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Durante la jornada de este miércoles se registró una inusual acumulación de ambulancias en la guardia del hospital San Bernardo, situación que generó preocupación en la comunidad luego de que un video comenzara a circular por redes sociales. Las imágenes mostraban móviles del SAMEC y del interior de la provincia estacionados frente al nosocomio, sin poder ingresar a los pacientes trasladados.
Según fuentes hospitalarias, hasta las 18 horas se contabilizaban ocho ambulancias del SAMEC y cuatro provenientes del interior, todas en espera debido a la falta total de camas y camillas disponibles en el área de emergencias. La situación, señalaron desde el propio hospital, es una de las consecuencias más visibles de una crisis sanitaria que afecta principalmente a los sectores más vulnerables, pero cuyos efectos comienzan a expandirse al resto de la sociedad.
El hospital San Bernardo no solo es el principal centro de atención de alta complejidad de la provincia, sino también de la región. Su colapso operativo, aunque sea temporal, expone con crudeza las limitaciones actuales del sistema de salud público.
La respuesta oficial
Ante la consulta de este medio y al darse a conocer las imágenes, desde la Gerencia del Hospital San Bernardo y el SAMEC emitieron un comunicado oficial para explicar lo ocurrido.
“Durante el mediodía y la tarde de hoy se registró un pico de saturación en el servicio de Guardia y Emergencias, que exigió el máximo esfuerzo del personal y de los recursos físicos disponibles”, informaron.
Desde el hospital remarcaron que, si bien el San Bernardo mantiene su carácter de hospital público con atención universal, gran parte de la congestión se debió a la masiva afluencia de pacientes con cobertura de obra social y afiliados de PAMI, quienes recurrieron al sistema público “por elección o por falta de respuesta en sus prestadores”.
A esto se sumó un incremento significativo de accidentados viales y casos oncológicos complejos, lo que terminó generando un “cuello de botella inevitable” en la atención.
Esta sobrecarga impactó directamente en el sistema de emergencias prehospitalarias. “La ocupación total de camillas provocó demoras en la liberación de los móviles de ambulancia, una situación crítica sobre la cual se trabajó intensamente hasta lograr, a esta hora, la normalización completa del servicio”, indicaron.
El reclamo por la difusión de imágenes
En el mismo comunicado, las autoridades del hospital y del SAMEC manifestaron su rechazo a la exposición de pacientes en situación de vulnerabilidad , luego de que se difundieran videos grabados dentro del área de internación.
“La filmación de personas dentro del área de internación sin su consentimiento constituye una falta grave a la ética y a los derechos de privacidad del paciente”, expresaron. Si bien reconocieron el interés informativo, resaltaron que no avalan acciones que vulneren la intimidad de quienes están siendo asistidos.
Finalmente, reiteraron el compromiso del hospital con la atención de la comunidad y apelaron a una responsabilidad compartida entre la sociedad, los financiadores de salud y el sistema sanitario.
Lo ocurrido en el San Bernardo vuelve a encender una alarma sobre el estado del sistema de salud en Salta. El colapso no siempre se traduce en imágenes virales, pero se vive a diario en pasillos saturados, tiempos de espera que se extienden y personal que trabaja al límite. Esta vez, la postal fue imposible de ocultar: ambulancias paradas, pacientes esperando y un hospital que, aun con todo su esfuerzo, no pudo contener la demanda.