inicia sesión o regístrate.
La tarde del martes volvió a encender las alarmas en el relleno sanitario San Javier. Personal de seguridad de Agrotécnica Fueguina constató que la planta de tratamiento de biogás, ubicada en el sector sudoeste del predio, había sido blanco de un robo y actos de vandalismo que dejaron fuera de servicio al sistema de quema de gases.
Los delincuentes rompieron el alambrado perimetral y se llevaron equipos esenciales para la operación: un tablero eléctrico completo, el tablero táctil de comando de la antorcha, un caudalímetro de medición, manómetros, válvulas, instalaciones eléctricas y electrónicas, además de gabinetes, tableros de composición de gases, ventiladores, cableados, mangueras y diversos accesorios. La magnitud de lo sustraído obligó a paralizar de inmediato la planta, generando cuantiosos daños materiales y comprometiendo un proceso ambiental estratégico para la ciudad de Salta.
No es la primera vez que el predio sufre este tipo de hechos. Años anteriores ya se habían denunciado robos de geomembranas, baterías, cañerías y accesorios de captura y transporte de biogás, además de vandalismo contra los alambrados, la forestación y accesos no autorizados.
Los directivos de Agrotécnica Fueguina expresaron su profunda preocupación por la reiteración de estos ataques que, remarcaron, afectan un servicio esencial para la gestión de residuos y el cuidado ambiental. La empresa subrayó las dificultades que enfrenta para evitar los atentados en el predio de disposición final de residuos.
Planta pionera en la reducción de gases
La planta de biogás de San Javier, habilitada en 2012, fue uno de los primeros proyectos ambientales del país en reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Nació de un convenio entre la Municipalidad de Salta y el Banco Mundial en el marco del Protocolo de Kioto, con el objetivo de capturar, transportar y quemar el biogás generado por la descomposición de residuos orgánicos.
El biogás está compuesto principalmente por metano y dióxido de carbono. A través de la combustión en antorcha, el metano se transforma en dióxido de carbono, cuya incidencia en el efecto invernadero es mucho menor. De este modo, el sistema permite reducir el impacto ambiental del relleno sanitario y contribuir a los compromisos internacionales en materia climática.
.