provinciales las listas las armé yo, con absoluta libertad, porque conocía el territorio, conocía el paño, conocía nuestra dirigencia y sabía quiénes eran los perfiles. Y en las nacionales nos dieron también esa libertad, y fue Alfredo quien decidió dar un paso al costado para que seamos la renovación quienes ocuparan los lugares más importantes.
Se viene el debate de la reforma laboral
Mirá, yo veo que hay mucho lobby respecto de cada iniciativa que toma el Gobierno nacional. Y pido que recordemos el caso cuando decían que se iba a poder donar los órganos; eso quedó claro que se desmintió. En la Universidad no hubo recorte, como lo tratan de dibujar. El único que recortó el presupuesto universitario se llama Sergio Massa.
En el caso de las reformas, son estructurales y necesarias. Hay un sector, la izquierda, que para ellos todo se soluciona con aumentos para todos, pero no dicen de dónde. Yo no soy economista, pero entendí que esto es un círculo: si no tenés cómo nutrir el sistema, no tenés nada.
Este Gobierno está tomando medidas estructurales, algunas hasta pueden ser odiosas o "pintavotos", pero es un Gobierno responsable. La reforma laboral y tributaria ya estaban en la Ley Bases y no se lograron sacar. Ahora, con la nueva composición del Congreso, podemos tener más apoyo, bajar la edad de imputabilidad, un tema que también entrará en debate. Pero nadie viene a quitar derechos; lo que pasa es que es muy difícil que esos derechos se cumplan si no tenés las herramientas para garantizarlos.
Es muy fácil decir "demos, demos". Teníamos un país al borde de la hiperinflación.
¿Y cuándo mejora la economía? ¿Cuándo un empresario podrá tomar crédito a tasas razonables?
Son etapas, lo dijo el Presidente. Es un Gobierno que lleva un año y diez meses. Yo creo que se podrían haber hecho antes si no tuviéramos las trabas constantes del kirchnerismo en el Congreso. Pero también hay que ver las responsabilidades hacia abajo.
Salta es la cuarta provincia con mayor presión tributaria. Aquí se aprobaron incrementos exorbitantes por parte del Ente Regulador. Teníamos un intendente que casi era un libertario con sus propuestas, pero dio un batacazo con el aumento de los impuestos municipales.
Hay gobiernos provinciales y municipales que no entendieron que hay que reducir la presión fiscal. El Grand Bourg no te genera riqueza, ni la Municipalidad tampoco, y sin embargo son entidades que están explotadas de gente. No entendieron que hay que reducir y achicar el Estado, ni que hay que impulsar al sector privado.
¿Cómo te llevás con Lemoine y con Martín Menem?
Con todos tengo buena relación, excepto con esos cuatro desertores que se abrieron y están haciendo mucho daño. Lilia es una guerrera. Hay muchas cosas que hace que no trascienden a la prensa o que la gente no sabe que pasaron dentro del recinto.
Me duele mucho cuando le pegan, porque no hay nadie más fiel al proyecto y al Presidente que ella. Está por encima del cargo: está ahí para defender al Presidente, no le importa si la matan.
¿Y con Menem, que fue cuestionado?
Con Menem hay buena relación, con Espert también. Esas acusaciones que hubo, dijimos: "no entorpezcamos el curso de la Justicia". Nosotros mismos aprobamos el allanamiento a los despachos y que la Justicia confisque la documentación necesaria para seguir con la investigación. Fue el mismo día que el kirchnerismo votó en contra del desafuero del diputado Emiliano Estrada. Entonces ahí te das cuenta de la doble vara. Nosotros vamos a repudiar cualquier hecho de corrupción dentro del espacio, independientemente de quién sea. Pero también siento que han hecho un lobby enorme en tiempos electorales. Hasta yo sufrí eso con una falsa denuncia que me hizo un empleado de Metán, que fue mucho tiempo chofer de Alfredo, y la Justicia lo desestimó porque era falso, influenciado por el Gobierno de la Provincia. En política estás expuesto a muchas cosas, y yo espero que la Justicia lo compruebe. De ser así, la vara debe ser para todos: si sos de La Libertad Avanza y sos un corrupto, patada y te vas afuera.
¿No se demoraron con Espert?
Yo no sé, no estoy en los zapatos de Espert. Es cierto que se contradijo en sus declaraciones en los medios. Habría que preguntarle a él. Yo creo que el partido actuó de una manera correcta, mientras otros no lo hacen. En el kirchnerismo tenés a Alperovich, que nunca lo expulsaron, tenés a Espinoza. En Salta, al intendente de Vaqueros yendo a juicio por abuso sexual a una empleada y no salieron las feminazis ni las feministas. El partido no lo expulsó. Tenés a Benjamín Cruz, el presidente del partido del gobernador, vinculado en una causa de narcotráfico en audios. Y eso se durmió. Entonces yo veo esa doble vara. En nuestro alrededor hay demasiadas causas de corrupción que se durmieron. El video de Darío Monges, que muy valientemente El Tribuno dio a conocer: en esas imágenes se mencionaba a exministros, al gobernador y a Pablo Outes, actual diputado nacional.
