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Tras el pedido presentado por propietarios y empresarios de locales bailables, para aumentar la capacidad de los locales de una persona por metro cuadrado a 1,5; extender la venta de bebidas alcohólicas de las 4 a las 5; y correr el horario de cierre de las 5 a las 6, que es analizado por el Concejo Deliberante, el referente del sector Discotecas de Salta, Mario Delaloye, sostuvo que la normativa vigente quedó desfasada frente a los hábitos actuales.
"Hay que ordenar, actualizar y modificar casi por completo la normativa nocturna. Quedamos muy afuera de lo que hoy elige la sociedad, cambian las costumbres y las formas. Si no nos aggiornamos, algunos rubros quedan obsoletos y fuera del marco comercial", afirmó Delaloye.
Advirtió que la clandestinidad creció. "Hoy tenemos confiterías que funcionan como boliches y muchos after que tienen mejor oferta que los locales habilitados. La clandestinidad ocupa un lugar muy grande. No solo se trata de fiestas sin permiso, sino de after sin salidas de emergencia, confiterías que se transforman en boliches sin cumplir normas, locales que no pagan impuestos, ni contratan personal de seguridad".
Señaló, además, la disparidad impositiva: "Es abismal. Un local bailable paga hasta un 1000% más de SADAIC y AADI CAPIF que actividades que dicen que van a hacer una cosa y hacen otra". Respecto a la capacidad habilitada por ordenanza, indicó que tampoco refleja la realidad. "Los locales bailables están regulados para una persona por metro cuadrado y las confiterías con espectáculo, una cada tres. La normativa es antigua y nadie la cumple. Los concejales deberían reformar la ordenanza para darle herramientas reales a la Dirección de Control. Si hoy la Municipalidad intentara hacer cumplir la normativa tal como está, tendría que clausurar todos los negocios", dijo.
Y añadió: "Tenemos un intendente joven que viene modernizando remises, Uber. Sería bueno que también se reforme la ordenanza de los locales bailables por la seguridad de todos."
Sobre los horarios, consideró que las restricciones desalientan al público. "La gente llega a las confiterías a las 2, el pico es a las 3 y la barra cierra a las 4 AM. Así nuestra actividad deja de ser atractiva y la gente opta por irse a los after", dijo. Y explicó que en otras provincias se resolvió extendiendo el horario y ordenando las actividades nocturnas. "En muchos lugares el cierre es a las 6 AM. Eso permite que la gente salga con luz natural y de manera más escalonada. Pero tiene que ir acompañado de un ordenamiento: las confiterías cierran a las 3 AM y recién ahí empieza la actividad bailable. Se evita que las confiterías se conviertan en boliches".
Puso como ejemplo Cafayate. "Allá los festivales comienzan a las 17 hs y terminan a las 1 AM. A esa hora la gente ya está haciendo fila para entrar a los boliches, habilitados y seguros. El municipio ordenó la estructura nocturna y la gente ocupa lugares donde hay inversión y controles".
Por otro lado, también señaló el contexto económico que está viviendo el país también está complicando al sector por la caída de consumo: "La cantidad de concurrentes bajó entre un 30 y 40%, según el lugar y el consumo también, obviamente, depende de la época del mes, pero ya no es el mismo gasto por persona que antes".
After y confiterías funcionan como boliches sin controles ni habilitación, ofreciendo precios más bajos que los locales formales.
Consultado sobre los after clandestinos que proliferan en zonas alejadas, señaló que su control depende de decisiones políticas. "La Policía y los municipios deben regular lo que pasa en cada localidad. Esto es de público conocimiento. Solo se necesita una decisión política para modernizar la ciudad, como ya lo hicieron otros municipios."
"Entre todos podemos aportar para que la sociedad esté contenida en un marco legal. Cuando hablo de habilitado, me refiero a locales con inversión para recibir a mucha gente. Y ordenado, significa que cada actividad tenga su horario: confiterías hasta las 3, boliches hasta las 6 y festivales hasta la s 1 AM."
Consideró que ordenar la oferta formal evitaría la proliferación de propuestas ilegales. "Si la oferta habilitada es mejor que la ilegal, entonces no habrá margen para que alguien desarrolle una actividad clandestina. Hoy todo es oferta y demanda: la gente va donde consumen más barato y donde no hay controles, y ahí es donde aparecen las situaciones con sustancias y riesgos que después lamentamos".
Y remarcó: "Para la gente de nuestro sector sería fácil hacer fiesta clandestina, pero no lo hacemos. Nunca se encontró a un empresario de la noche en una fiesta así. Por la inversión que hicimos, merecemos trabajar tranquilos y ser una buena oferta".