El pasado martes 4 de febrero se cumplió un nuevo aniversario del fallecimiento en alta mar del doctor Mariano Moreno, considerado el primer periodista argentino por haber fundado, trece días después del 25 de mayo de 1810, la "Gazeta de Buenos Aires", primer órgano de prensa patrio.
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El pasado martes 4 de febrero se cumplió un nuevo aniversario del fallecimiento en alta mar del doctor Mariano Moreno, considerado el primer periodista argentino por haber fundado, trece días después del 25 de mayo de 1810, la "Gazeta de Buenos Aires", primer órgano de prensa patrio.
Mariano fue el mayor de los catorce hijos que tuvieron Manuel Moreno y Argumosa, español llegado a Buenos Aires en 1776, y de Ana María Valle, hija y nieta de propietarios de extensas tierras bonaerenses. Cursó sus primeras letras en la escuela del Rey y luego continuó en el Real Colegio San Carlos. Se cuenta que al ver fray Cayetano Rodríguez el amor que tenía Moreno por el estudio, se hizo su protector. Ese vínculo le permitió acceder a la biblioteca del convento San Francisco y entrar en contacto con Felipe de Iriarte, el sacerdote del Alto Perú que le sugirió que continuara sus estudios en la Universidad de Chuquisaca. Y además, le ofreció protección del arzobispo de Chuquisaca y una "mesada" (beca) para que afrontara sus gastos en aquella ciudad. Sus padres le costearon el largo y penoso viaje de casi tres meses y con numerosas paradas hasta arribar a destino en 1800, cuando tenía 22 años de edad. Allí se incorporó a la Universidad Mayor y también a la Real Academia Carolina de Practicantes Juristas de Charcas, casa que brindaba conocimientos sobre las leyes generales del Reino y los cabildos.
En 1804, Moreno fue designado y distinguido por la Academia Carolina, dado sus "destacados méritos", Celador Fiscal de la casa, un cargo de gran importancia y responsabilidad. Allí tuvo a su alcance los teóricos de la Ilustración europea: Montesquieu, Voltaire, Diderot y Rousseau, maestros que más tarde ejercerían gran influencia en su pensamiento. Para ello, Moreno debió estudiar inglés y francés, y además, traducir algunas obras. Un ejemplo, "El Contrato Social" de Rousseau, traducción que le llevó años de trabajo hasta que pudo editarla en 1810 en la "Gazeta de Buenos Aires", con prólogo de su autoría.
También influenciaron sobre Moreno la Ilustración española, con textos del jurista Juan de Solárzano Pereira y Victorián de Villava, fiscal de la Real Audiencia de Charcas en 1790 y que además era el real protector natural de los indios.
"Disertación Jurídica…"
Cuando Moreno llegó a Chuquisaca en 1800, ya había dos posiciones bien definidas con respecto a la mita. Por un lado, los que querían su derogación, entre ellos: la Real Audiencia, el fiscal Villava, el arzobispo San Alberto Terrazas, mas los indios mitayos o explotados. Y por el contrario, quienes querían su continuidad: funcionarios, ciertos miembros del clero, los dueños de minas, arrendatarios y el gremio de los azogueros.
En agosto de 1802, Moreno presentó en la Academia Carolina una "Disertación jurídica sobre el servicio personal de los indios en general y en particular de yanaconas y mitarios". Un tema muy polémico, conflictivo y de gran actualidad por entonces. En esa exposición, hizo graves denuncias por el mal trato y los padecimientos de los indios mitayos . "Esto hace –dijo- que de las cuatro partes de indios que salen de la mina, rara vez regresen a sus patrias las tres enteras….".
Moreno concluyó su exposición sosteniendo que, "así como se habían eliminado las encomiendas, se esperaba lo mismo con el servicio de la mita".
En febrero de 1804, Moreno rindió su primer examen teórico "de salida" en la Academia Carolina y entre 1803 y 1804 realizó las prácticas profesionales en el estudio de Esteban Agustín Gascón. Lo hizo como abogado defensor de indios contra el abuso de sus patrones, llegando a inculpar a poderosos personajes de la época.
Y mientras Moreno hacía sus prácticas como abogado, conoció a María Guadalupe Cuenca, de 14 años y con quien se casó el 20 de mayo de 1804, en la catedral de Chuquisaca. Uno de sus testigos fue el presbítero José Antonio Medina, firmante de la proclama revolucionaria de La Paz en 1809 y miembro de la Junta Tuitiva.
En Buenos Aires
En septiembre de 1805 el flamante abogado Mariano Moreno regresó a Buenos Aires con su esposa y su hijo "Marianito" de ocho meses. Por entonces, la capital del virreinato tenía 98 abogados y los más conocidos eran Feliciano Chiclana –futuro gobernador de Salta- en ejercicio desde 1788; Castelli, desde 1791; y Paso y Echavarria, desde 1802. Dos meses después, Moreno ya estaba matriculado en la Audiencia de Buenos Aires.