Entonces, ¿para vos un punto débil es la Justicia?
Aparentemente sí. Tuvimos a un hombre inocente preso por un doble asesinato que no fue el autor. Y si el padre de esa francesa no venía, nosotros seguiríamos creyendo que el caso se resolvió. Y no, eso pasa cuando no tenés una Justicia independiente. Mientras sigan siendo puestos a dedo, siempre van a deber favores y la Justicia no va a funcionar.
¿Cuál será tu rol en 2027 y que esperan de la Justicia?
Vamos por la primera: justicia independiente. No hay otra. La justicia tiene que ser independiente, tiene que haber gente idónea que no le deba favores a nadie y que la política no se meta, porque lo que la política toca, lamentablemente, lo corrompe. Poderes independientes. Respecto a 2027...Acabamos de salir de esa elección, dejame disfrutarla, vamos a ver qué pasa.
Ambiciones tenés...
Mi ambición es que a la Argentina le vaya bien, en el lugar que me toque. Me han pegado y me han golpeado tanto. He salido muy golpeada de esta campaña y he pasado cosas que nadie se imagina. Algunas que han sido públicas y otras que quedarán para nosotros, pero es muy duro aguantar cuando no sos hijo de nadie, cuando no tenés el apadrinazgo, cuando no tenés los medios de comunicación que te hagan "sana sana".
Hemos tenido una batalla durísima contra los pesos pesados de la política, y aun así ganamos contundentemente. Lo que sí me gustaría es que las ideas de la libertad y los gobiernos libertarios se repliquen en todo el país. Tenemos un presidente libertario y nos gustaría mucho que empezara a ocupar lugares en todas las provincias. Ahora, como dice el presidente, no militamos personas, militamos ideas.
El semillero que tiene La Libertad Avanza, ustedes no se imaginan lo potable que es. Tenemos chicos que hoy están becados en las mejores universidades de Buenos Aires, como Tincho Tolaba, que se va a emocionar cuando lo nombre. Tincho es un orgullo, viene de una familia muy humilde, y por su promedio ha sido becado en una universidad. Es un estudiante brillante. El futuro que tiene Tincho… Como él, tenemos un montón en La Libertad Avanza.
¿Es accesible La Libertad Avanza? Porque también se ha dicho que vos sos muy cerrada, que no permitís que ingrese tal persona o tal sector.
Nosotros somos cerrados a la vieja política. Nos decían: "La Libertad Avanza está sola". ¿Por qué? Porque no hicimos rosca con Sáenz, con Urtubey, con Posadas, con los mismos de siempre. Nosotros somos abiertos a un espacio que está creciendo enormemente, pero con gente que no viene de la política. Si decimos que no somos los mismos, que acá está la renovación, ¿por qué te vas a meter con los mismos de siempre? La política en Salta siempre funcionó así: nos tenemos que juntar todos. No. Ustedes estén de la vereda de enfrente, ya tuvieron su chance y demostraron que son nefastos. Dejen que La Libertad Avanza crezca con figuras nuevas. No somos cerrados, somos recontra abiertos, pero a gente que valga la pena y que esté por convicción, no por interés.
Te asombrarías de todos los mensajes que recibimos después del domingo. Te sorprendería, y te das cuenta que el interior también está ahí, que hay muchísima gente que quiere sumarse, pero bajo nuestras reglas.
Nosotros no le vamos a abrir la puerta a los mismos de siempre, por más que ahora vengan a hacerse los buenos. No.
Volviendo al tema nacional y para cerrar, ¿qué opinás de la relación de Milei con Villarruel? ¿Cómo la ves a Victoria vos?
A Victoria la traté muy poco. La verdad que ha sido una desilusión muy grande su comportamiento, porque los argentinos eligieron esa fórmula. Tuvo actitudes que iban totalmente en contra de lo que habíamos pregonado. Desconozco cuáles fueron las otras internas; conozco lo mismo que vos, lo que trascendió en los medios. Tuvo inconductas dentro del Senado, sobre todo, que lejos de acompañar al presidente y ese modelo de país que los argentinos eligieron, fue más funcional al kirchnerismo en varias oportunidades. Ese fue el punto de quiebre. No puedo decir más que eso.
Quiero decir una última frase que no la vi en ningún medio. La Libertad Avanza arrasó en la provincia y le ganamos a todas las mañas de la vieja política. Enterramos al kirchnerismo, creo que de manera definitiva.
Esa era la pregunta que faltaba: cuál era tu lectura sobre el kirchnerismo.
Le firmamos la carta de defunción. No hay más kirchnerismo. Juan Manuel Urtubey y el Oso Leavy, que eran los dos referentes, fueron a sacarse la foto con la doblemente condenada, la ladrona Cristina Fernández de Kirchner, que está con la tobillera saltando en el balcón. Hicieron la peor elección de su historia.
Espero que no tengan el tupé ni siquiera de volver, porque los salteños fueron contundentes: no quieren ladrones dentro del gobierno.