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Se terminó el calvario para River Plate

Domingo, 24 de junio de 2012 15:46

Se fue un 26 de junio de 2011 con la promesa de volver pronto y, luego de penar en una categoría que no lo trató nada bien, River Plate pudo ponerle punto final a la tortuosa experiencia, y a partir de la próxima temporada volverá a ocupar su lugar en la elite del fútbol nacional.
Con el pitazo final del árbitro Alejandro Toia llegó el alivio para una hinchada que aprendió a sufrir con el descenso y también con este ascenso, que se dio después de pasajes de angustia y zozobra.
En la cancha, los jugadores descomprimieron la crítica situación que pasaron, tras un torneo que se complicó más de lo imaginado.
El primer tiempo del encuentro en sí fue para el olvido. River fue un equipo tibio, sin juego, ni sorpresa, en ofensiva para generar peligro.
Tuvo una sola, cuando promediaba la etapa, tras un centro desde la derecha de Alejando Domínguez que después de varios rebotes le quedó a David Trezeguet, quien remató de derecha a un metro de la línea de gol y entre Ezequiel Garré y el arquero César Monasterio salvaron el gol.
Almirante, en tanto, pudo haber marcado con un cabezazo de Daniel Vega que sacó su homónimo arquero de River al córner. No más.
En la segunda parte, Matías Almeyda acertó al poner a Rogelio Funes Mori y Lucas Ocampos por Fernando Cavenaghi y César González, respectivamente, y así River comenzó a edificar el triunfo.
En la primera, Ramiro Funes Mori salió del fondo con un pelotazo que fue directo hacia la cabeza de Trezeguet, éste cedió para Rogelio Funes Mori, quien estaba en clara posición adelantada, y se la devolvió de cabeza al francés, que de aire le dio de zurda y abrió el marcador.
Con la ventaja, el millonario manejó el partido pero con la inquietud de cualquier sobresalto que pudiera revivir los fantasmas de siempre.
Sobre el final, con Almirante lanzado en ataque, River contó con un penal que le cometieron al ingresado Martín Aguirre pero falló Trezeguet.
El error del francés dejó un poco más de suspenso a la historia que se disipó rápidamente cuando el franco-argentino hizo el segundo y liquidó el partido.
Llegó la hora del desahogo y los jugadores se retiraron a festejar al vestuario, mientras los hinchas trasladaron el festejo por la Avda. Libertador. “Volvimos al lugar donde nunca deberíamos haber dejado”, gritó el hincha de quinta generación riverplatense que, desde hoy, volverá a pensar en grande. 

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Se fue un 26 de junio de 2011 con la promesa de volver pronto y, luego de penar en una categoría que no lo trató nada bien, River Plate pudo ponerle punto final a la tortuosa experiencia, y a partir de la próxima temporada volverá a ocupar su lugar en la elite del fútbol nacional.
Con el pitazo final del árbitro Alejandro Toia llegó el alivio para una hinchada que aprendió a sufrir con el descenso y también con este ascenso, que se dio después de pasajes de angustia y zozobra.
En la cancha, los jugadores descomprimieron la crítica situación que pasaron, tras un torneo que se complicó más de lo imaginado.
El primer tiempo del encuentro en sí fue para el olvido. River fue un equipo tibio, sin juego, ni sorpresa, en ofensiva para generar peligro.
Tuvo una sola, cuando promediaba la etapa, tras un centro desde la derecha de Alejando Domínguez que después de varios rebotes le quedó a David Trezeguet, quien remató de derecha a un metro de la línea de gol y entre Ezequiel Garré y el arquero César Monasterio salvaron el gol.
Almirante, en tanto, pudo haber marcado con un cabezazo de Daniel Vega que sacó su homónimo arquero de River al córner. No más.
En la segunda parte, Matías Almeyda acertó al poner a Rogelio Funes Mori y Lucas Ocampos por Fernando Cavenaghi y César González, respectivamente, y así River comenzó a edificar el triunfo.
En la primera, Ramiro Funes Mori salió del fondo con un pelotazo que fue directo hacia la cabeza de Trezeguet, éste cedió para Rogelio Funes Mori, quien estaba en clara posición adelantada, y se la devolvió de cabeza al francés, que de aire le dio de zurda y abrió el marcador.
Con la ventaja, el millonario manejó el partido pero con la inquietud de cualquier sobresalto que pudiera revivir los fantasmas de siempre.
Sobre el final, con Almirante lanzado en ataque, River contó con un penal que le cometieron al ingresado Martín Aguirre pero falló Trezeguet.
El error del francés dejó un poco más de suspenso a la historia que se disipó rápidamente cuando el franco-argentino hizo el segundo y liquidó el partido.
Llegó la hora del desahogo y los jugadores se retiraron a festejar al vestuario, mientras los hinchas trasladaron el festejo por la Avda. Libertador. “Volvimos al lugar donde nunca deberíamos haber dejado”, gritó el hincha de quinta generación riverplatense que, desde hoy, volverá a pensar en grande. 

Daniel Passarella: “Despertamos de una pesadilla”

Aunque recibió muchos insultos una vez finalizado el partido que lo consagró a River Plate, el presidente Daniel Passarella celebró que el millonario haya despertado de “una pesadilla colectiva”, al concretar el regreso a Primera.
El Káiser no hizo declaraciones a la prensa pero mediante un comunicado, el dirigente instó a “trabajar todos juntos para que River jamás vuelva a atravesar una situación semejante”.
En su declaración, el titular del club de Núñez resaltó el esfuerzo del técnico Matías Almeyda por “el coraje de hacerse cargo de la conducción” del plantel, y también a los “consagrados en Europa”, en referencia a los jugadores David Trezeguet, Fernando Cavenaghi y el Chori Domínguez, que llegaron a la institución para “aportar al esfuerzo colectivo, inspirados en su amor por River”.
“Con todo afecto quiero decirles a socios e hinchas de River Plate que celebro -que no es lo mismo que decir festejo- que hayamos podido despertarnos todos juntos de esta pesadilla colectiva que condujo a nuestro club, primero a una situación terminal, y luego a participar en un torneo de ascenso. No significa esto menospreciar los torneos de ascenso que, como hemos comprobado, son muy competitivos. Por el contrario, la pesadilla consistió en que se hayan creado a lo largo de años las condiciones que llevaron a River a una situación de quebranto generalizado, moral y económico”. De esta forma, Passarella endilgó tácitamente el descenso a gestiones anteriores.
“No es este el momento y el lugar para repartir culpas, sino para comentarles que, desde el primer día, nuestra gestión se orientó a crear las condiciones para que jamás River vuelva a atravesar una situación semejante y que sus desafíos futuros ya no sean de recuperación, sino de nuevas conquistas, deportivas e institucionales, en concordancia con lo mejor de nuestra historia”, agrega el comunicado.
En tanto, en medio de los festejos, los hinchas millonarios pidieron la renuncia del máximo dirigente y que se llame a elecciones de cara al próximo torneo de Primera División.
Passarella vivió el partido recluido en un palco y rodeado de dirigentes. Al Káiser se lo notó tenso y por momentos hasta se “comía” las uñas. Terminado el encuentro se recluyó en sus oficinas sin acercarse adonde estaban festejando los jugadores. 



 

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