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Después de los últimos comicios nacionales del 26 de octubre, en los que el saencismo obtuvo el 28% de los votos -resultado que le permitió ingresar una senadora y un diputado nacional-, el Gobierno provincial inició una etapa de revisión interna. Según confirmaron a El Tribuno altas fuentes de la Casa de Gobierno, "todos los ministros pusieron sus renuncias a disposición del gobernador Gustavo Sáenz", en un gesto que busca otorgarle plena libertad para definir los ajustes de gabinete que considere necesarios antes de fin de año.
"Más allá de los resultados, que fueron muy buenos en las provinciales y aceptables en las nacionales, el gobernador ya venía reflexionando sobre la necesidad de hacer algunos ajustes en el gabinete cuando culmine este año", dijo una fuente cercana al Ejecutivo.
Las secretarías
Los cambios, de concretarse, no apuntan a eliminar ministerios, sino a reducir el número de secretarías, que hoy superan las 44. El objetivo, según explicaron, es agilizar la gestión y mejorar la coordinación interna.
"Es difícil reducir ministerios porque ya tenemos una estructura acotada. Lo que sí estamos evaluando es achicar la cantidad de secretarías, que son muchas, para tener equipos más compactos y lograr mayor efectividad en la gestión", señalaron desde la Casa de Gobierno. Actualmente, la estructura ministerial concentra varias áreas que antes estaban separadas. Por ejemplo, Seguridad y Justicia funcionan bajo una misma cartera, al igual que Gobierno, Derechos Humanos y Trabajo. También se unificaron Turismo y Deportes, y Educación con Cultura.
La decisión se da en un contexto en el que el gobernador transita la segunda mitad de su segundo mandato, con dos años por delante y una gestión marcada por la búsqueda de equilibrio con la Nación y el sostenimiento del diálogo político.
"El gobernador se tiene que sentir con total libertad para definir el equipo con el que quiere encarar este último tramo de su gestión. Hay ministros que lo acompañan desde el tiempo que era intendente, otros se sumaron más tarde. Todos coinciden en que Gustavo Sáenz debe sentirse cómodo y respaldado", expresó la fuente consultada.
El gesto de los ministros se interpreta también como una señal de orden interno tras un año electoral intenso. En mayo, el saencismo se impuso en las elecciones provinciales con el 43% de los votos, asegurando 20 diputados propios más un aliado, y 11 senadores departamentales. Los libertarios, en tanto, alcanzaron el 28% y se quedaron con 9 diputados y una banca en el Senado, la de la Capital.
El análisis dentro del Gobierno apunta a una renovación de perfiles en las segundas líneas, más que a cambios drásticos en el gabinete político. "El gobernador seguramente buscará funcionarios con capacidad de gestión en Buenos Aires, porque el vínculo con la Nación siempre influye. No tanto por afinidades, sino por la necesidad de conseguir obras y recursos", apuntaron.
La misma fuente recordó que Sáenz "siempre se caracterizó por tender puentes y mantener diálogo con los gobiernos nacionales, sean del signo político que sean".
En la intimidad del gabinete se mencionan posibles ajustes en áreas sensibles, como la Secretaría General de la Gobernación, donde se analiza darle un perfil más político y de mayor exposición pública, y no tan técnico.
Desde el Grand Bourg descartan que existan conflictos graves en alguna cartera, aunque reconocen la necesidad de "oxigenar" algunas áreas. "No hay ministerios que estén complicados. Salud, educación, seguridad funcionan con normalidad y con compromiso. Pero siempre es saludable oxigenar y renovar", insistieron.
En ese sentido, remarcaron que los cambios que evalúa Sáenz llegarían hacia fin de año, en coincidencia con los movimientos en la Legislatura provincial y otros organismos. "El gobernador ya lo había anticipado: siempre es necesario generar algunos cambios, y el momento es ahora, cuando termina el año político y comienza una nueva etapa", concluyó la fuente oficial.
 
  
 