Yolanda Sarapura es abuela de Rocío Medina, que en un mes cumple 13 años, y actualmente realiza un doble esfuerzo en el estudio dos o tres veces por semana. Es que la adolescente cursa por las tardes (en el régimen común) el quinto grado y, a la vez, por las mañanas acelera el sexto en la escuela Juan Carlos Dávalos. Si a fin de año aprueba el examen final, en 2013 podrá incorporarse a séptimo. Rocío se quedó de grado dos veces: en quinto, en 2011, y en segundo, anteriormente. A través del Programa de Aceleración de la Primaria, que lleva adelante el Ministerio de Educación, se propuso “salvar” por lo menos un año para estar más cerca de la edad correspondiente.
inicia sesión o regístrate.
Yolanda Sarapura es abuela de Rocío Medina, que en un mes cumple 13 años, y actualmente realiza un doble esfuerzo en el estudio dos o tres veces por semana. Es que la adolescente cursa por las tardes (en el régimen común) el quinto grado y, a la vez, por las mañanas acelera el sexto en la escuela Juan Carlos Dávalos. Si a fin de año aprueba el examen final, en 2013 podrá incorporarse a séptimo. Rocío se quedó de grado dos veces: en quinto, en 2011, y en segundo, anteriormente. A través del Programa de Aceleración de la Primaria, que lleva adelante el Ministerio de Educación, se propuso “salvar” por lo menos un año para estar más cerca de la edad correspondiente.
“Le están dando la oportunidad de que pueda recuperar parte del tiempo que perdió y ella la está aprovechando. La única queja que escuché hasta ahora fue el sacrificio por el frío a las mañanas”, relató Yolanda.
Inés Tolaba es mamá de Mayco Pastrana, un niño que está entusiasmado con la idea de que puede adelantar un año en la escuela. El nene repitió el primero y segundo grado y, en la actualidad, va a cuarto y acelera el quinto. El ya se imagina en sexto.
Mayco los días de clases de la aceleración no vuelve a casa al mediodía y come algo en la calle con su mamá. “Como trabajo todo el día y por las distancias (viven en barrio San Rafael) lo busco cerca de las 12.30 y comemos algo rapidito”.
En diciembre, mes de los exámenes de Matemática, Lengua, Ciencias Naturales y Sociales que los chicos deberán aprobar, Iván Ludueña va a cumplir 12. Este año cursa el cuarto de forma normal y el quinto en aceleración. Iván abandonó el primero y se quedó en tercero.
Claudia, su tía, comentó que con esta alternativa “Iván se hizo más responsable, se despierta solo a las mañanas y toma dos colectivos. Lo alienta saber que el otro año puede ir directamente a sexto” . La joven, al igual que Yolanda e Inés, no ve ninguna dificultad en la cantidad de contenidos, de un grado y de otro, que los chicos reciben.
Erica Puertas es la maestra de aceleración de cuarto, quinto y sexto en la escuela Dávalos, en la zona oeste de la ciudad. Contó que tiene a cargo 10 chicos que comparten una reducida aula (sistema plurigrado).
“Cada uno de ellos tiene una historia particular; son chicos que por algún motivo (no neurológico) se quedaron de curso. Se trabaja en su autoestima y, en forma paralela, con la docente del régimen común”, indicó Puertas.
En 26 escuelas primarias de Capital, 428 alumnos en sobreedad aceleran su trayectoria. El programa se instrumentó en 2011.
El ministro de Educación de Salta, Roberto Dib Ashur, aseguró que “el 82% de los chicos que han realizado la aceleración tuvieron éxito”.