La muerte del papa Francisco, conmocionó al mundo y también a la comunidad católica salteña. Desde temprano, monseñor Mario Antonio Cargnello, arzobispo de Salta, expresó su pesar y brindó un sentido mensaje sobre el legado espiritual que deja el pontífice. "Después del shock de la noticia, uno empieza a querer ver señales", comenzó diciendo Cargnello, visiblemente afectado.
“El último gesto del Papa fue mostrarse como un cristiano que busca a Dios y que busca estar con la gente”, afirmó, aludiendo a los últimos días de vida de Francisco y sus visitas a lugares emblemáticos como la tumba de San Pío X y la Basílica de Santa María la Mayor en Roma.
Para el arzobispo, estos actos no fueron casuales: “San Pío X fue el Papa que pidió la paz y murió cuando se declaró la Primera Guerra Mundial. Es el Papa que acercó la Eucaristía a los niños. Ahí fue Francisco. Todo tiene un sentido”, subrayó.
Asimismo, recordó el profundo vínculo de Francisco con la Virgen María. “Su pontificado estuvo marcado por esa cercanía a la Virgen, especialmente en la devoción a la Virgen de la Salud del Pueblo Romano”, agregó.
Consultado sobre cómo recibió la noticia, Cargnello relató: “Me desperté, vi los titulares en los diarios y después confirmé en Vatican News. Me agarró totalmente shockeado”. Anunció que esta tarde, a las 19, se celebrará una misa en la Catedral en memoria del Papa, y que se hará el tradicional toque a duelo con las campanas.
Respecto a su último encuentro con el Papa, contó que fue en enero del año pasado. Al ser consultado por el impacto que tuvo para los argentinos tener un Papa oriundo del país durante 12 años, reflexionó: “Para nosotros fue una bendición del Señor. En la historia de la Iglesia, que tiene más de 2000 años, veremos con el tiempo qué significado tiene su papado”.
Cargnello también valoró la misión evangelizadora de Francisco: “Es un Papa que quiso hacer el bien, que quiso lanzar a la Iglesia anunciando el Evangelio con alegría. Todo lo otro surge de eso. Su primera encíclica fue La alegría del Evangelio. Eso lo marca desde el inicio”. Ante la pregunta inevitable sobre su visita pendiente a la Argentina, el arzobispo respondió con serenidad: “Déjalo nomás para Dios. No vino”.
“Francisco eligió estar donde muchos no miran”
“Francisco eligió a los pobres, a los presos, a los migrantes. Eligió estar donde muchos no miran”, afirmó el prelado.
Cargnello repasó algunos de los últimos gestos del pontífice, a los que consideró profundamente significativos. Recordó, por ejemplo, que tras una internación de dos meses en el hospital Gemelli, el Papa salió diciendo: “No soy un enfermo, soy un convaleciente”. Para el arzobispo, esa frase fue otra muestra del temple con que Francisco afrontó hasta los momentos más difíciles.
También destacó que una de las últimas iglesias que visitó fue Santa María la Mayor, donde se encuentra el ícono de la Virgen “Salud del pueblo romano”, y que allí mismo había comenzado su pontificado. “Desde el inicio, antes de viajar y al regresar, siempre pasaba por esa basílica. En sus últimos días, eligió ir una vez más. Fue un gesto silencioso, pero elocuente”, sostuvo.
El arzobispo también se refirió a la presencia del Papa en la Plaza San Pedro días antes de su fallecimiento: “No podía hablar, solo saludaba con su mano, pero estaba entre la gente. Ese gesto habló por sí solo: estaba entre su pueblo, como un cristiano, un sacerdote, un obispo”.
Cargnello remarcó que desde el inicio de su pontificado, Francisco optó por una Iglesia en salida, comprometida con los más vulnerables. “Eligió el nombre de San Francisco de Asís como testimonio de su cercanía con los pobres. Y nunca se apartó de esa opción. En Salta también vemos rostros marcados por la exclusión, por la migración, por la pobreza. Él nos enseñó a mirar esos rostros con compasión”, expresó.
En ese marco, el arzobispo anticipó que junto a otros obispos presentarán una nota al Poder Judicial solicitando que se analice la posibilidad de otorgar libertades a personas privadas de su libertad que cumplan con los requisitos legales. “Francisco lavaba los pies de los presos. Queremos seguir ese camino y ser signo de esperanza”, señaló.
Al referirse al legado espiritual del pontífice, Cargnello recordó la exhortación Evangelii Gaudium, en la que Francisco llamaba a toda la Iglesia a anunciar el Evangelio con alegría. “No desde el poder ni desde los grandes escenarios, sino con gestos concretos, desde la cercanía y la misericordia”, indicó.
Y añadió: “Francisco no buscó multitudes. Fue a Siberia para visitar una comunidad mínima, fue a selvas donde trabajan curas y monjas en silencio. Su evangelización fue desde los márgenes, con humildad y coherencia”.
Para finalizar, Cargnello definió al papa como una figura clave para la historia del país: “No se fue un jefe. Se fue un padre, un hermano mayor, un testigo. Nos queda su ejemplo, su mensaje y su compromiso con los más pequeños. Esa es la herencia que debemos honrar”.