inicia sesión o regístrate.
En Salta, la cobertura de vacunación para niños y adolescentes supera actualmente el 75%, según datos del Programa de Inmunizaciones de la Provincia de Salta. Aunque se trata de un porcentaje alentador, las autoridades sanitarias advierten que aún no alcanza los estándares necesarios para garantizar una protección comunitaria sólida que evite el resurgimiento de enfermedades ya controladas. Por este motivo solicitan mayor compromiso familiar en la continuidad y finalización de los esquemas.
La médica especialista Sandra Villagrán, del Programa de Inmunizaciones, sostuvo que la vacunación debe asumirse como parte de un estilo de vida saludable, ya que constituye una práctica continua que protege y promueve la salud a lo largo de toda la vida.
"Las vacunas permiten que nuestro sistema inmunológico aprenda a reconocer virus y bacterias, cuando tenemos contacto real con estos, evitando infecciones que pueden causar secuelas permanentes o incluso la muerte. Además, de protegernos a nosotros, lo hace también a quienes no pueden hacerlo por distintas razones, como bebés pequeños, personas inmunocomprometidas o con alergias severas", sostuvo.
Y añadió: "La vacunación es solidaria y mantener el calendario actualizado es un hábito de responsabilidad personal, una forma activa de cuidarnos y cuidar a quienes nos rodean".
Recordó que gracias a las vacunas se logró erradicar o controlar enfermedades como la viruela y la poliomielitis en muchas regiones
"No vacunarnos es retroceder", remarcó y añadió: "La vacunación es una actitud permanente de solidaridad, por eso, debe asumirse como un pilar del estilo de vida saludable".
En relación con la situación local, Villagrán explicó que la cobertura en la provincia de Salta sobre el ingreso escolar y la adolescencia es considerada fundamental, ya que se trata de etapas clave en el desarrollo y prevención de enfermedades.
Recordó que los niños nacidos en 2020 reciben sus refuerzos correspondientes en esta fase, tales como: Triple viral, Triple bacteriana, Salk y Varicela, mientras que los adolescentes nacidos en 2014 también deben completar su esquema con HPV (Virus del Papiloma Humano) y Triple Bacteriana Acelular contra la difteria, tétanos y coqueluche. Mantener altas tasas de vacunación en estos grupos asegura la protección colectiva, evitando el regreso de enfermedades que ya estaban controladas. Sin embargo, tanto en Argentina como en el mundo, las coberturas han descendido en los últimos años, tanto en niños como adolescentes por una combinación de factores entre ellos sociales, y culturales.
Vacunar en las escuelas
Actualmente, el Ministerio de Salud de la Provincia trabaja junto con el de Educación para lograr vacunar en las escuelas, aprovechando que los niños y adolescentes se encuentran en actividad escolar. Aun así, persiste una dificultad importante: la falta de respuesta cuando se solicita la presentación del carnet y la autorización de los tutores para que el niño sea vacunado y tenga su carnet al día.
Según estadísticas, al mes de octubre la provincia alcanzó coberturas superiores al 75% en todas las vacunas incluidas en estos grupos, pero ese porcentaje todavía no alcanza el nivel deseado. Por este motivo, se solicita a las familias que, si no desean vacunar en el ámbito escolar, asuman la responsabilidad de llevar a los menores a los centros de salud o vacunatorios habilitados para completar el carnet de estos niños.
"Los niños necesitan de los adultos para concurrir por lo tanto somos nosotros los responsables de garantizar el cuidado de su salud y el respeto de sus derechos", advirtió Villagrán.
La especialista alertó sobre las consecuencias de no vacunar frente a enfermedades como el sarampión y la tos convulsa (coqueluche o pertussis), ambas altamente contagiosas y potencialmente mortales.
El sarampión se transmite por vía respiratoria y una sola persona infectada puede contagiar a más de 15 personas. Sus complicaciones pueden incluir neumonía, encefalitis, ceguera y en casos graves la muerte. La vacunación es la única forma de prevenirlo a través de la triple viral en niños y la doble viral para adultos que deben contar por lo menos con dos dosis en la vida si nacieron a partir del 1965.
La tos convulsa, en tanto, es una infección bacteriana que provoca tos intensa y prolongada, dificultad respiratoria, vómitos y episodios de apnea, especialmente peligrosos en bebés recién nacidos, quienes aún no cuentan con protección por vacunas. En estos casos, la herramienta de prevención comienza incluso durante el embarazo, con la aplicación de la vacuna dTpa que protege al recién nacido hasta que pueda recibir sus propias dosis. Si adolescentes y adultos no completan sus esquemas, se convierten en transmisores potenciales, lo que puede derivar en neumonías, hospitalizaciones, convulsiones y daño cerebral.
Villagrán subrayó que no vacunar incrementa el riesgo de brotes epidémicos, hospitalizaciones y muertes prevenibles, significa un retroceso en los logros sanitarios del país y perdida de inmunidad colectiva que protege a quienes no pueden vacunarse.
Durante el embarazo
En cuanto a la vacunación durante el embarazo, señaló que se trata de una de las estrategias más efectivas para proteger simultáneamente a la madre y al bebé, ya que el sistema inmunológico se encuentra más vulnerable en esta etapa. Las vacunas contra la influenza, dTpa acelular contra difteria, tétanos y coqueluche aplicada alrededor de las semana 20 de gestación y la vacuna contra el virus sincicial respiratorio (VSR) aplicada entre las semanas 32 y 36, son consideradas esenciales.
"Las vacunas están disponibles para todos los grupos etarios y tenemos vacunas desde el nacimiento hasta los adultos mayores y están divididas por grupo de edades debido a que las enfermedades de la infancia, de la adolescencia, adultos y adultos mayores son diferentes, es por eso que son vacunados en diferentes etapas de la vida", precisó Villagrán.
Y añadió: "Las vacunas no curan, previenen. Enseñan al sistema inmunológico a defenderse sin que tengamos que enfermar primero".
En adultos mayores
En los adultos mayores —específicamente a partir de los 65 años— se recomienda la vacuna antigripal anual, así como la antineumocócica 20 valente de dosis única para quienes la reciben por primera vez, mientras que quienes tengan esquemas distintos deberán ser evaluados en centros de salud.
Villagrán recordó que "el Programa de Inmunizaciones de Salta,como en toda Argentina y el Mundo acompaña a la población con información científica respaldatoria. La pandemia trajo la proliferación de estos grupos anti vacunas de los cuales no voy a opinar, simplemente y hasta el cansancio ya que pertenezco y apoyo la ciencia y acompaño sus avances, puedo decir que las vacunas salvan vidas, y evitan la reemergencias de muchas enfermedades erradicadas y controladas, y que las coberturas de vacunación son muy importantes para disminuir la cantidad de susceptibles a enfermar".
Por último, la especialista remarcó la importancia de que las familias, padres y tutores acompañen activamente el proceso de vacunación, especialmente en la etapa escolar. Señaló que es fundamental autorizar la aplicación de vacunas en las instituciones educativas o, si así lo prefieren, asistir con los niños y adolescentes a los centros de salud y vacunatorios habilitados para completar el esquema. "Garantizar una inmunización adecuada protege a cada hijo, sino también a quienes lo rodean, evitando la reemergencia de enfermedades y posibles brotes. Esta responsabilidad se enmarca en el cumplimiento y la defensa de los derechos de la niñez, tal como establece la Ley 27.941 de control de enfermedades prevenibles por vacunación" finalizó.