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"Las ciudades más bellas generan personas más felices"

La mirada de Claudia Faena, de Senseful Design, sobre neuroarquitectura y diseño con sentido.
Viernes, 14 de noviembre de 2025 01:19
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En su disertación en el ciclo Hablemos de lo que Viene, la arquitecta Claudia Faena expuso uno de los conceptos más sólidos y novedosos que hoy atraviesan la arquitectura contemporánea: la capacidad de los espacios de influir en la biología humana. "Las ciudades más bellas, más generosas con sus ciudadanos, bajan la criminalidad y generan personas más felices", afirmó. Planteó que el diseño, lejos de ser solo una disciplina estética, "es una herramienta que transforma conductas y mejora la calidad de vida".

Faena habló desde su trayectoria en el senseful design, una corriente que integra naturaleza, arte, ciencia y filosofía para elevar la "energía" de los ambientes. Pero concentró su mensaje en la neuroarquitectura, una disciplina nacida formalmente en 2003 a partir de los trabajos del neurocientífico Fred Gage y el arquitecto John Eckhart, quienes demostraron que ciertos entornos no solo estimulan la creatividad sino que modifican la producción de hormonas como la oxitocina, la serotonina o el cortisol.

Faena recordó que la neuroarquitectura tiene sus raíces en un episodio histórico: el viaje del médico Jonas Salk a Italia en los años 50, cuando buscaba avanzar en la vacuna contra la polio. Tras trabajar en un convento de Asís y descubrir cómo la arquitectura influía en su creatividad, Salk diseñó luego el célebre Instituto Salk considerado el "edificio fundador" de esta disciplina.

Desde esa línea conceptual, la especialista mostró proyectos propios -clínicas, oficinas, amenities y viviendas- donde aplica formas curvas, luz natural, texturas orgánicas y elementos de la naturaleza. "Las curvas calman al cerebro porque emulan a la naturaleza; las puntas generan estrés", explicó. También destacó cómo la presencia del agua, las plantas o el uso limitado de colores puede mejorar la concentración, reducir el estrés y favorecer la productividad.

Faena abordó la influencia de las palabras, los patrones geométricos y las vibraciones en la percepción del espacio, con ejemplos que integran arte, diseño paramétrico y conceptos tomados de la ciencia y la filosofía. "El espacio en el que vivimos debería ser para la persona que nos estamos convirtiendo, no para la que fuimos", afirmó citando a Marie Kondo. En su visión, los desarrollos urbanos deben "entregar parte de su espacio a la ciudad", y así hacer edificios más permeables, integrados y socialmente significativos.

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