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La mujer de un detenido ofrece 100 testigos de su inocencia

Sabado, 09 de noviembre de 2013 02:06

Urgente: solidaridad y justicia, fueron las palabras con las que inició el diálogo Julia Huallpa (38), esposa del único detenido por una violación en banda ocurrida la madrugada del domingo 20 de octubre, en los baldíos aledaños al barrio Edvisa.

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Urgente: solidaridad y justicia, fueron las palabras con las que inició el diálogo Julia Huallpa (38), esposa del único detenido por una violación en banda ocurrida la madrugada del domingo 20 de octubre, en los baldíos aledaños al barrio Edvisa.

La víctima, de 21 años, denunció, en aquel momento, que fue ultrajada por una banda de hombres, quienes la introdujeron en un automóvil de color gris, previo adormecerla con gas pimienta en las cercanías del boliche Zona Cero.

La mujer, residente en el barrio Norte Grande, sin hijos, de profesión empleada doméstica dijo: “Desesperada le hago conocer a la sociedad es que mi marido, Hugo González (35), albañil de profesión, se encuentra como único detenido en la causa por la violación, a pesar que hemos aportado cien testigos, un video y los boletos de ómnibus que abordamos el día del delito que prueban que mi esposo y yo estuvimos en la localidad de Rosario de Lerma en el casamiento de mi hermano.

Allí estuvimos hasta las 5.10 de la mañana, y regresé junto a él en el corredor del Valle de Lerma y posteriormente hacia mi domicilio de Norte Grande en ómnibus del corredor 2 F, porque no tenemos vehículo ni dinero para pagar un remise.

Supuestamente, este abuso se produjo, de acuerdo a la declaración de la damnificada, entre las 1 y 4 de la madrugada del día domingo 20 de octubre, fecha y horario que mi esposo se encontraba conmigo en la celebración del casamiento de mi hermano”, declaró.

Luego relató los pormenores de los allanamientos para dar con los violadores: “Los policías entraron a mi casa y sin mediar palabras arrestaron a mi marido de una manera brutal.

A los días hicieron otro allanamiento en mi domicilio cuando yo no me encontraba en el mismo y destruyeron todo, por orden de la Justicia.

Al día siguiente, policías de civil vinieron en busca de la ropa de mi marido que usó el día de la boda y tuve que llamar a dos vecinas para que fueran testigos de lo que se llevaban.

“No escribe mensajes porque es analfabeto”

Los policías argumentaron que él, después de un “tratamiento ordenado por el fiscal” se había declarado culpable y que encontraron su celular con mensajes hacia la víctima, cosa que es totalmente falsa, porque yo tengo en mi poder el teléfono de mi esposo y puedo asegurarles que jamás escribe mensajes, sencillamente porque es analfabeto”, se sinceró.

“Los fiscales crean pruebas por cuestiones electorales”, se quejó. “Como su mujer, aseguro que él es apático a las cuestiones sexuales, vive trabajando en nuestra humilde casa y en changas de construcción, porque es rudimentario. Hasta cuándo tenemos que soportar tanta maldad e injusticia, sólo por ser pobres e iletrados”, se quejó.

Luego aseguró: “Por las elecciones nacionales querían encontrar un culpable y lo hicieron y ahora por las elecciones provinciales quieren crucificarlo para que no salga a luz el caso. Es tan cruel lo que hicieron que gracias a su detención el hermano de mi marido no puede ser trasplantado de riñón porque su donante se halla en la Alcaidía, qué más desgracia que ésa”.

“Todo esto nos hace recordar a al crimen de las turistas francesas, en el que finalmente los pobres irán a juicio. ­Hasta cuándo, por Dios!, se lamentó Huallpa.

“Conociendo la sensibilidad de El Tribuno con los más necesitados es que me atreví a denunciar tamaña injusticia y contarle mi verdad”, finalizó.

Cómo ocurrieron los hechos

El domingo 20 de octubre, durante la madrugada, una joven fue abusada sexualmente por dos o más personas en un descampado del sureño barrio Edvisa.
Un llamado al 911 efectuado por un transeúnte, solicitó presencia policial para acudir en auxilio de una mujer que clamaba ayuda desde la oscuridad.
Personal del móvil 1069, recibió el pedido y se dirigieron al lugar, hallando solo a la mujer, víctima de varios sujetos, quienes se movilizaban presumiblemente en un remise.
Tras el ataque, una ambulancia del Samec asistió a la joven, que se hallaba casi desnuda, tirada en el polvaredal de un descampado oscuro.
Aparentemente los sujetos le habían tirado gas pimienta en los ojos para inmovilizarla.
Una pareja de vecinos que estaban en cercanías al descampado informó que cuando los patrulleros ingresaron al camino que conduce al lugar, los atacantes vieron las luces y huyeron a la carrera para abordar el auto y desaparecer dejando semidesnuda a la mujer.
La crisis de nervios en la que estaba sumida la joven le impidió, al principio, dar a los efectivos datos precisos para ubicar al supuesto remise y a sus ocupantes.
En tanto, informó la Policía que la doctora Nora Cora corroboró el delito denunciado y trasladó a la víctima hacia el hospital San Bernardo.
La investigación propia y los rastrillajes realizados a posteriori y con luz del sol arrojaron como resultado el hallazgo de prendas íntimas de la joven en los polvaredales allí existentes.
 

 

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