En 1806, fue testigo presencial de la primera invasión inglesa al Río de la Plata. Tomó nota de todo lo acontecido en aquellos días y un párrafo de ese escrito dice: «Yo he visto llorar muchos hombres por la infamia con que se les entregaba; y yo mismo he llorado más que otro alguno, cuando a las tres de la tarde del 27 de junio de 1806, vi entrar a 1.560 hombres ingleses, que apoderados de mi Patria se alojaron en el fuerte y demás cuarteles de la ciudad».
En la segunda invasión inglesa al Río de la Plata, en 1807, los británicos anunciaron la publicación de un periódico bilingüe "The Southern Star" ("Estrella del Sur).El primer número apareció el 23 de mayo de 1807 y ante eso, la Audiencia de Buenos Aires prohibió la introducción del semanario desde Montevideo donde se imprimía. Pero además, le encargó a Moreno que refutara políticamente al periódico, cosa que el abogado y periodista no hizo, al lograr convencer a la Audiencia que mejor era "meter violín en bolsa" aunque dicen que sus palabras fueron: "silencio y olvido". Y así ocurrió.
A partir de entonces el abogado tuvo varias intervenciones públicas en el gobierno colonial y también como defensor, siendo el caso más resonante cuando defendió al clero contra los excesos del obispo de Buenos Aires, Benito Lué Riega. Luego fue relator sustituto de la Real Academia de Buenos Aires, y cuando en la "Asonada de Alzaga", se pretendió reemplazar al virrey Liniers, él asumió la defensa de Alzaga. Fue quizás entonces que surgió la primera diferencia con Cornelio Saavedra, el militar que debió sofocar enérgicamente la insurgencia.
Otra destacada intervención antes de 1810 fue cuando Moreno asumió la Representación de los Hacendados de las compañías del Río de la Plata ante el virrey. Defendió el derecho de sus representados a vender, especialmente cueros, a precios más altos, impulsados por la mayor demanda de los ingleses.
Revolución de Mayo
En esta etapa revolucionaria, Mariano Moreno cobra gran protagonismo al participar como secretario, junto a Juan José Paso, de la Primera Junta surgida el 25 de mayo de 1810. Fue autor de la proclama del 28 de mayo, documento por el cual el gobierno anunciaba su constitución a los pueblos del interior y convocaba a representantes de otras ciudades a incorporarse a la misma, invitación que más tarde traería desavenencias.
En pocos meses, Moreno logró como secretario, la creación de la Biblioteca Pública Nacional, oficina de Censos y Planificación, reapertura de los puertos de Maldonado (Uruguay), Ensenada y Carmen de Patagones. Eliminó restricciones al comercio y las explotaciones mineras, organizó la Policía Municipal y estableció ordenanzas militares para oficiales y cadetes. Finalmente debemos destacar que publicó la primera norma sobre la libertad de prensa en el periódico que había fundado y dirigía: la "Gazeta de Buenos Aires". También cobró protagonismo en los primeros meses de la Revolución, cuando luego de la "Contrarrevolución de Córdoba", fueron fusilados Santiago Liniers, Gutiérrez de la Concha, Victorino Rodríguez, Santiago Allende y Joaquín Moreno, logrando salvar el pellejo, dada su investidura, el obispo Rodrigo de Orellana.
La noche del 5 de diciembre de 1810, se celebró en Buenos Aires la victoria de Suipacha (7.11.1810) con un banquete al que Moreno intentó ingresar pero que el centinela se lo impidió. Fue en esa fiesta que un oficial ebrio, brindó a viva voz por "el primer rey y emperador de América, don Cornelio Saavedra". Al día siguiente, enterado Moreno del exabrupto, redactó una norma que fue la piedra de la discordia: el "Decreto de Supresión de Honores". Allí se suprimía el ceremonial reservado para el presidente de la Junta y los privilegios heredados del cargo del virrey. Además, se limitaba la autoridad del presidente en asuntos que hasta entonces le habían sido de su incumbencia exclusiva. Algunos historiadores dicen que Moreno pretendió forzar un conflicto con Saavedra pero el hecho fue que días después, antes de fines de año, arribaron a la Capital los diputados del interior que habían sido convocados por el documento del 28 de mayo. Fue entonces que las distintas interpretaciones de aquella olvidada convocatoria causaron un nuevo conflicto. Para Moreno los diputados debían reunirse en Congreso mientras que para el deán Funes de Córdoba y sus propios, se debían incorporar al gobierno. A ello, Moreno respondió que eso sería inoperante. Fue entonces que Saavedra se sumó a la postura del deán Funes y el 18 de diciembre, al perder la moción morenista por los votos del interior, nació la Junta Grande. Ante este revés, el brillante abogado y periodista presentó su renuncia, la que fue rechazada. Ante ello, Moreno solicitó se le enviara a Brasil y Gran Bretaña para gestionar apoyo a la independencia de las Provincias Unidas, petición que fue acordada.