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Tras las elecciones nacionales del 26 de octubre, referentes de distintos espacios políticos evaluaron el funcionamiento del nuevo sistema de votación, la boleta única de papel (BUE).
El secretario electoral federal de Salta, Juan Pablo Acosta, calificó como "positivo" el balance del debut de la boleta única de papel en las elecciones nacionales. "Al principio, era todo desconocido. Hicimos muchísimas cosas que no habíamos hecho nunca, desde capacitaciones en toda la provincia hasta presencia en ferias, colegios y universidades. De a poco, la gente se fue interesando más y creemos que tuvo un muy buen desempeño", expresó.
Acosta subrayó que el nuevo sistema resolvió problemas históricos asociados al voto con boletas partidarias, como la falta, rotura o sustracción de papeletas.
La senadora nacional electa por Primero los Salteños, Flavia Royón, valoró el nuevo mecanismo de votación por su transparencia y equidad: "Desde mi punto de vista, me pareció un sistema claro, que garantiza equidad entre las propuestas políticas. Me parece más confiable. No tengo datos objetivos para comparar frente al voto electrónico, pero a mí, en lo personal, la boleta única papel me parece un muy buen sistema".
Royón remarcó que el cambio permitió un proceso ordenado y transparente, aunque planteó la necesidad de contar con indicadores concretos sobre la experiencia ciudadana -como tiempos de votación o asistencia- para evaluar su efectividad frente al sistema electrónico que rige en la provincia.
El diputado nacional electo Bernardo Biella, también de Primero los Salteños, reconoció la agilidad del sistema en comicios nacionales, aunque consideró que podría resultar más complejo en elecciones provinciales con más categorías. "Tuvo agilidad, pero cuando hay mayor número de candidatos, como intendentes o concejales, puede volverse más complejo. El voto electrónico permite ver todo de un vistazo, mientras que en la boleta única papel las figuras eran pequeñas y costaba distinguirlas, sobre todo para las personas mayores", explicó.
Biella anticipó que, en su opinión, el voto electrónico seguirá siendo más conveniente para las elecciones locales, mientras que la boleta papel podría mantenerse para los comicios nacionales.
Desde una mirada crítica, la excandidata a senadora nacional por Política Obrera, Violeta Gil, cuestionó que el nuevo sistema no modifica el carácter desigual del proceso electoral argentino. "Si bien la boleta única papel facilita el voto, no cambia el carácter restringido y hasta fraudulento del sistema, porque no contempla el derecho a revocatoria ni un acceso igualitario a recursos y medios para todas las fuerzas políticas", sostuvo.
Consultada sobre su eventual aplicación en Salta, Gil fue tajante: "Sería indistinto, porque no cambia el carácter amañado del proceso que expuse antes."
Por su parte, Claudio del Pla, quien también fue candidato a senador por el Frente de Izquierda señaló deficiencias en la difusión y la pedagogía del sistema, además de remarcar el impacto del voto en blanco. "La boleta era muy pequeña, las letras también. Tendría que haber habido mucho más entrenamiento y difusión previa. Es llamativo que en la categoría de diputados nacionales haya habido tan alto porcentaje de voto en blanco. En muchos cuartos oscuros la gente votaba senador y pensaba que ya había votado todo".
El dirigente sostuvo que la ley no contempla un voto "por partido", lo que podría haber generado confusión entre los electores: "Parece que en una elección solo se eligen personas y no ideas políticas. Pero el sistema de votación es el último de los problemas: lo que se debe garantizar es igualdad de recursos, acceso a medios y debates entre candidatos".
El senador nacional Sergio Leavy y excandidato, sostuvo que la BUE "fue fácil su utilización y representó una buena forma para avanzar en la provincia y dejar atrás la Boleta Única Electrónica (BUE)". El proceso resultó claro y accesible para la mayoría de los votantes: las instrucciones estaban bien señalizadas y el acto de votar fue rápido, sin mayores complicaciones técnicas ni confusiones sobre cómo emitir correctamente el sufragio".
"Además, la BUP aportó una sensación de mayor transparencia y confianza. No pasa los mismo con la BUE. El ciudadano pudo verificar su elección antes de depositarla en la urna, lo que reduce la desconfianza hacia los sistemas puramente electrónicos", añadió.
Marcela Jesús, excandidata a diputada nacional por el Partido de la Victoria, dijo: "No sé si va a resultar tan ágil en el momento en que se haga una elección provincial en donde hay muchos candidatos a intendentes, muchos candidatos a concejales, muchos candidatos a diputados. Ahí yo creo que se va a tornar bastante complicado y fue ágil en el momento de votar, pero no fue tan ágil y tan fácil en el momento del conteo de votos".
"El escrutinio definitivo marcó otros ganadores a los del provisorio. ¿Y qué fue lo que pasó acá en Salta específicamente, por ejemplo? No hubo la capacitación suficiente desde la justicia electoral y hago mea culpa que quizás no hubo la capacitación suficiente por parte de los partidos políticos. Si vos te pones a ver la cantidad de votos en blanco que hay para senadores y para diputados, vemos que para senadores hay 29.815 votos en blanco en general, hablo de todas las listas, y para diputados 82.812 votos en blanco. La diferencia de votos en blanco entre senadores y diputados es 53.000 votos", agregó.