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El Toro podría ser uno de los destinos turísticos más visitados de Salta: los cerros parecen maquetas, el camino desolado transmite paz y frente al mástil de la escuela albergue Coronel Severo de Zequeira, el nevado de Chañi parece guiñar a los 40 alumnos que aprenden, juegan y pasan sus días en La Puna salteña. Sin embargo, llegar hasta esa zona se vuelve inhóspita y el sacrificio queda marcado tanto en los chicos como en los profesores y ordenanzas que le dan vida a la institución 4619 en Rosario de Lerma, a solo 15 kilómetros del límite con Jujuy y a 3840 metros sobre el nivel del mar.
El Tribuno visitó este lunes a los chicos tras la viralización de unos videos que publicó en TikTok el director de la escuela, Osvaldo "Aldo" Barrientos, en la previa del receso escolar de invierno y compartió un día inolvidable, tanto para el equipo periodístico como -según dijeron- para los pequeños alumnos de jardín a séptimo grado. Fue un viaje de ida porque solamente "in situ", los testigos pueden dimensionar sobre lo difícil que es llegar hasta allí para chicos que caminan hasta 60 kilómetros y para docentes que estuvieron a centímetros de perder la vida en uno de los tantos trayectos por la ruta 51: en 2023, la camioneta Land Rover en la que viajaba Barrientos y otra docente, sufrió un desperfecto mecánico en Santa Rosa de Tastil y volcó. Tras su internación, volvieron a El Toro.
El trayecto
Cada lunes, las profesoras Maribel Barboza (docente de inglés), Carolina Pelo y Guadalupe Romero Zapata (docentes de grado), además del director Barrientos, cumplen una rutina: se reúnen a las 6.30 en Campo Quijano y suben a un vehículo para dirigirse hasta El Toro (son 172 kilómetros desde Salta capital a la mencionada escuela). Y desde allí manejan por asfalto hasta el paraje Las Cuevas. Un pequeño kiosco al costado de la ruta es el punto de referencia para quienes van por primera vez. Allí, a mano derecha, comienza la subida de 35 kilómetros de tierra, costosos, pero con un paisaje increíble.
Poco antes de las 9, los docentes arriban a destino (también lo hace Cyntia Barboza, la profesora de Educación Física) y se encuentran con varios de los alumnos (si ellos observan que los minutos pasan, izan la bandera antes de la llegada de sus profesores). También esperan las ordenanzas Cornelia y Marcela Olmos, más Damián Ramos, uno de los padres que colabora en la huerta. El desayuno está listo y luego comienzan las actividades escolares hasta el sonido de la campana para anunciar el primer recreo que tiene como punto de encuentro la canchita de fútbol.
De los 40 alumnos, 30 de ellos viven de lunes a viernes en la escuela porque sus casas son muy lejanas. De hecho este lunes, Analia, no había arribado a la institución pero nadie se preocupó por su inasistencia: vive en el paraje Lare Grande, a 60 kilómetros de El Toro y generalmente arriba después del mediodía tras varias horas de caminata.
Lo que quedó claro es que tanto docentes como alumnos se sacrifican con un solo fin: el progreso pese a las adversidades y el camino tan inhóspito como hermoso, fue un viaje de ida para El Tribuno.
Un presente para docentes y alumnos
La llegada a la escuela de El Toro sirvió además para que los 40 alumnos reciban un presente por parte de El Tribuno, empresas amigas y colaboradores. Angelita Golosinas y Snacko enviaron diferentes productos de alimentación, el Club Amigos de la Montaña donó prendas de vestir, al igual que amigos y familiares de nuestro medio.
Los docentes y chicos obtuvieron una colección de "Salteños en la historia", ediciones de libros publicados en conjunto por Instituto San Felipe y Santiago de Estudios Históricos, la Universidad Católica de Salta, El Tribuno y Edesa. Revistas, diarios y libros de fotografía también fueron obsequiados como material pedagógico y los alumnos tuvieron una divertida clase de periodismo por el equipo integrado por Lara Neira, Federico Medaa, Javier Rueda, Santiago Soto y Julio Nakhle.
Una visita especial, en imágenes