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Cada 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Prematuro, una fecha que busca instalar en la agenda pública la importancia de la atención temprana, el acompañamiento y los cuidados especiales que requieren los bebés que nacen antes de las 37 semanas de gestación. Según el Ministerio de Salud de la Nación, en Argentina el 9,1% de los nacimientos corresponde a bebés prematuros, muchos de ellos con un peso inferior a los 2.500 gramos.
La prematurez implica un comienzo de vida distinto: internaciones prolongadas, controles médicos más frecuentes y un seguimiento constante para garantizar el bienestar del recién nacido. A nivel global, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año nacen 15 millones de bebés prematuros, y alrededor de un millón pierde la vida por complicaciones relacionadas con el nacimiento anticipado.
Los distintos grados de prematurez
Los especialistas distinguen varios niveles que determinan el grado de riesgo:
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Prematuros tardíos (32 a 36 semanas): presentan un desarrollo más avanzado y suelen adaptarse con mayor facilidad a la vida extrauterina.
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Prematuros moderados (29 a 32 semanas): los conocidos “sietemesinos”, requieren acompañamiento médico para completar su maduración.
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Prematuros extremos (menos de 29 semanas o menos de 1.500 gramos): son los casos de mayor riesgo, ya que sus órganos aún no alcanzaron la madurez necesaria y necesitan cuidados intensivos especializados.
En Argentina, 20 bebés por día nacen con un peso inferior a 1.500 gramos. Solo la mitad sobrevive, lo que marca la fuerte incidencia de la prematurez en los índices de mortalidad infantil.
Causas, riesgos y prevención
La prematurez es una condición biológica con prevalencia en aumento y la primera causa de ingreso a unidades de cuidados intensivos neonatales. Entre los factores de riesgo más frecuentes, los especialistas destacan:
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Embarazo antes de los 18 o después de los 35 años.
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Antecedentes de partos prematuros.
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Embarazos múltiples.
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Obesidad, diabetes, hipertensión, trombofilia o patologías como la preeclampsia.
La gran mayoría de las muertes por prematurez son prevenibles. Un adecuado control del embarazo permite detectar riesgos a tiempo y adoptar medidas oportunas.
Los primeros 100 días: un período decisivo
Para todos los recién nacidos, pero especialmente para los prematuros, los primeros 100 días son críticos para el desarrollo físico y emocional. En este contexto, distintas instituciones y empresas trabajan para acompañar a las familias desde el primer día.
“El nacimiento prematuro implica momentos sensibles para las familias. Saber que nuestra producción contribuye a cuidar a miles de bebés en la región nos llena de orgullo”, afirmó Ignacio Seoane, gerente general de Cono Sur de Kimberly-Clark, al destacar el compromiso histórico de la compañía con el bienestar infantil.
Diez derechos esenciales y un mensaje a la sociedad
En 2010, se definieron diez derechos fundamentales para los bebés prematuros, entre ellos:
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Nacer y ser atendidos en lugares adecuados.
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Recibir cuidados acordes a sus necesidades.
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Ser alimentados con leche materna.
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Acceder a controles especializados luego del alta.
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Ser acompañados por sus familias en todo momento.
El Día Mundial del Prematuro recuerda la necesidad de reforzar la prevención, garantizar los controles prenatales y asegurar el acompañamiento emocional y sanitario a las familias. Cada nacimiento necesita -y merece- el mejor comienzo posible.