El juez de Instrucción Formal 8, Federico Diez, dictó auto de procesamiento contra tres sujetos que violaron con salvajismo a una nena de 11 años, a quien secuestraron en plena vía pública e introdujeron en la cabina de un camión estacionado, donde la sometieron sin piedad y la obligaron a fumar marihuana y beber alcohol durante más de tres horas.
El hecho ocurrió el 11 de noviembre de 2011, en el barrio San Ignacio, cuando la víctima, que había ido a la casa de una compañera de curso, se aprestaba a abordar un ómnibus para regresar a su casa, en barrio Ceferino.
Los imputados por el bárbaro hecho son Adrián Ezequiel “Maxi” Carmen (25), su hermano Jorge Eduardo (19), conocido como “Chela” y Maximiliano Leonel “Jorge” Bobarín (19).
El magistrado los procesó al considerarlos “presuntos coautores responsables del delito de abuso sexual con acceso carnal, agravado por el número de participantes”, la más grave de las figuras contempladas en el Código Penal para los violadores y cuya pena prevé una condena mínima de ocho años de prisión y una máxima de veinte.
La chiquita ultrajada fue vista caminando con dificultades motrices, por las calles de la barriada de la zona este, a eso de las 2 de la madrugada, por un vecino, quien de inmediato llamó al 911. Horas más tarde se comprobó que había sido presa de un masivo ataque sexual, que le había provocado severas lesiones. Entre ellas, un problema muscular que le impidió desplazarse durante más de un mes. Además, quedó con serios trastornos psicológicos que persisten hasta el día de hoy, entre ellos, delirio de persecución, fobias inexplicables, llantos nocturnos y recurrentes deseos inconmensurable de escapar de su entorno natural.
La menor, que concurría a un establecimiento escolar del macrocentro capitalino, había decidido ese día irse a la casa de una compañera, sin dar aviso a sus padres, que la buscaban con frenesí.
A las 20.30 se retiró y cuando esperaba el colectivo fue capturada por los acusados.
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El juez de Instrucción Formal 8, Federico Diez, dictó auto de procesamiento contra tres sujetos que violaron con salvajismo a una nena de 11 años, a quien secuestraron en plena vía pública e introdujeron en la cabina de un camión estacionado, donde la sometieron sin piedad y la obligaron a fumar marihuana y beber alcohol durante más de tres horas.
El hecho ocurrió el 11 de noviembre de 2011, en el barrio San Ignacio, cuando la víctima, que había ido a la casa de una compañera de curso, se aprestaba a abordar un ómnibus para regresar a su casa, en barrio Ceferino.
Los imputados por el bárbaro hecho son Adrián Ezequiel “Maxi” Carmen (25), su hermano Jorge Eduardo (19), conocido como “Chela” y Maximiliano Leonel “Jorge” Bobarín (19).
El magistrado los procesó al considerarlos “presuntos coautores responsables del delito de abuso sexual con acceso carnal, agravado por el número de participantes”, la más grave de las figuras contempladas en el Código Penal para los violadores y cuya pena prevé una condena mínima de ocho años de prisión y una máxima de veinte.
La chiquita ultrajada fue vista caminando con dificultades motrices, por las calles de la barriada de la zona este, a eso de las 2 de la madrugada, por un vecino, quien de inmediato llamó al 911. Horas más tarde se comprobó que había sido presa de un masivo ataque sexual, que le había provocado severas lesiones. Entre ellas, un problema muscular que le impidió desplazarse durante más de un mes. Además, quedó con serios trastornos psicológicos que persisten hasta el día de hoy, entre ellos, delirio de persecución, fobias inexplicables, llantos nocturnos y recurrentes deseos inconmensurable de escapar de su entorno natural.
La menor, que concurría a un establecimiento escolar del macrocentro capitalino, había decidido ese día irse a la casa de una compañera, sin dar aviso a sus padres, que la buscaban con frenesí.
A las 20.30 se retiró y cuando esperaba el colectivo fue capturada por los acusados.